Parlamentarios en contra del presidente Lugo avalan el golpe hondureño
11-01-2010
Gonzalo Sánchez
Tercera Información
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar...
La sombra de un golpe de estado lleva planeando meses en Paraguay, primero planteado de forma violenta por un poderoso terrateniente vinculado con la extrema derecha parlamentaria, el partido UNACE, el cual cuenta con el 22% de los parlamentarios en el congreso paraguayo. Ahora el camino a seguir es el golpe constitucional, el nuevo modelo ensayado con éxito en Honduras.
Durante las últimos meses el presidente Fernando Lugo ha ido viendo como diversos partidos que lo auparon al poder se han pasado a la oposición debido a que el gobierno de Lugo, de corte bolivariano, se contrapone con los principios neoliberales de esas organizaciones políticas.
Fernando Lugo llegó a la presidencia apoyado por una plataforma de partidos de izquierda y de centro-derecha, éstos últimos motivados por la consecución de una mayor cuota de poder que no eran capaces de alcanzar ante la hegemonía del Partido Colorado (PC), que gobernó en Paraguay durante décadas, incluso siendo el partido único durante la dictadura de Stroessner. Los colorados cuentan con el 31% del congreso.
Debido a ello vieron en Lugo, un ex-sacerdote afín a la Teología de la Liberación, una oportunidad para desplazar al Partido Colorado y ocupar un espacio de poder en las instituciones paraguayas. Pero ahora que Lugo ha propuesto convocar una constituyente para eliminar los límites que le impiden desarrollar su programa político de corte social, que ha llamado a la adhesión al ALBA, que ha incrementado el gasto social, ha expulsado las bases militares nortamericanas del país y ha garantizado la gratuidad en la sanidad, han decido abandonarlo y pasar a ser su oposición.
Pero lejos de conformarse con esa situación están llamando a hacer un juicio político a Lugo para inhabilitarlo antes de llegar a las próximas elecciones. Hace pocas semanas su vicepresidente, el neoliberal Federico Franco, del Partido Liberal Radical Auténico (PLRA) declaró estar preparado para asumir el poder, posicionándose claramente en contra del mandatario, al que también acusó de corrupción por liberar unas tierras en favor de los campesinos.
El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) es el segundo partido con más representación en el legislativo paraguayo y figuraba entre los apoyos de Lugo cuando éste gano las elecciones. Ahora está con la oposición derechista, aunque una parte de sus militantes no estén de acuerdo con esta situación.
Cada vez son más los parlamentarios que llaman a seguir esta iniciativa que pretende seguir el esquema llevado a cabo por los golpistas hondureños, en un congreso donde Lugo, después de los abandonos, está en minoría.
El senador del PRLA, Alfredo Luis Jaeggli, realizó unas esclarecedoras declaraciones en una entrevista realizada en la Radio Nacional Argentina hace unos días, "yo soy parte de la Fundación Libertad, y la Fundación Libertad es parte de la Fundación Naumann y el Presidente hondureño, asumió la presidencia con un modelo liberal y luego traicionó y se fue al socialismo del siglo XXI. Lo que pasó en Honduras, discúlpenme, para mi es totalmente legal".
Después de avalar el golpe de Honduras declaró que el juicio político a Lugo es legal el senador del Partido Liberal de Paraguay dio la razón que ha motivado esta situación, "el presidente Lugo pretende liquidar los partidos, darle sueldo a las organizaciones sociales (...) lo que quiere es presentar como una panacea al socialismo del siglo XXI y para la gran mayoría en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores que somos representantes elegidos, no es así. Nosotros tenemos que hacer lo contrario a todo eso."
Además el senador Alfredo Luis Jaeggli demostró que este plan conspirativo está muy avanzado porque ya cuentan con la jerarquía necesaria que tomará el control del gobierno una vez Lugo haya sido separado del poder, "hay un grupo de senadores, incluso yo mismo que realmente estarían propiciando la continuidad de un juicio político; ya que no se están dando las promesas y los cambios que el Partido Liberal se comprometió a hacer, verdad, entonces realmente se están dando en mi propio partido, una especie de división en mi propio partido, el partido liberal, sobre el juicio político al presidente Lugo. En ese caso asumiría el vicepresidente Federico Franco".
Fuente: http://tercerainformacion.es/spip.php?article12109
domingo, 10 de enero de 2010
El peligro de golpe de estado en Paraguay aumenta
Líbano Unido contra el Plan de EEUU contra los Medios “Anti-Americanos”
Al-Manar
08/01/2010
Una vez más tenemos a la democracia norteamericana...
EEUU afirma ser “pionero” de la “democracia”. Sus responsables hacen todo lo posible para aprovechar todas las “oportunidades” que tienen para “sermonear” al mundo acerca de la democracia.. Sin embargo, ellos son incapaces de aplicarse a sí mismos sus propias lecciones.
Cuando la “democracia” sirve a los “intereses” norteamericanos en la región, entonces es “sagrada”... Sin embargo, cuando no lo hace, todo el principio de la democracia norteamericana cambia.
De este modo, no es extraño que EEUU subraye la necesidad de “respetar” los resultados de las elecciones parlamentarias en Líbano, por ejemplo, cuando la mayoría parlamentaria es pro-americana. Sin embargo, la misma administración trabaja para “rechazar” los resultados de las elecciones parlamentarias en Palestina porque la mayoría parlamentaria representa a la Resistencia contra la ocupación.
Aún más, no es extraño que la Administración estadounidense sermonee al mundo acerca de la “libertad de expresión” y trabaje, al mismo tiempo, para eliminarla del “diccionario.”
Quizás la libertad de expresión, en los términos norteamericanos, signifique que alguien es libre de decir lo que quiera siempre que no critique la política de EEUU.
Esto es lo que puede desprenderse del proyecto de ley adoptado por la Cámara de Representantes de EEUU, que pide al presidente norteamericano que informe al Congreso acerca de la “incitación a la violencia anti-americana” en las cadenas de televisión de Oriente Medio y pide medidas punitivas contra ellas.
Entre las cadenas mencionadas están Al Aqsa, la televisión palestina de Hamas que transmite desde Gaza, y Al Manar, de Líbano.
Líbano, un país que ha adoptado la democracia en su auténtico significado, parece haberse unido en este tema y, de este modo, ha levantado su voz a todos los niveles, desde la Presidencia al Parlamento pasando por los representantes de los medios de comunicación.
Mientras recibía al ministro de Información, Tarek Mitri, el presidente libanés, Michel Suleiman, confirmó la adhesión de Líbano al principio de la libertad de expresión. Tras discutir la ley norteamericana y su repercusión en la región, Suleiman pidió a Mitri que siga este tema a través de todos los canales apropiados y busque una postura unificada durante el encuentro de ministros árabes de Información en El Cairo, que tendrá lugar a finales de este mes.
En este mismo contexto, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, envió el viernes una carta a la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, describiendo como “lesiva” para la soberanía de Líbano y otros estados árabes la ley adoptada por el Congreso de EEUU para sancionar a los canales de televisión por satélite árabes que “incitan al odio” contra EEUU. Berri señaló que la ley norteamericana “daña el principio de la libertad de expresión y los derechos civiles, y podría llevar a una complicación mayor de las relaciones bilaterales.”
“La ley ignora las leyes sobre soberanía nacional de los países afectados, entre ellos Líbano, que es un “Hyde Park” libre para los canales de televisión libaneses y árabes,” añade la carta de Berri.
“Todos los canales de televisión extranjeros que transmiten desde Líbano conocen la disposición de Líbano a construir las mejores relaciones con EEUU, que alberga a una importante comunidad libanesa.”
Berri añadió que las leyes estadounidenses y las libanesas subrayan el respeto por la libertad de expresión que supone “el primer derecho sagrado” de cualquier ser humano. “De este modo, la ley promulgada por vuestro Congreso daña nuestra soberanía y la soberanía de muchos países y también los principios de libertad y los derechos civiles y, de este modo, complica nuestras relaciones aún más,” concluyó la carta de Berri.
Poco antes, el Comité parlamentario de Información y Telecomunicaciones discutió las formas de proteger a los canales de televisión libaneses contra la ley estadounidense. En un encuentro celebrado bajo la presidencia del diputado Hassan Fadlallah y en presencia del ministro Mitri y de varias cadenas de televisión, el Comité rechazó la ley norteamericana y confirmó la postura unida de Líbano en este tema. Fadlallah pidió una serie de acciones ministeriales, entre ellas el convocar a la embajadora estadounidense para clarificarle todo el asunto.
"Ningún ejército, ninguna prisión ni ningún muro pueden detenernos"
Los soldados israelíes arrestan a Abu Rahmah en una manifestación en Bilín en 2005. (Oren Ziv/ActiveStills)
10-01-2010
Abdallah Abu Rahmah
The Electronic Intifada
Traducido del inglés por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.
A todos nuestros amigos,
Celebro el comienzo de una nueva década encarcelado en un campo militar de detención. A pesar de todo, desde el interior de una celda de la ocupación, acojo el nuevo año con determinación y esperanza.
Sé que la campaña israelí para encarcelar a los líderes de la lucha popular palestina demuestra que nuestro empeño no violento es efectivo. La ocupación se siente amenazada por nuestro creciente movimiento y, por consiguiente, están tratando de encerrarnos. Lo que los líderes israelíes no entienden es que la lucha popular no puede detenerse con nuestro encarcelamiento.
Tanto si estamos confinados en la prisión a cielo abierto en la que ha sido transformada Gaza, como en las prisiones militares de Cisjordania o en nuestros propios pueblos rodeados por el muro del apartheid, los arrestos y las persecuciones no van a debilitarnos. Solamente reforzarán nuestro compromiso de convertir 2010 en un año de liberación mediante una resistencia popular y desarmada a la ocupación.
El precio que yo y muchos otros pagamos por la libertad no nos disuadirá. Quiero que mis dos pequeñas hijas y mi hijo, aún bebé, no tengan que pagar este precio conmigo, Pero por mis hijas y mi hijo, por su futuro, debemos continuar nuestra lucha por la libertad.
Este año, el Comité Popular Coordinador de la Lucha aumentará los logros de 2009, un año en el que habéis ampliado nuestras manifestaciones populares en Palestina con campañas de boicot internacional y acciones legales internacionales bajo la jurisdicción universal.
En mi pueblo, Bilín, el magnate israelí Lev Leviev y África-Israel, la empresa que controla, están implicados en la construcción ilegal de colonias en nuestras tierras robadas, así como en tierras de muchos otros pueblos y ciudades palestinas. Adalah-NY está liderando una campaña para mostrarle a Leviev que los crímenes de guerra tienen su precio.
Nuestro pueblo ha demandado a compañías canadienses por su papel en la construcción y comercialización de nuevas edificaciones de la colonia sobre tierras del municipio cortadas por el muro del apartheid israelí. El proceso legal de este caso, que sienta precedente, empezó en los tribunales canadienses el verano pasado y sigue su curso.
Bilín se ha convertido en la tumba del imperio inmobiliario israelí. Una tras otra, estas compañías se acercan a la bancarrota puesto que los costes de construir sobre tierras palestinas robadas se están volviendo más elevados que los beneficios.
A diferencia de Israel, nosotros no tenemos armas nucleares ni ejército, pero no los necesitamos. La justicia de nuestra causa se gana con vuestro apoyo. Ningún ejército, ninguna prisión, ni ningún muro pueden detenernos.
Vuestro,
Abdallah Abu Rahmah desde le campo militar de detención de Ofer
Abdallah Abu Rahmah es maestro de escuela y activista no violento de Bilín. Actualmente está en una prisión israelí tras ser arrestado el 10 de diciembre de 2009, por las fuerzas de ocupación israelíes. Fuente: http://electronicintifada.net/v2/article10995.shtml
28 kilómetros de destilado apartheid
10-01-2010
Gideon Levy
Haaretz
Traducido del inglés por Carlos Sanchis y revisado por Caty R.
Esta carretera ha contado la historia entera. Pavimentan una carretera, expropian tierra palestina y el Tribunal Superior de Justicia aprueba la expropiación, en sus palabras, "siempre que sea por el bien de la población local".
Después impiden a la "población local" usar la carretera, y finalmente construyen un muro con dibujos de riachuelos y praderas de modo que no vemos y no sabemos que conducimos por una carretera de apartheid, que viajamos sobre el eje de la maldad.
¿Apartheid? ¿De qué está usted hablando? Es simplemente una autopista a la capital, porque es como mejor nos parece. Ir (rápidamente) junto a la ocupación y sintiendo que no está. De esa manera la carretera ha cumplido otro deseo nacional oculto: que se aparten de nuestras caras.
¿Cuántos de las masas de viajeros por esta autovía han mirado a su izquierda y derecha? ¿Cuántos de ellos se han percatado de las 12 carreteras bloqueadas por montones de basura y barricadas de hierro? (¿Hay algún otro país que bloquee las carreteras con la basura?)
¿Y qué hay de las 22 aldeas confinadas y escondidas al lado de la autovía?
¿Cuántos se han preguntado cómo es posible que un carretera que se pavimenta en el corazón de la tierra de Palestina no tenga palestinos viajando por ella?
¿Cuántos se han dado cuenta de la señal que indica el "Campo de Ofer (militar)", otro nombre blanqueado para unas instalaciones de detención para centenares de presos detenidos allí, algunos sin juicio?
¿Cuántos han observado a los habitantes que caminan sobre el terreno rocoso para conseguir llegar a la aldea vecina?
Son 28 kilómetros de apartheid destilado: los judíos en lo alto, sobre la autovía llegando a ser de los señores de la tierra. Los palestinos abajo, más adelante, yendo a pie a la escuela de niñas de la aldea de Al-Tira, por ejemplo, a través de un túnel oscuro y lleno de moho.
Yo, también, he reflexionado más de una vez si tomar la Carretera 1 con todos sus atascos de tráfico o la 443 con todas sus injusticias. En mis desafueros, a veces, he optado por las injusticias. Es como disparar y llorar. Primero uno mata y después se golpea con la congoja de por lo qué ha hecho. He conducido y he llorado.
El Tribunal Superior de Justicia ha acreditado nuevamente cuán necesaria es. Demasiado tarde y demasiado poco, e imponiendo extrañamente una demora de cinco meses en la aplicación de su sentencia. No es un faro de justicia con respecto a todo lo relativo a la ocupación, pero es por lo menos un pequeño destello que hace billar un tímido rayo: cuidado, apartheid.
Los jueces Dorit Beinisch y Uzi Vogelman deberían recibir alabanzas. Nos han recordado lo que habíamos olvidado. Hay jueces en Jerusalén, y periódicamente incluso se manifiestan en contra de la injusticia de la ocupación.
Nos vemos en otros cinco meses. Para entonces quizá el Estado encontrará un surtido de razonamientos y excusas para no cumplir la sentencia. ¿Automóviles palestinos en la Carretera 443? Usted (y el ejército) me hacen reír.
Fuente: www.haaretz.com/hasen/spages/1138665.html
La deconstrucción de Simon Wiesenthal
El Centro Simon Wiesenthal de Los Ángeles
11-01-2010
Lawrence Swaim
Palestine Think Tank
Traducido para Rebelión por Paloma Valverde
“La utilización del Holocausto para manipular a las personas y a las sociedades con la finalidad de apoyar ciegamente a Israel, depende de la particularización del Holocausto: en otras palabras, se insiste en que el demonio Nazi no se puede comparar con ninguna otra forma de demonio sistémico; se insiste en que las causas del derrumbamiento moral alemán —el violento nacionalismo, la fanática identificación con la situación de las víctimas, los profundos sentimientos de inferioridad, el dilatar las soluciones apocalíptica— no se puede aplicar en ningún otro sitio. Esto es un terrible sinsentido…”
El Centro Simon Wiesenthal en Los Ángeles (California) lleva el nombre del famoso cazador de nazis, Simon Wiesenthal, una relación [entre el Centro y la persona] que parece apropiada pero en términos desconcertantes e inesperados.
Tanto Simon Wiesenthal como el Centro que lleva su nombre han sido acusados de mentiras flagrantes y de contar medias verdades. Las confabulaciones de Wiesenthal nunca fueron un asunto de discurso público entre los investigadores, hasta donde este escritor sabe, ni tampoco formaron parte del conocimiento popular hasta hace muy poco tiempo.
En cualquier caso, se sabe que Wiesenthal — un cuentista nato— pocas veces consiente que los hechos interfieran en una buena historia. Esto se ha sabido hace poco con la publicación, en junio de 2009, de Hunting Evil del británico Guy Walters, en el que éste caracteriza a Simon Wiesenthal como “un mentiroso, y malo contando mentiras”.
Afirma que Wiesenthal puede “inventar vergonzosas historias sobre sus años de guerra y hacer afirmaciones falsas sobre su carrera profesional”. Walters considera que había “tantas inconsistencias entre sus tres principales memorias y entre esas memorias y los documentos de la época que es imposible establecer una narrativa creíble a partir de ellos. El poco respeto de Wiesenthal por la verdad hace que sea posible dudar de todo lo que ha escrito o dicho”.
La Biblioteca Wiener, una de las instituciones más antiguas y más reputadas del mundo en lo que respecta a los estudio del Holocausto, se ha unido a esta reevaluación de Wiesenthal. Esto resulta interesante porque uno asume que ellos, como muchos otros en el campo de los estudios sobre el Holocausto, podrían haber sido conscientes durante algún tiempo de que había problemas con la historia de Wiesenthal.
Ben Barkow, el director de la Biblioteca Wiener, afirmó que “aceptar que Wiesenthal fue un showman y un arrogante fanfarrón, incluso un mentiroso, puede convivir con el reconocimiento de la contribución que él hizo”.
En un artículo aparecido en el London Times en agosto de 2009, Daniel Finkelstein, nieto del fundador de la Biblioteca Wiener, afirmó a propósito del libro Hunting Evil de Guy Walters que “Las pruebas documentales de Walter sobre las inconsistencias y mentiras de Wiesenthal son impecables. Demuestra cómo la versión del cazador de nazis sobre sus experiencias en la guerra es contradictoria e implausible. Deja claro que no tuvo ningún papel, contrariamente a lo que él [Wiesenthal] afirma, en la captura de Adolf Eichmann. Disecciona sin piedad las exageradas afirmaciones de Wiesenthal sobre el número [de nazis] que llevó ante la justicia, sugiriendo que no fueron muchos más de un puñado.
Así que, ¿cuál es la verdad sobre Simon Wiesenthal? Nacido en 1908 en Galitzia [1], Wiesenthal fue a la Universidad Politécnica Checa en Praga en 1929, donde adquirió su fama como un narrador dotado (Walters afirma que apareció como un “buen cómico” similar al popular cabaret británico de la época).
Wiesenthal afirmó haberse licenciado en la Universidad Politécnica Checa pero los archivos demuestran que no lo hizo. También mantuvo que estudió en la Politécnica Lwow, en Galitzia en 1935, pero no hay datos de que asistiera a clase allí alguna vez. Wiesenthal, además, afirmaba haber dirigido su propio estudio de arquitectura y haber construido elegantes mansiones, pero nuevamente los archivos polacos no secundan esto. Por el contrario, parece que trabajó como capataz en una fábrica de muebles en Lviv desde 1935 hasta 1939, un trabajo mucho más común, ocupación que el propio Wiesenthal reconoció antes de convertirse en una celebridad en Viena.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Wiesenthal fue detenido por los nazis y estuvo en al menos seis campos nazis diferentes. No obstante, y por razones que se desconocen, después afirmó haber estado en 13 campos distintos. Esto pone sobre el tapete la pregunta que inevitablemente surge cuando se estudia la historia de Wiesenthal. Estar en un único campo nazi ya sería claramente espantoso, una experiencia traumática no menor que estar en seis campos (quien escribe esto no puede confirmar qué campos eran de muerte y qué campos eran de trabajo o de concentración), así que, ¿por qué Wiesenthal considera que es necesario inflar el número de campos hasta 13, especialmente cuando era muy probable que tales afirmaciones se comprobarían después?
Parte de la respuesta parece ser que Wiesenthal era un fabulador y un mentiroso nato que tenía una poderosa necesidad de crear la persona de un superhéroe. Pero eso por sí solo no explica su comportamiento. El Holocausto pone en la palestra preguntas sobre la naturaleza humana y existe una necesidad de explicaciones que puedan aclarar, racionalizar y crear un contexto moral sobre ello. Wiesenthal ofreció al público una narrativa plausible en un contexto moral: los nazis lo encarcelaron; escapó milagrosamente; ahora él los atrapa.
El demonio sistémico del Holocausto era tan gigantesco y tan amenazador que sólo podía ser enfrentado con éxito por un superman cuya capacidad de sobrevivir al mal y de castigar a los trasgresores fuera mayor que la vida. Wiesenthal fue sumamente consciente de esto, y su vertiginosa versión de los últimos minutos de sus escapadas de los nazis incidía en esta ansiedad. El hecho de que llevara a masas de criminales de guerra nazis ante la justicia era el final feliz de una historia con éxito que esa clase de gente quería escuchar. Pero como Walters demuestra en Hunting Evil al menos una de las versiones de las huídas de Wiesenthal de los nazis en el último minuto puede ser una invención y las otras son cuestionables.
Después de la guerra, Wiesenthal fundó dos organizaciones que pretendían recoger y centralizar información a gran escala sobre criminales de guerra nazis. A veces, algunos de esos criminales de guerra, estaban “escondidos a plena luz del día”, en el sentido de que los gobiernos sabían dónde estaban pero carecían de voluntad política para detenerlos. La función principal de las organizaciones de Wiesenthal entonces era sacar a la luz pública los hechos y él poseía la personalidad y las dotes de relaciones públicas para hacerlo.
Esta es la verdadera razón de la notoriedad de Wiesenthal. Las organizaciones que creó eran organizaciones de búsqueda, no de investigación, como podría tener la justicia, y no tenían poder para detener a las personas.
Guy Walters concluye —en mi opinión correctamente— que el desinterés de los gobiernos occidentales por cazar criminales nazis era moralmente mucho más repugnante que los experimentos de Wiesenthal con la verdad. Dicho esto, el hecho de que Wiesenthal contara tantas mentiras innecesarias y que la gente que podría haber sospechado esto no dijera nada para oponerse a ellas, es un ejemplo más de la habilidad del Holocausto para corromper.
A pesar de que Wiesenthal afirmaba haber llevando ante la justicia a miles de criminales nazis, él generó información que tuvo como consecuencia la detención de menos de cien, como mucho. Su afirmación más vergonzante es que participó en la caza de Adolf Eichmann. Esto fue, y sigue siendo, una falsedad.
El seguimiento y el secuestro de Eichmann fue un trabajo del Mossad, los servicios de inteligencia israelíes, y la implicación de Wiesenthal se limitó a pasarles la información que tenía. Esta realidad incómoda era ampliamente conocida y, desde luego, era conocida por el Mossad, que odiaba y le ofendían las historias amañadas de Wiesenthal, pero aparentemente poca gente estaba dispuesta a cuestionar las muchas afirmaciones de Wiesenthal, excepto en Austria, es decir, en el lugar en el que Wiesenthal fue una figura controvertida durante mucho tiempo.
En la década de 1970, Wiesenthal reconvino a Bruno Kreisky, primer ministro austriaco, por tener tantos ex nazis en su consejo de gobierno y en esto, Wiesenthal tenía toda la razón. La controversia que provocó fue especialmente importante porque, hasta ese momento, los austriacos habían evitado la discusión pública sobre su propia responsabilidad en los crímenes nazis y Wiesenthal podría haber abierto la posibilidad de sacar a la luz este asunto cuando hiso su sensacional —pero precisa— acusación sobre la elección del gabinete de gobierno de Kreisky.
Éste, un judío socialdemócrata, insinuó que Wiesencial había sobrevivido a la guerra únicamente porque colaboró con la Gestapo; pero Wiesenthal lo demandó por libelo y ganó. Además, contraatacó para enfatizar que junto a los judíos murieron otras personas en las cámaras de gas, lo que le llevó a enfrentarse con Elie Wiesel, cuyo punto de vista era que el Holocausto debía contemplarse como un suceso que implicaba exclusivamente a los judíos. Algunas ideas de Wiesenthal era buenas. Qué irónico, por tanto, que consideraran seriamente sus ideas únicamente por los violentos juegos públicos que protagonizaba, lo que Wiesental inventó para él mismo como parte de su laboriosa y tremendamente imaginativa autopromoción de cazador de nazis de capa y espada.
En el siglo XX, Wiesenthal recibió prácticamente todos los premios conocidos, alrededor de 100. Fundamentalmente por su autopromoción, Wiesenthal se convirtió en mucho más que un autor con algunos más que dudosos, y no especialmente bien escritos, libros. Se convirtió en un santo laico.
Pero, ¿a qué religión laica pertenecía el ejemplar San Wiesenthal? El problema con Wiesenthal no eran sus extraordinarios esfuerzos para captar la atención del público sobre los criminales nazis, el problema era, y es, que sus versiones sobre sus propias experiencias nunca han sido contrastadas por las personas que aparentemente tenían un interés por la verdad histórica. Su adicción a la fabulación le hizo prisionero de lo que Norman Finkelstein llamó la Industria del Holocausto, que se puede describir como la utilización sistemática del Holocausto para fines personales y de las organizaciones.
Nos quedamos con la sensación de que quizás algunos de los que notaron discrepancias en los libros de Wiesenthal no dijeron nada porque tenían miedo de ser denunciados como antisemitas. Guy Walters se refiere a esto en un artículo publicado en The Sunday Times en julio de 2009, donde afirma: “ […] Algunos pueden sentir que soy demasiado duro con Wiesenthal y que me estoy infligiendo un daño profesional al aliarme supuestamente con un grupo de viles neonazis revisionistas, con los que niegan el Holocausto y con los antisemitas. Estoy absolutamente fuera de estos débiles círculos y mi intención es la crítica de Wiesenthal al margen de sus garras. Su figura es compleja e importante. Si hubiera un motivo para su engaño, bien podría estar basado en buenas intenciones”.
Guy Walters hizo esta advertencia el verano pasado, un mes después de la publicación de su libro; el hecho de que lo hiciera indica el cuidado con el que un historiador se ha de aproximar a cualquier cosa que tenga que ver con el Holocausto.
De hecho, la aparición del libro de Walters tiene alguna de las características de una campaña literaria, aunque no necesariamente de preparativos previos.
Hunting Evil se publicó el 18 de junio de 2009 en Reino Unido, al inicio del verano pasado. Un mes después, en julio, apareció un artículo de Walters en The Sunday Times en el que establecía las razones para dar a conocer las falsedades de Wiesenthal (se podría pensar que porque algo sea verdad para un historiador es razón suficiente para desvelarlo).
En agosto de 2002, un mes más tarde, apareció en The Jewsh Chronicle, el artículo de Danien Finkelstein que lo apoyaba, lo que validaba la investigación de Walters. El artículo de Finkelstein era esencial puesto que, como nieto del fundador de la biblioteca sobre historia del Holocausto más antigua del mundo, se suponía que hablaba con la autoridad de la que otros carecen, incluido quizás el propio Guy Walters.
Esto no quiere decir que lo antes mencionado fuera una campaña orquestada. Walters escribió en su página web que no conocía a Finkelstein y, por las prueba, este escritor considera que es cierto. Simplemente indica qué complicado puede llegar a ser decir la verdad cuando se escribe sobre el Holocausto y qué importante es para muchos historiadores tener en consideración el aspecto de las relaciones públicas antes de revelar asuntos que puedan hacer que el público se sienta incómodo.
En el caso de Guy Walters, él recibió el apoyo a sus descubrimientos por parte de un hombre cuyo prestigio en el campo de los estudios del Holocausto no se puede poner en duda. (Hay al menos un libro nuevo a punto de aparecer sobre Wiesenthal, el cual tras las revelaciones de Walters casi seguro que se verá obligado a tocar las discrepancias evidentes en la narración de Wiesenthal).
Desde otros ámbitos se están produciendo muchas reacciones al libro de Walters.
El 26 de noviembre de 2009, apareció un artículo impresionante de Associated Press (AP) (disponible en el sitio web de Walters) según el cual 12 de los 15 miembros del consejo asesor del Instituto de Estudios sobre el Holocausto de Viena habían dimitido, aparentemente tras una agitada y airada protesta sobre la accesibilidad del material de investigación para los estudiosos.
El artículo de AP da como razón para este alboroto internacional algunas objeciones por parte de los investigadores: “[…] Las restricciones sobre el acceso a los archivos hacen imposible una investigación independiente. De manera inevitable, uno de los implicados en el artículo de AP advirtió de que el acceso sin restricciones a los archivos del Instituto podría animar a quienes niegan el Holocausto. Lo contrario parece mucho más probable:cuanto más esconda la gente la verdad sobre Wiesenthal, más dudas se crearán sobre cómo los historiadores pueden escribir sobre el Holocausto de forma objetiva.
Empezando por la publicación de The Destruction of the European Jews, de Raul Hilberg, la gente de izquierdas, progresistas política y culturalmente, y algunos psicólogos intentaron deconstruir el Holocausto de forma que pudieran conocer cómo funciona el mal sistémico.
Si la Shoah fue el mayor crimen de la historia, ¿por qué no intentar saber cómo ocurrió para evitar estos crímenes en el futuro?
Éste era el punto de vista acertado, pero enseguida llevó a una verdad que mucha gente no quiere aceptar, y es que hay un nazi dentro de cada persona y que cualquier tribu, grupo nacional o país en el mundo puede padecer el mismo derrumbe moral que experimentó Alemania, si se dan las condiciones adecuadas. Esto resultaba demasiado aterrador para mucha gente, que no quería reconocer hasta qué punto la maldad está inserta en la naturaleza humana.
Era, además, la última amenaza neoconservadora que estaba empezando a ganar adeptos en Estados Unidos. Si el mismo derrumbe moral que se produjo en Alemania se producía en cualquier otra parte del mundo, tal análisis se podía aplicar a cualquier parte del mundo, lo que significaba que las grandes fundaciones neoconservadoras no podrían controlar el discurso sobre el Holocausto.
Una deconstrucción objetiva del desarrollo del mal en Alemania podría verse incluso como una guía para lo que ocurre en Israel.
Los neoconservadores no permitirán que esto ocurra porque su postura es que no se puede criticar jamás al gobierno de Israel y porque los neoconservadores no quieren una deconstrucción verdaderamente objetiva del Holocausto que pueda enseñar a la gente a derrotar el mal sistémico. Por el contrario, pretenden crear su propio mal sistémico en Estados Unidos y en Oriente Próximo, utilizando el Holocausto para provocar el miedo, el odio y la agresión, así como un nacionalismo religioso en general.
Para los poderosos neoconservadores y el cabildo de Israel, invocar el Holocausto en el discurso político y social se convirtió en una manera de utilizar el trauma no resuelto del Holocausto, en algunos casos para generar ideas y en otras para suprimirlas. La utilización del Holocausto para manipular a las personas y a las sociedades con el fin de que apoyen sin fisuras a Israel depende de una particularización del Holocausto; insiste, en otras palabras, en que el mal nazi no se puede comparar con ninguna otra forma de mal sistémico.
Afirma que las causas del derrumbamiento moral de Alemania (el nacionalismo violento, la identificación fanática con la situación de las víctimas, los profundos sentimientos de inferioridad, el deseo de soluciones apocalípticas) no se pueden aplicar en ningún otro sitio. Es un sinsentido despreciable.
Las causas del derrumbe moral alemán no sólo se pueden ver en otras naciones y situaciones; si queremos aprender cómo funciona el mal sistémico tal análisis debe aplicarse a otras naciones y situaciones.
Generalmente esto no les gusta a los neoconservadores porque desean discutir el Holcausto únicamente dentro de un contexto que excluye a los judíos. Pero desgraciadamente existe un nazi en cada uno de nosotros; de hecho, eso es lo más importante que hemos aprendido del Holocausto.
Abraham Burg escribe: “Israel hoy siente igual que Weimer, no porque la cultura israelí sea similar a la de Centroeuropa, sino porque la caída hacia el mal se produce de igual manera sea donde sea.
¿Cómo no va a ser Israel parecido a Weimer cuando mucho de lo que acontece respecto a la conciencia nacional en Israel es sencillamente producto del trauma del Holocausto, que la gente intenta deconstruir no según aspectos universales sino personales y de identidad nacional?
No fue sino hasta que Simon Wiesenthal murió en 2005, cuando un historiador británico fue capaz de hablar abiertamente sobre lo que hay de falso en las historias de Wiesenthal.
De nuevo tengo que preguntarme, ¿por qué la gente que conocía la relación que Wiesenthal mantenía con la verdad no lo denunció? Previsiblemente, el Centro Simon Wiesenthal en Los Ángeles (California) no tiene ninguna prisa en aceptar esta nueva valoración histórica de su tocayo; de hecho su página web responde con precisión a muchas de las mentiras e inexactitudes de Wiesenthal. No obstante, no debe sorprendernos porque el Centro Simon Wiesenthal, al igual que el propio Simon Wiesenthal, no está interesado en la verdad histórica ni está comprometido con el aprendizaje de la historia del Holocausto en toda su complejidad. El Centro Simon Wiesenthal está comprometido con el uso del Holocausto para obtener dinero y la utilización del trauma implícito para promover el extremismo político del Centro.
Notas:
1.- Región situada entre Polonia y Ucrania bajo control austriaco
* Lawrence Swaim es director ejecutivo de la organización interreligiosa Freedom Foundation. Este artículo procede de su libro de próxima publicación Trauma Bond, An Inquiry Into the Natura of Evil.
**Paloma Valverde es traductora y miembro de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq (CEOSI, http://www.iraqsolidaridad.org/)Fuente: http://palestinethinktank.com/2010/01/05/deconstructing-simon-wiesenthal/
Testigo palestino: Israel arrasó 150 hogares palestinos en Cisjordania
11-01-2010
Haaretz
Traducido por Iván Vanney
Fuerzas de seguridad israelies derribaron refugios que eran hogar de 150 palestinos en Cisjordania, informaron oficiales palestinos.
Un portavoz de la Administración Civil, autoridad israelí en Cisjordania, dijo que 14 "estructuras ilegalmente construidas fueron eliminadas".
Fueron construidas en un campo de entrenamiento militar, "poniendo en peligro la vida de los presentes", dijo el portavoz Lee Hiromoto.
Atef Hanini, un oficial local palestino, refutó la justificacion israelí y dijo que la comunidad de agricultores palestinos vivió en el área de Tana, al este de Nablus, durante décadas. Una excavadora mecánica "aró" lo que eran refugios y una mujer palestina protestó contra los soldados en la escena. Las estructuras incluían hogares, establos y una escuela.
Hanini dijo que los residentes desobedecieron las instrucciones de Israel de demoler sus estructuras ellos mismos. Hiromoto dijo que habían hecho varias advertencias y órdenes de evacuación. Bajo acuerdos de paz temporales con los palestinos, Israel ejerce un control militar y civil total de aproximadamente el 60% de Cisjordania, una zona conocida como "Area C."
La oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios reportó en diciembre que los planes restrictivos de Israel en el Area C implica que decenas de miles de palestinos no tuvieron mas elección que construir sin autorización, arriesgándose a que sus hogares sean demolidos. El organismo de Naciones Unidas dijo que grabó la demolición de 180 estructuras propiedades de árabes en el Área C en 2009. Las demoliciones desplazaron a 319 palestinos, incluidos 167 niños. Los palestinos quieren que la Franja de Gaza y Cisjordania compongan un Estado palestino independiente con Jerusalén Este como capital.
Nota del traductor:
Estos acontecimientos se dan en un contexto mucho peor, actualmente el gobierno israelí desaloja familias árabes de Jerusalén Este y asienta familias judías para evitar en el futuro que cualquier acuerdo de paz implique la incorporación de Jerusalen Este (hasta ahora la parte árabe de Jerusalén) a un probable futuro Estado palestino. Esta política reiniciada por el gobierno de Netanyahu ha generado arrestos masivos tanto de palestinos como de disidentes israelíes.
El robo israelí de las propiedades palestinas
10-01-2010
Stephen Lendman
Uruknet
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Adalah, que significa “justicia” en árabe, es el Centro Legal para los Derechos de la Minoría Árabe en Israel que se ocupa de demandas ante el Tribunal Supremo israelí, de juicios y recursos de apelación en los tribunales de distrito, civiles y laborales, de pre-demandas ante la Fiscalía General y de otras formas diferentes de servir a su circunscripción en una nación en la que sólo los judíos tienen derechos.
También elabora publicaciones e informes sobre problemas vitales que afectan a los palestinos, incluyendo dos recientes sobre el robo de sus propiedades, una violación del derecho internacional actual [que se lleva a cabo] desde la “Guerra de Independencia” de Israel (una atrocidad que duró seis meses y expulsó a unas 800.000 personas, masacró a muchas otras, destruyó 531 pueblos, 11 barrios urbanos en ciudades como Tel Aviv, Haifa y Jerusalén y robó el 78% de la Palestina histórica como primer paso a robarla toda para uso exclusivamente judío).
Durante más de sesenta años Israel lo ha hecho de forma despiadada, creciente, sistemática e ilegal, con el objetivo de dejar en la mayor medida posible a los palestinos recluidos en cantones y rodeados de vallas en las partes menos valiosas del territorio mientras que el resto queda para uso exclusivo de los judíos.
Este escritor ha abordado las políticas territoriales discriminatorias en un artículo anterior, parte del cual se reproduce más abajo como introducción a lo que sigue.
Poco después de su “Guerra de Independencia” se aprobaron varias leyes [en Israel] para legitimar el robo de tierra palestina para uso exclusivo de los judíos.
La Ordenanza de Áreas Abandonadas de 1948 se refería a “cualquier área o lugar conquistada por las fuerzas armadas o que se rindiera ante ellas, o abandonada por todos o parte de sus habitantes”. Daba al gobierno israelí derechos de jurisdicción exclusiva, incluyendo “la expropiación y confiscación (autoridad sobre) bienes muebles e inmuebles dentro de cualquier área abandonada”. Esto significaba que se prohibía a los palestinos desplazados retornar a y reclamar sus propiedades, que por ley ya no eran suyas.
La Ordenanza del Área de Jurisdicción y Poderes de septiembre de 1948 estipulaba que “toda ley que se aplica al conjunto del Estado de Israel” se aplica también “al conjunto del área que incluye... cualquier área de Palestina que el ministerio de Defensa ha definido por proclamación como controlada por el Ejército de Defensa de Israel”. Esto significaba que los palestinos perdían todos sus derechos y estaban sujetos a aquello que promulgaran las leyes de Israel.
En marzo de 1950 la Ley de Propiedades Ausentes (ABL, en sus siglas en inglés, como todas las siglas que vienen a continuación) definía a un ausente como “una persona que en cualquier momento entre el 29 de noviembre de 1947 y el 19 de mayo de 1948 dejó de existir y ya no era el propietario legal de cualquier propiedad situada en el área de Israel...”.
La ABL transfería los derechos de los propietarios a la Custodia de las Propiedades Ausentes. Ésta reconocía al propietario real el valor [de la propiedad] pero le prohibía retornar a su tierra. La ley israelí aseguraba que los palestinos que permanecieron en Israel, realojados y declarados “ausentes”, ya no eran los propietarios legítimos de sus propiedades.
En julio de 1950 la Ley de la Autoridad de Desarrollo (Transferencia de Propiedades) fue una estratagema legal para proteger a Israel de ser acusado de haber confiscado las tierras palestinas abandonadas y de todo lo que hubiera en ellas.
La Autoridad de Desarrollo (DA) se estableció como un organismo independiente para comprar, vender, arrendar, reparar, construir, desarrollar y/o cultivar las propiedades confiscadas. En lo sucesivo sólo se permitieron transacciones entre judíos o entidades judías. Se entendía que “bajo ninguna circunstancias se permitiría a los árabes (expulsados) retornar a Israel”.
En julio de 1960 la Ley de Administración de Tierras de Israel establecía una “Administración de Tierras de Israel (ILA)”. Al mismo tiempo la Ley Básica de Israel afirma que “la propiedad de las tierras de Israel, al ser las tierras en Israel del Estado, de la Autoridad de Desarrollo o del Keren Kayemet Le-Israel (KKL, en sus siglas en hebreo – Fondo Nacional Judío, JNF), no serán transferidas ni por medio de la venta ni de ninguna otras manera”. Se entendía por tierras “la tierra, casas, edificios y cualquier cosa permanente fijada a la tierra”.
La ILA afirma en su página web que controla el 93% de las tierras israelíes como “dominio público, esto es, o bien propiedad del Estado, o del Fondo Nacional Judío (JNF) o de la Autoridad de Desarrollo (DA)”. La ILA “es la agencia del gobierno responsable de administrar esta tierra que comprende 4.820.500 acres (19-508.000 dunams). La 'propiedad' bienes raíces suele significar arrendar los derechos a la ILA por 49 o 98 años”.
El marco legal de la ILA se basa en “cuatro piedras angulares”:
- la Ley Básica de 1960: Tierras de Israel;
- la Ley de las Tierras de 1960 ;
- la Administración de la Tierra de Israel de 1960; y
- La “Cláusula entre el Estado de Israel y la Organización Sionista Mundial (Fondo Nacional Judío)” de 1960.
El Consejo de la Tierra de Israel (ILC) determina la política de la ILA. El presidente del Consejo es el “vice-primer ministro, ministro de Industria, Comercio, Trabajo y Comunicaciones”.
El ILC está formado por 22 miembros, 12 procedentes de ministros del gobierno y representantes del JNF.
Las funciones de la ILA incluyen:
- asegurar que la tierra nacional se use conforme a las leyes israelíes;
- proteger y supervisar las tierras del Estado;
- hacerlas disponibles para uso público;
- planificar, desarrollar y administrar las reservas de tierra del Estado;
- entablar planificación y desarrollo, incluyendo el realojamiento de los ocupantes existentes, lo que significa desalojar a los palestinos para dejar el sitio a los judíos;
- regular y administrar el registro de las tierras del Estado;
- autorizar contratos y acuerdos con otras partes; y
- proporcionar servicios al público en general.
Los objetivos de las políticas de la ILA incluyen:
- designar las áreas de tierra para necesidades públicas y estatales;
- asegurar la disponibilidad de reservas de tierras para futuras necesidades;
- preservar las tierras agrícolas;
- administrar el uso de la tierra de acuerdo con la ley; y
- salvaguardar las tierras estatales.
En su conjunto, las leyes israelíes y la política de la ILA prohíbe a los árabes comprar, arrendar o usar tierras reservadas exclusivamente para judíos. El 21 de mayo de 1997 el periódico de mayor tirada de Israel, Yediot Ahronot, citaba las siguientes palabras de Yasser Arafat: “Israel siempre ha confiscado la tierra a los árabes y los ha desposeído de sus propiedades. La tierra siempre va de los árabes a los judíos” y calificaba de traidores a los palestinos que vendían sus tierras a judíos.
Un informe de Adalah con fecha de septiembre de 2009 titulado “ De saqueo en saqueo: Israel y las propiedades de los refugiados palestinos” explicaba que Tel Aviv viola el derecho internacional (y sus propias leyes) que permite a un Estado congelar la tierra de refugiados “enemigos” durante la época de guerra pero prohíbe su expropiación. Las naciones deben salvaguardar esta propiedad y después devolverla al acabar el conflicto.
En más de una ocasión los tribunales israelíes han afirmado esto, pero en recientes confiscaciones Israel ha violado sus propias normas y cometido saqueo en violación de la Regulación 46 de las Convenciones de La Haya que prohíbe explícitamente la expropiación.
Más recientemente, el 3 de agosto de 2009, el [Parlamento israelí] Knesset autorizó una nueva forma de saqueo al aprobar la Ley de Administración de la Tierra (la nueva Ley de Reforma de la Tierra, LRL) que empezará un proceso de privatización en áreas construidas y otras destinadas al desarrollo. Están en juego unos 800.000 dunams o aproximadamente el 4% del territorio israelí que incluye muchas propiedades que pertenecen a refugiados palestinos dentro de Israel, los Territorios [Palestinos Ocupados] y el Golán, actualmente bajo la Custodia de Propiedades de Ausentes y la Autoridad de Desarrollo.
Esta acción negará a los refugiados toda esperanza de recuperar sus propiedades y violará sus derechos legales según el derecho internacional y las leyes israelíes. Adalah afirma que esto no es sólo preservar la mayoría judía, sino también legitimar las “injusticias históricas”, perpetuar la “situación de refugiados de los palestinos” y la “continua perpetración de injusticias”.
Esta práctica está excluida del debate público, aunque los israelíes están desconcertados por la reluctancia de los palestinos a reconocer a Israel como un Estado judío. Éste niega la “Nakba”, prohíbe a los árabes israelíes conmemorarla, aunque quiere que sus víctimas reconozcan su propia legitimidad según leyes y prácticas que violan “el derecho humanitario internacional referente a los derechos de los refugiados palestinos”, a sus propios ciudadanos árabes y a todos los palestinos de los Territorios [Palestinos Ocupados].
El informe de Adalah de noviembre de 2009 se titula “Defender tanto derechos como lugares: los intentos de Israel de destruir y evacuar el pueblo beduino árabe en el Naqab (Negev)”.
Hace más de dos años este escritor abordó la difícil situación de las decenas de miles de ciudadanos israelíes beduinos en los llamados “ pueblos no reconocidos” en el desierto de Galilea y del Negev, declarados ilegales según la ley israelí. Son “no reconocidos” porque se considera a sus habitantes refugiados internos, obligados a huir durante la “Guerra de Independencia” de Israel y se les prohibió retornar cuando ésta acabó.
La de Israel de Ley de Planificación y Construcción de 1965 los deslegitima para establecer un marco regulatorio y un plan nacional para el desarrollo futuro declarando la tierra para uso residencial, agrícola e industrial. A consecuencia de ello, prohíbe la construcción sin licencia, prohíbe su uso agrícola y estipula dónde pueden vivir árabes y judíos.
Las comunidades existentes están circunscritas en un mapa con lineas azules en torno a ellas. Las áreas dentro de las líneas se pueden desarrollar, las que están fuera no. Las comunidades judías tienen una gran libertad para expandirse, las palestinas no la tienen. Su tierra fue declarada agrícola, lo que significa que se prohíbe la construcción. A consecuencia de ello comunidades enteras se convierten en “no reconocidas” y todas las estructuras que están en ellas se consideran ilegales, incluyendo el 95% de las construidas antes de la ley de 1965. Puede que sean demolidas y sus habitantes desplazados al antojo de los altos cargos israelíes para que estén disponibles para uso exclusivo de los judíos.
En la actualidad a las “pueblos no reconocidos” existentes se les niegan servicios municipales esenciales, incluyendo agua limpia, electricidad, carreteras, transporte, servicios sanitarios, educación, atención sanitaria, servicios postales y telefónicos, recogida de basuras y otros porque según la Ley de Planificación y Construcción son ilegales.
A consecuencia de ello:
- sólo los beduinos que tienen pozos disponen de agua limpia;
- pocos cuentan con atención sanitaria;
- muchos no tienen cuartos de baño y no se conceden permisos para construirlos;
- sólo los residentes que tiene generadores privados tienen electricidad, que sirve solo para el alumbrado;
- ningún pueblo está comunicado con la red de carreteras;
- algunos pueblos están rodeados de vallas y a sus residentes se les prohíbe acceder a sus tierras tradicionales;
- a la mayoría de los niños se les niega la educación; y
- cuando se ordena demoler una casa, los palestinos deben hacerlo ellos mismos o pagar una multa por desacato al tribunal y enfrentarse a un año de cárcel; también puede que tengan que pagar cuando la demuelen los bulldozers israelíes con lo que en son penalizados dos veces.
Uno de los pueblos afectados es Atir-Umm al-Hieran, situado a 50 km al norte de Avdat. Se estableció en 1956 con la autorización del gobierno militar bajo el que los árabes israelíes eran gobernados en la época. Hoy sus mil residentes no tienen otro hogar y sin embargo se enfrentan al desalojo, un proceso que empezó a principios de 2004 cuando recibieron cartas enviadas por el Estado pidiendo su evacuación seguidas de órdenes de demolición.
En los pleitos ante el tribunal civil de Be'er Sheva se calificó a sus residentes de “intrusos” sin especificar por qué debían ser desalojados.
En agosto de 2009 el tribunal aceptó dos demandas desalojo, ordenó a las familias afectadas [desalojar] sus casas y empezó un proceso para eliminar docenas de casas más.
El 21 de octubre Adalah apeló y presentó varias demandas, la principal de las cuales era que el tribunal “debería haber rechazado las órdenes de desalojo cuando se estableció que de hecho los habitantes del pueblo no eran invasores sino que de hecho habían estado viviendo en el pueblo después de que el Estado les ordenara trasladarse ahí en la década de 1950. Dado que el Estado no había (citado) ningún interés público para (desalojarlos), se deberían haber interpuesto otras consideraciones, que se pueden resumir en una palabra: justicia”.
Los habitantes de Atir-Umm al-Hieran han vivido ahí durante más de cincuenta años, cuando fueron autorizados por el gobierno militar para hacerlo, han invertido en sus propiedades y vidas desde entonces, y tienen el derecho legal a conservar lo que poseen y han desarrollado.
Durante el desarrollo del juicio se supo que Israel quería la tierra de pueblo para una nueva comunidad judía, llamada Hiran, que, por supuesto, será exclusivamente para judíos.
El Comité Goldberg de Israel consideró una propuesta de principios de 2008 del Centro sobre Alojamiento y Desalojos (COHRE) según las provisiones de la Resolución del Consejo de Ministros Nº 2491, con fecha del 29 de octubre de 2007 que afirma que “el comité presentará recomendaciones para un programa expansivo, integral y realizable que establezca las pautas para los planes de asentamiento beduino en el Negev – incluyendo niveles de compensación, planes alternativos de distribución – y que incluyan recomendaciones para la legislación”.
El COHRE expresó su preocupación por los desalojos forzados, la demolición de casas y otros asuntos referentes a la seguridad y bienestar de los residentes beduinos. Urgió al Comité Goldberg a asegurar “la dignidad humana de los habitantes beduinos, basada en el respeto a sus derechos humanos inalienables”. El Informe del Comité recomendó que se reconocieran los pueblos “no reconocidos” del Negev.
Sin embargo, todo el pueblo de Atir-Umm al-Hieran puede ser arrasado y sus habitantes desalojados sistemáticamente para dejar vía libre a la planificada comunidad judía. Según Adalah, la apatía pública acerca de esta cuestión es sorprendente e hipócrita, y se minimiza en el discurso público, como ocurre siempre en relación a cuestiones que conciernen a los árabes en un Estado que únicamente favorece los intereses de los judíos.
Stephen Lendman es un investigador asociado del Centro para la Investigación sobre la Globalización (Centre for Research on Globalization). Vive en Chicago y se puede contactar con él en lendmanstephen@sbcglobal.net. Tiene también un blog, sjlendman.blogspot.com y el programa de radio Lendman News Hour en RepublicBroadcasting.org de lunes a viernes a las 10AM hora central estadounidense, un programa de debate con invitados ilustres sobre cuestiones mundiales y nacionales. Todos los programas están archivados para facilitar su audición.
Fuente: http://www.uruknet.info/?p=61931
Israel Corta Árboles en Territorio Libanés Bajo la Mirada de la UNIFIL
Al-Manar
08/01/2010
El presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, criticó a algunos grupos libaneses por plantear el tema de la Resolución 1559 de la ONU mientras ignoran la falta de compromiso del estado sionista con las decenas de resoluciones que le afectan. En declaraciones al diario As Safir el pasado martes, Berri dijo que él “tiene una sorpresa para aquellos que todavía creen en la validad de la Resolución 1.559” aunque no especificó más.
La Resolución 1559 del Consejo de Seguridad estipula el desarme de todas las milicias de Líbano y la retirada de todas las fuerzas extranjeras. La cuestión de la Resistencia en Líbano ha sido resuelta, sin embargo, por el gobierno, que ha decidido tratar este tema como un asunto interno dentro del marco de un diálogo nacional.
La Declaración Política del gabinete encabezado por el primer ministro Saad Hariri dio legitimidad a las armas de la Resistencia como una necesidad para defender a Líbano de las amenazas israelíes.
Además, las fuerzas sirias se retiraron de Líbano en 2005, lo que ha hecho que la Resolución 1559 se haya quedado ya obsoleta. “Los partidos que están pidiendo una estrategia de defensa nacional con la esperanza de desarmar a la Resistencia están equivocados,” dijo Berri a As Safir.
El ministro de Exteriores Ali Shami había convocado poco antes a los embajadores árabes y occidentales en Líbano para informarles de que el Líbano considera oficialmente la Resolución 1559 inválida.
La acción de Shami provocó críticas de algunos grupos del 14 de Marzo.
El grupo del 14 de Marzo hace a menudo la vista gorda acerca de las violaciones israelíes de la soberanía de Líbano, a menos que se vea presionado por la magnitud de las críticas en los medios de comunicación.
El jueves, fuerzas de ocupación israelíes, respaldadas por vehículos militares, utilizaron un tractor agrícola equipado con una gran sierra eléctrica para cortar árboles en la parte libanesa de la frontera con los territorios palestinos ocupados.
El corresponsal de Al Manar grabó esta violación de la Resolución 1701 mientras que los soldados de la UNIFIL estaban mirando a sólo unos metros de distancia. La Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el sur de Líbano a menudo adopta duras medidas en el caso de que cualquier libanés se acerque a las alambradas fronterizas, incluyendo periodistas.
La nueva provocación israelí constituye, en efecto, una violación de la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a las hostilidades durante la agresión de 2006 de Israel contra Líbano. La UNIFIL debería haber tomado medidas para impedir a Israel violar la resolución y entrar en el territorio libanés.
El final de la historia judía: La guerra contra el terror interior
Archivos recuperados
jueves 26 de marzo de 2009
Gilad Atzmon´
Palestine Think Tank
25-03-2009
Traducido para Rebelión y Tlaxcala por S. Seguí
El artículo que presento hoy es probablemente lo más importante que he dicho nunca en relación con la brutalidad israelí y la identidad contemporánea judía.
Soy consciente de que podía haber expuesto mis pensamientos en un libro de más alcance o en un texto académico de análisis; sin embargo, voy a hacer exactamente lo contrario: lo voy a expresar del modo más corto y sencillo posible.
En las pasadas semanas hemos sido testigos de una campaña genocida israelí contra la población civil palestina en Gaza. Hemos visto cómo uno de los ejércitos más potentes del mundo aplastaba mujeres, ancianos y niños. Hemos visto cómo un vendaval de armas no convencionales estallaba sobre escuelas, hospitales y campamentos de refugiados.
Antes de esto sabíamos de crímenes de guerra, pero esta vez la transgresión israelí ha sido radicalmente diferente: contaba con el apoyo de la absoluta mayoría de la población judía israelí.
La campaña militar del ejército israelí en Gaza contó con el apoyo del 94% de la población israelí. El 94% de los israelíes aparentemente aprobaron los ataques aéreos contra civiles. El pueblo de Israel pudo ver la carnicería en sus televisores, oír las voces, ver los hospitales y campamentos de refugiados en llamas, y sin embargo nada de ello les provocó la menor emoción. No hicieron gran cosa por poner coto a sus despiadados líderes, “democráticamente elegidos.” En cambio, algunos de ellos tomaron sus asientos plegables y se instalaron en las colinas que dominan la Franja de Gaza, para observar cómo su ejército convertía Gaza en un moderno coliseo de sangre hebreo.
Incluso ahora, cuando la campaña parece haber acabado y se conoce la escala de la carnicería de Gaza, los israelíes siguen sin dar señales de remordimiento. Como si todo esto no fuera suficiente, durante todo el tiempo que duró la guerra, judíos de todo el mundo se movilizaron en apoyo a su Estado únicamente-judío.Un apoyo popular de esta envergadura a los crímenes de guerra es algo inaudito.
Los estados terroristas efectivamente matan, pero siempre con un punto de timidez al respecto. En la URSS de Stalin se mataba en remotos gulags, y los nazis alemanes ejecutaban a sus víctimas en el fondo de los bosques, tras alambres de espinos.En el Estado judío, los israelíes asesinan a la luz del día a mujeres, niños y ancianos indefensos, y utilizan armamento convencional contra escuelas, hospitales y campamentos de refugiados.
Este nivel de barbarie exige a gritos una explicación. La tarea pendiente puede definirse, fácilmente, como una búsqueda de comprensión de la brutalidad colectiva israelí. ¿Cómo puede ser que esta sociedad haya conseguido perder hasta el último rastro de compasión y misericordia?
El terror interior
Más que cualquier otra cosa, los israelíes y todas las comunidades judías que les han apoyado están aterrorizados por la brutalidad que encuentran en sí mismos. Cuanto más implacables son, más asustados se vuelven.
La lógica es sencilla. Cuanto más sufrimiento se inflige al otro, más ansiedad acumula uno ante el potencial de capacidad de muerte que halla en torno. En otras palabras, el israelí proyecta en el palestino, el árabe, el musulmán y el iraní la agresividad que encuentra en sí mismo. Teniendo en cuenta que la brutalidad israelí ha demostrado no tener límites ni comparación posible, su ansiedad es por lo menos igual de grande.
Al parecer, los israelíes sienten temor de que ellos mismos sean sus propios esbirros. Han entablado una mortífera batalla con el terror interior. Pero los israelíes no están solos. El judío de la diáspora que se manifiesta en apoyo de un Estado que lanza fósforo blanco sobre civiles está atrapado en la misma trampa devastadora. Con su entusiasta respaldo de un crimen insoportable, siente horror ante el pensamiento de que la crueldad que encuentra en sí pueda manifestarse también en otros.
El judío de la diáspora que apoya a Israel está destrozado por la imaginaria posibilidad de que un acto brutal similar al suyo pueda un día infringírsele.
Esta misma preocupación explica todo lo relativo al antisemitismo.
Es básicamente la proyección de una acción colectiva sio-céntrica tribal e implacable sobre otros.
No hay conflicto israelo-palestino
Lo que tenemos a la vista es la clara formación de un círculo vicioso en el que los israelíes y sus defensores se están convirtiendo en un meteoro vengativo insular, alimentado por una agresión interna explosiva.
El significativo de todo ello es bastante revelador.
Dado que los palestinos no pueden hacer frente militarmente a la agresión israelí y su capacidad destructiva, tenemos derecho a afirmar que no hay un conflicto israelo-palestino. Todo lo que hay es una psicosis israelí en la que este pueblo está siendo demolido por la ansiedad producida por el reflejo de su propia crueldad.
Al ser considerados los nazis de nuestra época, los israelíes están por ello condenados a ver un nazi en cualquier persona.Del mismo modo, no hay un aumento del antisemitismo.
El judío de la diáspora sionista está simplemente destrozado por la posibilidad de que alguien más esté tan corrompido éticamente y sea tan cruel como él mismo ha demostrado ser.
En pocas palabras, las políticas israelíes y la acción de los grupos de presión sionistas deberían ser considerados nada menos que como una paranoia colectiva sio-céntrica letal, al borde de la psicosis total.
¿Hay modo de redimir a los sionistas de esta sangrienta incursión?
¿Hay manera de cambiar el curso de la historia y salvar a los israelíes y sus partidarios de la depravación total?
Probablemente, la mejor manera de plantear esta cuestión es preguntando si hay algún modo de salvar a los israelíes y los sionistas de sí mismos.
Como pueden imaginarse, no estoy exactamente interesado en salvar a los israelíes o los sionistas; sin embargo, tengo para mí que la redención de los sionistas de su transgresión puede traer perspectivas de paz a Palestina, Iraq y probablemente el resto de nosotros.
Para los que no consiguen verlo, Israel es sólo la parte visible del iceberg. A fin de cuentas, Estados Unidos, Gran Bretaña y Occidente están en la actualidad sujetos a formas similares de la política del miedo, que son el producto directo de la mortífera ideología y práctica intervencionista de los neocon.
El psicoanalista de Nazaret
Hace muchos años –se afirma– vivía entre sus hermanos un israelita, en la tierra de Canáan. Como los actuales israelíes, estaba rodeado de odio, venganza y miedo.
En un momento dado, decidió intervenir e introducir cambios: se había dado cuenta de que no había otro modo de combatir la crueldad que buscando la gracia. “Poner la otra mejilla”, fue la sencilla sugerencia que propuso.
Al definir la psicosis del israelita como “una guerra contra el terror interno”, Jesús percibió que el único modo de contrarrestar la violencia es mirarse en el espejo a la vez que se busca la Bondad dentro de sí.
Es bastante evidente que la lección de Jesús creó las condiciones para la formación de la ética universal occidental.
Las ideologías políticas modernas sacaron conclusiones de esta perspectiva cristiana.
En Marx, la búsqueda normativa de la igualdad puede considerarse una reescritura secular del concepto de hermandad que propone Jesús.
Buscar la paz es, en primer lugar, buscarse a uno mismo dentro de sí.
Mientras que los israelíes y sus hermanos gemelos neocon pretenden conseguir la paz por medio de la fuerza disuasoria, la auténtica paz se consigue mediante la búsqueda de la armonía interior.
Como nos sugeriría un estudioso lacaniano, amar a tu prójimo es realmente amarte a ti mismo amando a tu prójimo.
El caso de los israelíes es exactamente el caso opuesto.
Tal como demuestran una y otra vez, se están realmente amando a sí mismos odiando a su prójimo, o, dicho más brevemente, simplemente se aman a sí mismo odiando en general.
Odian casi todo: a su prójimo, los árabes, Chávez, los alemanes, el Islam, los gentiles, el cerdo, el palestino, la Iglesia católica, Jesús, Hamás, los calamares e Irán. Piense usted en alguna cosa y seguro que la odian.
Uno puede llegar a admitir que odiar tanto debe de ser un proyecto particularmente agotador, a menos que haya en ello algún placer.
Y, sin duda, el principio del placer israelí podría articularse así: el impulso continuo de los israelíes a buscar el placer en el odio, a la vez que infringen dolor a otros.
Debemos señalar aquí que la guerra contra el terror interior no es exactamente una invención judía. Todos, sean naciones, pueblos o individuos, están sujetos potencialmente a ella. Las consecuencias de la masacre nuclear estadounidense perpetrada en Hiroshima y Nagasaki convirtieron al pueblo estadounidense en un colectivo aterrorizado. Esta ansiedad colectiva se conoce con el nombre de guerra fría. Estados Unidos tiene todavía que redimirse del temor a que alguien más se muestre tan inmisericorde como demostró ser Estados Unidos.
En cierto modo, la operación Shock and Awe (Conmoción y pavor) tuvo un efecto similar sobre Gran Bretaña y Estados Unidos. Condujo a la creación de masas horrorizadas fácilmente manipulables por una élite altamente motivada. Este tipo concreto de política es lo que se denomina política del miedo.
Y sin embargo, en el discurso occidental se ha instalado un mecanismo de corrección. A diferencia del Estado judío, que se está radicalizando cada vez más por su propia autoadministrada paranoia, en Occidente se consigue hacer frente y contener el mal. El asesino ha sido denunciado y la esperanza de paz se vuelve a sentir, por ahora.
Aunque no sea de los que esperan grandes cambios por parte del presidente Barack Obama, hay una cosa meridianamente clara: Obama fue votado presidente para que trajera cambios. Obama es un símbolo de nuestro genuino intento de limitar el alcance del mal.En el estado judío, no sólo no sucede esto sino que nunca puede suceder.
La diferencia entre Israel y Occidente es bastante evidente: en Occidente la herencia cristiana nos da la posibilidad de un deseo enraizado en la creencia en la bondad universal. Sin embargo, estamos ante el peligro constante de la exposición al mal, y tendemos a creer que el bien al final prevalecerá.
Por otra parte, en el discurso tribal hebreo, el Bien es la propiedad de los elegidos. Los israelíes no ven bondad o amabilidad en sus vecinos, los ven como salvajes y como una entidad amenazadora para sus vidas. Para los israelíes, la amabilidad es la propiedad específica de ellos mismos, y accidentalmente también son inocentes y víctimas.
En el marco del discurso occidental universal, la bondad no pertenece a un pueblo o un único país, pertenece a todos y a ninguno al mismo tiempo. En el marco del patrimonio universal occidental, la Bondad se halla en cada uno de nosotros, y no pertenece a ningún partido político ni ideología. Los elevados conceptos de la gracia y de un Buen Dios están ahí en cada uno de nosotros, siempre cercanos al hogar.
¿Qué clase de Padre es éste?
“Y será, cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró á tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste, y casas llenas de todo bien, que tú no henchiste, y cisternas cavadas, que tú no cavaste, viñas y olivares que no plantaste: luego que comieres y te hartares” (Deuteronomio: 6: 10 -11).
“Cuando el Señor, tu Dios, te introduzca en la tierra de la que vas a tomar posesión, él expulsará a siete naciones …y tú los derrotarás. (…) no hagas con ellos ningún pacto ni les tengas compasión.” (Deuteronomio: 7: 1 -2).
Llegados a este punto podemos intentar llegar hasta la causa radical que subyace a la grave falta de compasión del discurso israelí y de los grupos de presión que lo apoyan. Considero que una elaboración de las turbulentas relaciones entre los judíos y sus diferentes dioses pueden arrojar algo de luz sobre este tema.
Es evidente que la creciente lista de “dioses”, “ídolos” y “figuras paternas” judías es bastante problemáticas, por lo menos en lo que se refiere a ética y amabilidad. La relación misma entre “el hijo” y “el padre no ético” debe analizarse.
La filósofa Ariella Atzmon (mi madre, por más señas) define la complejidad del falso comienzo como el síndrome de Fagin.
El personaje de Fagin, de Charles Dickens, es un adulto que recluta a niños y los forma como carteristas y ladrones, cambiándoles por alimentos y cobijo las cosas que los niños roban. Aunque los niños deben estar agradecidos a su maestro, también deben despreciarlo por hacer de ellos ladrones y carteristas. Los niños se dan cuenta de que las cosas que tiene Fagin son robadas y que su amabilidad está lejos de ser honesta o pura. Antes o después los niños se volverán contra su protector, Fagin, en un intento de liberarse de esa trampa inmoral.
Desde una perspectiva padre-hijo, Jehová, el bíblico Dios judío, no difiere mucho de lo que podemos observar en el síndrome de Fagin.
El padre de Israel conduce a su pueblo elegido por el desierto hasta la tierra prometida, para que puedan robar y saquear a sus habitantes indígenas. Esto no es exactamente lo que uno podría esperar de un padre ético o de un Dios amable. Por consiguiente, por mucho que los hijos de Israel amen a Jehová, también deben abrigar alguna sospecha sobre el hecho de que los convierta en ladrones y asesinos. También podrían tener alguna aprensión sobre su amabilidad. Así, no deberíamos estar sorprendidos de que a lo largo de la historia judía un buen número de judíos se haya vuelto contra su padre celestial.
Sin embargo, teniendo en cuenta la concepción secular común de que los dioses son en realidad invenciones humanas, uno puede preguntarse qué conduce a la invención de un Dios tan poco ético. ¿Qué es lo que hace que los humanos sigan los mandatos de un Dios así?
También sería interesante saber qué clase de Dios alternativo puedan escoger los judíos, una vez se hayan desembarazado de Jehová.
Desde la emancipación, muchos judíos se han disociado del marco tribal tradicional y del judaísmo rabínico. Muchos se han integrado en sus realidades circundantes, han abandonado sus supuestos privilegios y se han convertido en seres humanos corrientes.
Muchos otros han insistido en abandonar a Dios, pero a la vez manteniendo su afiliación tribal orientada racialmente; han decidido basar su pertenencia tribal en razones étnicas, raciales, políticas, culturales e ideológicas en lugar de en los preceptos judaicos. Aunque es evidente que han abandonado a Jehová, han insistido a su vez en adoptar una visión secular que pronto se convirtió en un precepto monolítico de características religiosas.
A lo largo del siglo XX, las dos ideologías políticas de tipo cuasi religioso que más han atraído a las masas judías fueron el marxismo y el sionismo.
Es factible describir el marxismo como una ideología ética seglar universal. Sin embargo, dentro del proceso de transformación en un precepto tribal judío, el marxismo se las arregló para perder todo rasgo de humanismo o universalismo.
Como sabemos, la ideología y la práctica sionistas originales estuvieron dominadas por izquierdistas judíos que se consideraban auténticos seguidores de Karl Marx. Creían, sinceramente, que la celebración de la resurgencia nacional judía a expensas de los palestinos constituía una empresa socialista legítima.
Es interesante constatar que sus oponentes, el Bund antisionista, formado por trabajadores judíos de Europa Oriental, no creían en el despojo institucionalizado de los palestinos; en cambio, creían que despojar a los europeos ricos es un precepto, un gran mitzvah universal, un paso hacia la justicia social.
He aquí algunas estrofas del himno del Bund:
Juramos perseverar en nuestro odio
Hacia los que roban y matan a los pobres
El zar, el patrón, el capitalista
Nuestra venganza será rápida y segura
Así pues, jurad: ¡juntos vivir o morir!
Sin entrar en cuestiones relativas a la ética o la afiliación política, es bastante evidente que el himno judeo-marxista está saturado de odio y venganza.
Del mismo modo que el entusiasmo de los judíos por Marx, el marxismo, el bolchevismo y la igualdad, el final de la historia es conocido: los judíos abandonaron el marxismo en masa hace ya mucho tiempo.
Dejaron la revolución en manos de gentiles ilustrados como Hugo Chávez y Evo Morales, líderes que realmente han internalizado el significado auténtico de la igualdad y la ética universales.
Desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, el marxismo tuvo muchos seguidores entre los judíos europeos; tras el Holocausto, el sionismo se convirtió gradualmente en la voz del judaísmo universal.
Como Fagin, los dioses e ídolos sionistas (Herzl, Ben Gurión, Nordau, Weizmann) prometieron a sus seguidores un nuevo comienzo desprovisto de ética, y el expolio de los palestinos fue su vía hacia una justicia histórica pendiente desde hacía siglos.
El sionismo transformó el Viejo Testamento de un texto espiritual en un registro de la propiedad de la tierra. Pero, una vez más, como en el caso de Jehová, el sio-Dios transformó a los judíos en ladrones y les prometió la propiedad de otras personas.
Esto, en sí mismo, puede explicar el resentimiento israelí hacia el sionismo y la ideología sionista.
Los israelíes prefieren verse a sí mismos como los habitantes naturales de la tierra y no como pioneros de un proyecto colonial no-ético de la diáspora judía.
Los judíos israelíes alcanzan una posición política por medio de un peligroso escapismo ético. Esto puede explicar el hecho de que del mismo modo que los israelíes aman sus guerras, realmente odian luchar en ellas. No están dispuestos a morir por una gran ideología abstracta y remota, como la nación judía o el sionismo. En su gran mayoría, prefieren lanzar fósforo blanco y bombas de racimo desde lugares alejados.
Sin embargo, durante la relativamente corta historia del moderno nacionalismo judío, el Dios sionista ha hecho buenas migas con otros dioses e ídolos aceptables para la ortodoxia.
Ya en 1917, Lord Balfour prometió a los judíos que construirían su hogar nacional en Palestina.
Inútil decir que, como en el caso de Jehová, Lord Balfour convirtió a los judíos en saqueadores y ladrones con su promesa directamente falta de toda ética. Prometió a los judíos la tierra de otros, con lo que dio pie a un comienzo en falso. Evidentemente, no tuvo que pasar mucho tiempo antes de que los judíos se volvieran contra el Imperio Británico.
En 1947, las Naciones Unidas cometieron exactamente el mismo estúpido error: dieron acta de nacimiento a un Estado sólo para judíos, de nuevo a expensas de los palestinos. La ONU legitimó el robo de Palestina en nombre de las naciones. Como en el caso del arrinconado Jehová, no pasó mucho tiempo antes de que los judíos se volviesen contra la ONU.
“No importa lo que digan los gentiles, lo que importa realmente es lo que hagan los judíos”, afirmó el primer ministro israelí David Ben Gurión.
Recientemente, los israelíes se las han arreglado para rechazar incluso a sus mejores y más servidores amigos en la Casa Blanca. La víspera de las últimas elecciones presidenciales, algunos generales israelíes fueron filmados denunciando al presidente Bush por “perjudicar los intereses israelíes con su abrumador apoyo”, en palabras del general de brigada retirado Shlomo Brom.
Los generales israelíes culpaban básicamente a Bush por no haber puesto freno a Israel en la destrucción de sus vecinos. La moral es bastante clara: los sionistas y los israelíes se volverán inevitablemente contra los dioses, ídolos, padres, etc. que traten de ayudarlos. Este es el significado real del síndrome de Fagin, en el contexto político israelí. Siempre se volverán contra sus padres.
En mi opinión, el más interesante de todos los sistemas de creencias judíos es la Religión del Holocausto, que el filósofo israelí Yeshayahu Leibowitz definió acertadamente como la nueva religión judía.
El aspecto más interesante de la Religión del Holocausto es su Dios-figura, es decir “el Judío.”
El seguidor judío de este nuevo precepto dogmático cree en “el Judío”, aquél que se redimió a sí mismo. El que sobrevivió al acontecimiento genocida final. Los creyentes creen en “el Judío”, la víctima inocente atormentada que volvió a su “tierra prometida” y ahora celebra su exitosa narrativa del renacer.
Hasta cierto punto, en el discurso religioso del Holocausto, el judío cree en “el Judío” que se manifiesta en sus poderes y sus cualidades eternas.
Dentro de este marco religioso de nuevo cuño, la Meca es Tel Aviv y los Santos Lugares el Museo Yad Vashem del Holocausto.
La nueva religión tiene muchos lugares de culto (museos) en todo el mundo y tiene muchos sacerdotes que difunden el mensaje y castigan a los elementos que lo cuestionan.
Desde una perspectiva judía, la Religión del Holocausto es una expresión totalmente transparente del amor a uno mismo. Es el lugar donde se unen pasado y futuro en un presente significativo, el momento en que la historia se traduce en praxis. Conscientemente o no, todas las personas que se identifican política e ideológicamente (más que religiosamente) como judíos, sucumbe, en la práctica, a la Religión del Holocausto, y se convierte en seguidor de su figura paterna: “el Judío.”
Sin embargo, podemos preguntarnos, ¿qué sucede con la Bondad? ¿hay algún tipo de gracia en esta nueva figura del padre? ¿Hay algún tipo de gracia en esta narrativa de víctimas inocentes que se celebra cada día a expensas del pueblo palestino?
Si la Historia tiene fin, la Religión del Holocausto representa el fin de la historia judía.
A la luz de la Religión del Holocausto, el Padre y el Hijo se unen al fin. Al menos en el caso de Israel y el sionismo, se funden en una amalgama de ideología y realidad genocidas.
A la luz de la Religión del Holocausto y su épica ética de la supervivencia, el Estado judío se considera legitimado para arrojar fósforo blanco sobre mujeres y niños que previamente ha encerrado en una prisión al aire libre de la que no pueden escapar.
Tristemente, los crímenes cometidos por el Estado judío se han cometido en nombre del pueblo judío y de su turbulenta historia de persecuciones. La Religión del Holocausto trae a la vida lo que parece ser la última forma posible de brutal encarnación insular.
Históricamente, los judíos han abandonado a muchos dioses: a Jehová, a Marx; incluso algunos nunca siguieron el sionismo. Pero a la luz de la Religión del Holocausto, con las escenas de Gaza, Jenin y Líbano en mente, el Judío puede verse obligado a continuar la tradición y abandonar al “Judío.” Tendrá que aceptar que esta nueva forma de figura paterna fue creada a su imagen y semejanza.
Más preocupante aún es el hecho devastador de que el nuevo padre ha demostrado ser una llamada al crimen.
Aparentemente, el nuevo padre es el definitivo Dios del mal de la lista.
Me pregunto cuántos judíos tendrán el valor de expulsar a esta esotérica figura-padre de reciente creación. ¿Tendrán el valor de unirse al resto de la Humanidad y adoptar un discurso ético universal?
Si los judíos son capaces de deshacerse del “Judío” es algo que sólo el tiempo dirá. Para aclarar dudas, diré que yo personalmente me deshice de mi “Judío” hace ya mucho tiempo y la vida me sonríe.
Fuente: War On Terror Within: The End of Jewish History Gilad Atzmon es músico, compositor y productor de jazz, y escritor.
S. Seguí pertenece a los colectivos Tlaxcala, Rebelión y Cubadebate.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar el nombre del autor y el del traductor, y la fuente.
"El pueblo judío es una invención"
Archivos recuperados
El historiador israelí Shlomo Sand cuestiona varios de los mitos oficiales del sionismo en su libro Cuándo y cómo se inventó el pueblo judío.
Las tesis que defiende Shlomo Sand han mantenido a su libro en las listas de los más vendidos durante un mes.
EUGENIO GARCÍA GASCÓN
Tel Aviv
02/06/2008
Shlomo Sand, profesor de Historia de Europa en la Universidad de Tel Aviv, acaba de publicar "Cuándo y cómo se inventó el pueblo judío", donde cuestiona algunos principios de la historia sionista oficial.
El libro se ha mantenido cuatro semanas en la lista de los más vendidos en Israel, algo que Sand no acaba de entender. A cambio ha tenido pagar el peaje de recibir anónimos donde se le amenaza e insulta, llamándole kelev natzi masria (perro nazi apestoso) y otras lindezas. Sin embargo, no parece muy preocupado. El libro contiene dos tesis que en el pasado tuvieron cierto predicamento, también entre historiadores sionistas, pero que hoy han sido archivadas: que los actuales judíos provienen de pueblos paganos que se convirtieron al judaísmo lejos de Palestina, y por lo tanto no descienden de los antiguos judíos, y que los palestinos árabes son los únicos descendientes de los antiguos judíos.
Decir que el pueblo judío es una invención del siglo XIX parece una provocación.
A finales del XVIII y principios del XIX surgió el nacionalismo, y en la segunda parte del XIX se cimentó la idea del nacionalismo judío. Los franceses sabían que su pueblo existía desde los galos, los alemanes sabían que su pueblo existía desde los teutones, y los judíos empezaron a pensar que eran un pueblo desde el segundo Templo.
¿Y en su opinión eso no es correcto?
Sostengo que eso es una "invención", de la misma manera que no creo que hubiera un pueblo francés hace 250 años. La mayoría que vivía en el reino francés no sabían que eran franceses, incluso no lo sabían en la primera mitad del siglo XIX.
Sin embargo, los judíos siempre han tenido una identidad.
No creo que haya habido un pueblo judío hasta recientemente. Incluso le diré que ni siquiera pienso que hoy haya un pueblo judío.
¿Por qué?
La Biblia no es un libro histórico, es un libro de teología. Fueron los protestantes, y luego los judíos, los que convirtieron la Biblia en un libro de historia.
¿El pueblo judío es una invención cristiana?
Así es. Pongamos por ejemplo el supuesto exilio judío. El exilio nunca existió. Cuando los romanos destruyeron el Templo en el año 70 de la era cristiana, no expulsaron a los judíos por la fuerza. Los romanos nunca exiliaron a pueblos, algo que sí hicieron los asirios y los babilonios con algunas elites.
¿Cuándo empezó entonces esa versión de la historia?
La historia sionista tomó un mito cristiano del mártir Justino, que fue el primero que dijo, en el siglo III, que Dios había castigado a los judíos con el exilio porque no aceptaron a Jesús. Esa es la primera vez que afirma que los judíos fueron deportados.
Entonces, no hubo deportación...?
Es cierto que los romanos no permitieron a los judíos que vivieran en Jerusalén, pero los cristianos crearon la fantasía de que no se les permitió vivir en toda Judea. La raíz del mito del exilio judío es cristiana. Nunca hubo exilio. No hay ningún libro científico que lo diga. En los billetes de 50 shekels se dice que Tito deportó a los judíos, pero es un mito.
Esto va en contra de lo que se dice comúnmente.
Así es, aunque ahora hay historiadores que dicen "Bueno, no hubo exilio pero sí que hubo emigración". Lo cierto es que como los griegos y los fenicios, los judíos viajaron por el Mediterráneo...
¿Acaso no es cierto? En España ya había judíos en aquella época.
Antes de Jesucristo había en Palestina entre medio millón y un millón de judíos. La inmensa mayoría, un noventa por ciento, o quizás un noventa y cinco por ciento, eran campesinos. Los judíos no eran como los fenicios o los griegos, no viajaban tanto como ellos por el mar. La proporción de los que salieron es infinitamente muy pequeña.
¿Incluso después de la destrucción del Templo en el año 70?
Incluso entonces. Lo que ocurrió antes del 70, en el periodo que va de los Macabeos a Adriano, es que el judaísmo comenzó a dispersarse. Atención, el judaísmo fue el que se dispersó, no los judíos. Es cierto que salieron comerciantes y soldados que llevaron consigo la idea monoteísta, pero no fueron muchos. Los Macabeos conquistaron Edom y obligaron por la fuerza a sus habitantes a convertirse al judaísmo. Lo mismo ocurrió en Galilea. Desde el siglo II antes de Cristo hasta el siglo II después de Cristo, el judaísmo fue el primer monoteísmo proselitista.
¿Ocurrió lo mismo en la diáspora?
En el Mediterráneo, a finales del siglo I después de Cristo había cuatro millones de creyentes judíos. Es en ese periodo proselitista cuando el judaísmo se proyecta en el Mediterráneo.
¿Quiere decir que la mayoría de los judíos del Mediterráneo no venían de Palestina?
Efectivamente, la inmensa mayoría no venían de Palestina. Eran conversos. Desde la época de Adriano, en el siglo II, se experimentó una caída drástica del número de judíos porque muchos se convirtieron al cristianismo. De cuatro millones de creyentes judíos se bajó a un millón.
¿Se convirtieron al cristianismo?
Y lo que voy a decir ahora está relacionado con España. A principios del siglo IV se produce la victoria del cristianismo con Constantino y decrece el número de judíos. El judaísmo prevalece sobre todo en Palestina, en Babilonia y en el norte de África. En el norte de África, en el siglo VII, cuando llega el islam, quienes luchan contra el islam son los judíos. Hay una reina judía bereber, Dahia Kahina, que luchó contra los musulmanes. El historiador árabe Ibn Jaldun menciona que en la zona había tribus judías muy populosas. La reina Kahina murió luchando contra los musulmanes en 694. Tariq ibn Ziyad, el conquistador de España en 711, era bereber. Hay muchos testimonios cristianos antiguos que dicen que los conquistadores eran judíos y musulmanes. Muchos judíos se sumaron al ejército musulmán porque padecieron mucho durante los reinos visigodos.
¿Sólo entonces entran los judíos en España de forma masiva?
Me he preguntado a menudo por qué había tantos judíos en España y no en Francia o Italia, por qué había tantos judíos en el lugar geográficamente más alejado de Palestina. Es obvio que hubo algunos soldados y comerciantes que se convirtieron, como en Francia o Italia. Pero, ¿por qué de repente hay tantos judíos en España? Creo que la respuesta se ha de buscar en la conquista bereber de judíos y musulmanes. El conquistador Tariq ibn Ziyad pertenecía a la tribu Nafusa, la misma tribu de la reina Kahina. Si en 711 Tariq ocupó un puesto tan destacado, es muy posible que en 694 fuera un soldado en el ejército judío de Kahina. No puede ser de otra manera. Con gran seguridad Tariq era un judío que se convirtió al islam. Si se leen los testimonios antiguos, se ve que los cristianos acusan conjuntamente a los musulmanes y a los judíos de la conquista de España. Creo que es por eso por lo que el número de judíos en España es tan superior al número de judíos en Francia o Italia.
Enton
ces, ¿la mayoría de los judíos españoles provenían de los judíos bereberes conversos?
En efecto. Pondré otro ejemplo, el de los judíos de Yemen. También hubo un reino judío en Yemen durante 120 años, a finales del siglo V y principios del VI, una tribu que se había convertido al judaísmo.
Usted menciona también el reino de los jázaros, un pueblo originario de Asia central, que se convirtió al judaísmo.
Con los jázaros ocurre exactamente lo mismo: es el judaísmo, y no los judíos, el que se expande. La masa demográfica más numerosa es la de los jázaros. Es curioso que el sionismo reconoce la importancia de los jázaros hasta 1967, y después deja de ser una tesis legítima.
¿De los jázaros provienen los judíos ashkenazis de Europa?
Así es. Los mongoles expulsaron a los jázaros hacia Europa. No puede ser que los judíos de Polonia vengan de Alemania, porque en Alemania, en los siglos XII y XIII, apenas había unos cientos de judíos, y de ahí no se puede pasar de la noche a la mañana a tres millones de judíos en Polonia, es sencillamente imposible. Los judíos de Polonia, y de otros países de Europa oriental, sólo pueden venir de los jázaros. Todavía en 1961 hay un prestigioso historiador israelí que afirma que los jázaros son los antepasados de los judíos de Europa oriental. Entonces aún se aceptaba que no provenían de Alemania.
Su teoría es que la inmensa mayoría de los judíos de hoy no provienen de Palestina sino de otros pueblos que se convirtieron al judaísmo.
Así es. Pero hay otra cuestión importante: Si no hubo exilio en Palestina, si los romanos no expulsaron a los judíos, ¿qué les ocurrió a los judíos de Palestina? Hay muchos historiadores israelíes, incluidos Yitzhak ben Zvi, el segundo presidente de Israel, o David ben Gurion, que hasta 1929 afirman que los palestinos árabes son los verdaderos descendientes de los judíos. Esta tesis que sostuvieron los mayores sionistas se murió en 1929. Todavía en 1918 Ben Zvi y Ben Gurion escribieron juntos un libro donde se afirma que los palestinos son los auténticos descendientes de los judíos. Sin embargo, decir esto hoy es causa de escándalo.
El sionismo no lo acepta.
Es necesario comprender que hay dos versiones del nacionalismo, una del río Rin hacia Occidente y otra del Rin hacia Oriente. En todas partes se inicia el nacionalismo como un fenómeno racista etnocéntrico, pero en Occidente deriva hacia un movimiento político civil. En cambio, al Oriente del Rin prevalece su carácter etnocéntrico. En las dos partes hay racismo. En Francia, si tienes la nacionalidad francesa eres francés, gracias a los valores republicanos. Pero en Alemania, incluso aunque tengas la nacionalidad no eres necesariamente alemán. En Polonia, desde 1919, si no eres católico no eres polaco. El sionismo nació entre Alemania y Polonia y por eso recibió una forma medio alemana y medio polaca.
Pero un judío es el hijo de una madre judía.
Sí según la ley religiosa, pero para el sionismo el judaísmo es pueblo y nación. No se puede entrar pero tampoco se puede salir. Sólo se puede entrar si te conviertes religiosamente. El sionismo no era religioso pero utilizó la religión porque no disponía de otros instrumentos para delimitar el judaísmo. Mi tesis es que el sionismo asumió los componentes etno-religiosos de los polacos y etno-biológicos de los alemanes y creó una especie de nacionalismo cerrado, que no es político ni civil como fueron los nacionalismos occidentales.
¿Y cuál es su pronóstico de cara al futuro?
Al día de hoy el sionismo conserva su carácter etnoreligioso y creo que eso destruirá el Estado de Israel.
¿Por qué?
El Estado de Israel dice que es el Estado del pueblo judío y que es un Estado democrático y judío, y eso es un oxímoron, una contradicción. Un Estado democrático pertenece a todos sus ciudadanos. Una cuarta parte de los ciudadanos de Israel no son judíos, pero el Estado dice que pertenece sólo a los judíos. Hay leyes que dicen que el Estado es judío, y que el Estado no está abierto a los demás. El sionismo no reconoce a los "israelíes" no judíos y esto no puede continuar. Incluso si Israel sale de los territorios ocupados no habrá calma. Los árabes están viviendo en un Estado que dice que no es de ellos, en cuyo himno nacional se habla del "espíritu judío". ¿Cuánto tiempo puede durar esta situación?