jueves, 31 de diciembre de 2009

Para entender la crisis. Así empezó todo en Estados Unidos


12 Junio 2009
Vicenç Navarro
Le Monde Diplomatique

Las causas profundas de la crisis económica actual son: en primer lugar, la enorme polarización de las rentas que se ha ido produciendo en Estados Unidos a partir de los años 1960 y que alcanzó su máxima expresión en estos primeros años del siglo XXI. En segundo lugar, también en Estados Unidos: la desregulación de la banca mediante la anulación, a mediados de los años 1980, de la ley Glass-Steagall Act que se había establecido precisamente después de la gran crisis de 1929 y durante la Gran Depresión para disminuir el excesivo poder de la Banca y proteger los ahorros de la población. Es menester analizar estas causas para prever consecuencias y soluciones.

En 2005, en Estados Unidos, el 1% de la población tenía el 28% de toda la renta del país, una concentración de la renta (24%) semejante a la que existía a mediados de los años 1920, antes de que explotara la Gran Depresión del siglo XX. A partir de entonces, las medidas tomadas por la Administración Roosevelt antes y durante la II Guerra Mundial, tuvieron un impacto redistributivo muy importante, de manera que, cuando la guerra terminó, tal concentración descendió. La renta de los ricos (el 1% de la población) bajó al 12%, descenso que continuó hasta finales de los años 1970.

Durante este periodo, la clase trabajadora era fuerte y había impuesto al mundo empresarial la necesidad de pactar no sólo el nivel salarial sino también las condiciones de trabajo y, a través de su influencia política, la expansión del estado del bienestar y la distribución de la renta nacional, aplicando políticas redistributivas que disminuyeron las desigualdades.

Así, desde 1949 a 1979, el incremento de las rentas (facilitado por el aumento de la productividad) se distribuyó a todos los sectores de la población de manera que el incremento de la renta por cada decila de la población fue bastante semejante, con las decilas inferiores creciendo algo más (116%) que las decilas superiores (99%)*. Las políticas económicas eran intervencionistas con un carácter keynesiano claro. Incluso el presidente republicano Richard Nixon se definió como keynesiano.

La clase trabajadora había adquirido gran poder. Y como siempre ocurre, siguió incrementando el nivel de sus demandas. Cuando la clase trabajadora no tiene trabajo (al tener un desempleo alto) quiere tener trabajo. Cuando lo tiene, quiere tener buenos salarios y unas buenas condiciones de trabajo, y cuando alcanza esto último, quiere tener una voz en la decisión de cómo realizar el trabajo y cómo gestionar la empresa.

Durante el periodo 1945-1979, el nivel de demandas y conquistas laborales había ido aumentando a medida que la clase trabajadora iba consiguiendo sus peticiones, resultado de su mayor poder. En realidad en los años 1960 y principios de los años 1970, hubo gran número de movilizaciones obreras (que se extendieron a todo el mundo occidental: el Mayo 68 francés, el Otoño Caliente en Italia, etc.) que atemorizaron a la clase empresarial. Complicando las cosas para el mundo empresarial, estaba la guerra de Vietnam, que al incrementar enormemente el gasto público estadounidense sin incrementar los impuestos para financiarla (el Gobierno federal era consciente de la enorme impopularidad de aquella guerra, hecha, como siempre, por los hijos de la clase trabajadora) no se atrevió a subir los impuestos para financiarla contribuyendo a crear una gran inflación.

La clase empresarial estaba a la defensiva; era consciente de que estaba perdiendo poder y, como siempre ocurre, respondió. La primera respuesta tuvo lugar durante la Administración Carter (1977-1981), cuando el gobernador de Banco Central Estadounidense (The Federal Reserve Board), Paul Volcker, creó una recesión a fin de aumentar el desempleo y debilitar así a la clase trabajadora. Lo dijo claramente, al afirmar que había que disminuir los costes laborales para reducir la inflación. La manera de aumentar el desempleo fue aumentando los intereses bancarios de forma muy acentuada, lo cual determinó una disminución muy fuerte del crecimiento económico.

Jimmy Carter fue sucedido por Ronald Reagan (quien mantuvo a Paul Volcker como Gobernador de la Reserva Federal), y desarrolló con mayor intensidad las políticas económicas liberales que incluían una visión del Estado en la que éste debía favorecer explícitamente a las rentas superiores (y al mundo empresarial). Esta prioridad a las rentas del capital se justificaba con el argumento de que estas clases pudientes eran las que ahorraban más, con lo cual se facilitaba así la creación de capital e inversión. Era el famoso trickle down que afirmaba que la riqueza creada favoreciendo a los ricos terminaría favoreciendo a todos los demás. Se subrayó también que la reducción de impuestos al incrementar la capacidad adquisitiva de la población, aumentaba la demanda y estimulaba el crecimiento económico.

Este supuesto era conocido como la teoría supply side. Y puesto que los ricos son los que pagan más impuestos, los primeros beneficiarios de tales políticas fueron los ricos. Tales políticas fueron muy exitosas. Las rentas superiores aumentaron, en el periodo 1979-2005, de una manera muy acentuada. El 20% de renta superior incrementó el 53% su renta (para el 5% superior, el incremento fue de un 81%), mientras que las rentas medias y bajas disminuyeron o crecieron muy lentamente (el 20% de renta inferior vio disminuir sus rentas un 1%, y el siguiente 20% las vio subir sólo un 9%). En otras palabras, la clase trabajadora que representa el 48% de la población vio disminuir sus rentas o las vio crecer de manera muy lenta. La clase media incrementó sus rentas un 15%.

Las desigualdades sociales crecieron, por lo tanto, de una manera muy marcada durante el periodo liberal. Las rentas superiores -burguesía, pequeña burguesía y clase media de renta alta- vieron sus ingresos crecer de una manera muy notable a costa de las rentas medias e inferiores, que eran las de la clase media baja y de la clase trabajadora.

El hecho de que el crecimiento de las primeras se hiciera a costa de las segundas se debe a que la riqueza que se había creado como consecuencia del crecimiento de la productividad (y que se había distribuido más o menos en términos igualitarios en el periodo 1945-1979), se distribuyó en términos muy desiguales. A causa, primordialmente, del cambio de las relaciones de poder de clase durante aquel periodo. Durante la época neoliberal (1981-2008), el mundo empresarial rompió con el Pacto Social, y recuperó su enorme poder político (con los Presidentes Reagan, Bush padre, Clinton y Bush hijo) desarrollando políticas públicas que beneficiaron enormemente a las rentas superiores. Este fue el objetivo de tales políticas neoliberales. El neoliberalismo fue la ideología de clase de las rentas superiores **.

Este proceso de polarización social fue teniendo lugar a partir de finales de los años 1970, alcanzando su máxima expresión en estos últimos años. El porcentaje de la renta nacional que tenía la clase trabajadora y clase media de renta media y baja (60% de la población), pasó de ser el 35% en 2000 al 29% en 2005. De ahí que la población se viera forzada a pedir prestado a los bancos y a tener tarjetas de crédito, con lo cual la deuda de las clases populares fue creciendo en la manera en que el porcentaje de su renta fue disminuyendo.

En los años 1990, la deuda promedio de una persona representaba el 2% de la renta disponible (después del pago de impuestos). En 2005, había subido a un 25%. Pero donde el endeudamiento fue mayor fue en el sector inmobiliario, en que para comprar la vivienda, la deuda de una persona pasó de representar el 90% de su renta personal (después de pagar impuestos) en los años 1990, al 140% en 2006, y ello como consecuencia del crecimiento especulativo del precio de la vivienda.

El Gobierno federal facilitó este endeudamiento bajando los intereses, que pasaron de un 5,1% en los años 1990 a sólo un 1,4% a partir de 2002. Esta medida respondió al interés de la Administración Clinton (1993-2001) y también de la de Bush hijo (2001-2009), de estimular la economía que había caído en recesión después de la ruptura, en marzo de 2000, de la burbuja de Internet y los e.com. Se creó así una nueva burbuja, la burbuja inmobiliaria, que también explotó.

Pero, ¿por qué ahora? Para responder a esta pregunta, tenemos que analizar qué pasó con el otro polo, es decir, qué pasó con las rentas de los ricos, o sea, las rentas del capital.

Poder económico es sinónimo de poder político. De ahí que no es bueno para la democracia de un país que haya una polarización de las rentas con grandes desigualdades. Los ricos pueden ejercer un gran poder e influencia sobre los políticos, y ello ocurre en aquellos sistemas electorales que están privatizados, es decir, que la financiación de las campañas electorales se hace primordialmente con fondos privados. Así, el coste de las últimas elecciones presidencial y al Congreso de EE.UU. alcanzó la enorme cifra de 5.300 millones de dólares, provenientes en su inmensa mayoría de grandes grupos económicos y financieros; y del 30% de las clases de nivel de renta superior del país. Incluso el candidato que consiguió movilizar mayor número de aportaciones pequeñas (menos de 200 dólares), el candidato demócrata Barack Obama, estas pequeñas aportaciones significaron sólo una cuarta parte de todo el dinero que obtuvo. La gran mayoría, tres cuartas partes, procedió de importantes donaciones de grandes empresas, de la banca, de las compañías de seguros, de los grupos y asociaciones profesionales, y de una larga lista de grupos de poder que le financiaron para así tener acceso e influencia al candidato cuando Barack Obama ganó.

La enorme carestía de estas campañas (para comprar tiempo televisivo que se ofrece al mejor postor sin ningún tipo de regulación o límite, así como otros elementos y equipos muy costosos), discrimina a los candidatos de izquierda quienes tienen dificultades para obtener apoyos económicos del mundo empresarial corporativo (lo que se llama The Corporate Class en EE.UU.). A fin de conseguir tales fondos, los congresistas – senadores o representantes de la Cámara baja -, tienen que recoger cerca de 20.000 dólares cada semana durante el tiempo que están representando a la población y a los que les financian. Es una carga enorme que disminuye su representatividad y les distrae de sus funciones ***.

Este sistema, que da poder a los lobbies económicos y financieros, comenzó a funcionar precisamente en los años 1970 como parte de la respuesta del mundo empresarial frente a las conquistas del mundo trabajador durante el periodo 1945-1979. La influencia política de la clase empresarial (Corporate Class) adquirió gran protagonismo a partir de las administraciones Reagan, Bush padre, Clinton y Bush hijo. La Corporate Class financió ambos partidos haciendo sentir su influencia en el desarrollo de las políticas liberales.

Un elemento clave de esta Corporate Class fue el mundo financiero, y muy en particular la Banca (The Wall Street), muy influyente sobre el Banco Central Estadounidense (The Federal Reserve Board). El Presidente Ronald Reagan nombró, en 1987, a uno de los agentes de Wall Street más fundamentalistas entre los muchos neoliberales existentes en la comunidad bancaria, Allan Greenspan, Gobernador del Banco Central (Federal Reserve Board). Éste, junto con otro banquero, Robert Rubin, cuando éste era ministro de Hacienda (Secretary of the Treasure) del Presidente Bill Clinton (el Presidente demócrata más cercano a Wall Street que ha habido, según el que fue su ministro de Trabajo, Robert Reich) inició la desregulación de la banca, anulando la ley Glass-Steagall Act, que se había establecido precisamente durante la Gran Depresión para disminuir el gran poder de la Banca y proteger los ahorros que la población tenía en los bancos.

Aquella ley separó la función de guardar dinero (función reservada a los bancos comerciales o de depósito), de la función de inversión, con los riesgos que ello conlleva (bancos de inversiones), y de la función de aseguramiento (compañías de seguros). Esta separación era fundamental para evitar que una misma entidad financiera hiciera todas estas funciones, en cuyo caso, el probable perdedor sería el ciudadano que coloca sus ahorros en la banca, y que son utilizados por los banqueros para especular con aquel dinero, con un aseguramiento nulo o muy bajo, que es precisamente lo que había ocurrido antes y durante la Gran Depresión.

La anulación de tal ley Glass-Steagall Act significó la desregulación de la banca. A partir de 1986, ésta pudo hacer prácticamente lo que quiso. En el momento de explosión inmobiliaria (julio de 2007), los bancos ofrecían hipotecas en términos sorprendentemente fáciles que luego se convirtieron en tóxicos al no poder pagarse, en parte debido al enorme problema del endeudamiento explicado en la primera parte de este artículo. Ahí está el origen de la actual crisis financiera.

* Léase Arthur McEwan, “The Current Economic Crisis : Inequality Power and Ideology“. Political Economy Research Institute, 5 de mayo de 2009.
** Vicenç Navarro (ed.), Neoliberalism, Globalization and Inequalities. Baywood, Amityville, New York, 2008.
*** Léase Robert G. Kaiser, So Damn much Money. They Triumph of Lobbying and the corrosion of American Government. Alfred Knoff, Nueva York, 2009.

Leer más...

Tambores de guerra estadounidenses en Yemen tras el incidente de la línea aérea

31-12-2009
Bill Van Auken
WSWS
Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos

Tras el fallido intento el día de Navidad del joven nigeriano de 23 años Umar Faruk Abdulmutallab de detonar una bomba en el vuelo de Northwest Airlines con destino a Detroit procedente de Ámsterdam, se han intensificado los tambores de guerra a favor de una mayor intervención militar estadounidense en Yemen.

Aunque los altos cargos estadounidenses indicaron inicialmente que creían que el sospechoso había actuado solo y que no tenía relación formal con ninguna organización terrorista, esto no impidió que los principales dirigentes políticos de ambos partidos y la mayoría de los medios de comunicación estadounidenses plantearan inmediatamente la posibilidad de una guerra en Yemen, donde Abdulmutallab tiene vínculos familiares (su madre es yemení) y donde hay presencia de al-Qaeda.

Posteriormente las noticias de los medios de comunicación citaron a altos cargos estadounidenses sin dar nombres que afirmaban que Abdulmutallab había dicho en los interrogatorios que había asistido a un campamento de al-Qaeda en Yemen, donde una página web que afirmaba hablar en nombre de la organización reivindicó el atentado fallido.

Sea cierta o no la conexión yemení con el incidente, ha demostrado ser muy fortuita para la administración Obama que, de forma paralela a su escalada en Afganistán, ya ha emprendido una intervención militar secreta en el empobrecido país árabe.
Como informaba este lunes el New York Times, “en medio de dos importantes guerras sin terminar, Estados Unidos ha abierto sigilosamente una tercera, en gran parte un frente encubierto contra al-Qaeda en Yemen”.

Citando a altos cargos militares y de la inteligencia estadounidense sin dar nombres, el Times informa de que la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA) ha enviado “al país a varios de sus operativos de campo de alto nivel con experiencia en contraterrorismo” mientras que “algunos de los más secretos comandos de Operaciones Especiales han empezado a adiestrar a fuerzas de seguridad yemeníes en tácticas contraterroristas”.

Con la administración Obama la ayuda militar estadounidense a Yemen ha ascendido a 70 millones de dólares frente a la prácticamente nula de 2008.
Las noticias sobre las cada vez mayores actividades de operativos de la CIA y comandos de Operaciones Especiales en Yemen siguen a una serie de ataques aéreos estadounidenses encubiertos.
El 17 de diciembre aviones de combate estadounidenses que dispararon misiles crucero atacaron lo que los altos cargos de Washington afirmaban eran campos de adiestramiento de al-Qaeda en las provincias de Sana’a y Abyan. Sin embargo, altos cargos en Yemen afirmaron que los ataques habían costado la vida de más de 60 civiles, 28 de ellos niños.

El 24 de diciembre se llevó a cabo un segundo ataque en la remota región de Shabwa contra lo que los altos cargos estadounidenses describían como un encuentro de operativos de al-Qaeda. De nuevo los yemeníes que están en la zona afirmaron que no había habido semejante encuentro.
Altos cargos de la inteligencia estadounidense afirmaron que uno de los objetivos del ataque del 24 de diciembre era Anwar al Awlaki, un clérigo musulmán ciudadano estadounidense nacido en Nuevo México. Aunque Awlaki ha estado relacionado con el mayor del ejército estadounidense Nidal Malik Hasan que el mes pasado fue el autor del tiroteo de Fort Hood, a él mismo no le han acusado de crimen alguno. El intento de llevar a cabo esta ejecución extrajudicial no ha provocado la menor crítica en ninguna sección de los medios de comunicación o de la clase política en Estados Unidos.

Según se ha informado, se han utilizado aviones de guerra estadounidenses junto con una acción militar saudí contra una rebelión interna en la provincia Saada situada al noroeste cerca de la frontera con Arabia Saudí. El objetivo de los ataques es un movimiento armado conocido como los huzíes, del nombre de su ex comandante, que se formó para defender a la población zaydí shia. La población zaydí, grupo dominante en el país hasta 1962, cuando un golpe nasserita derrocó a la monarquía gobernante, ha sido oprimida y discriminada por el actual gobierno.

Los combatientes huzíes acusan a Estados Unidos de haber emprendido unos treinta ataques contra Saada desde el pasado mes de agosto, cuando el régimen yemení emprendió una ofensiva militar denominada “Operación Tierra Chamuscada”.
Los círculos de la política exterior estadounidenses han tratado de presentar la guerra contra los huzíes como una lucha contra la influencia iraní en la región. Al mismo tiempo el régimen yemení ha hecho la improbable afirmación de que el grupo está respaldado por al-Qaeda, que se basa en el fundamentalismo sunní y ha emprendido ataques terroristas contra poblaciones chiíes.

La intervención militar estadounidense en Yemen se está llevando a cabo en apoyo del régimen dictatorial del mariscal de campo Ali Saleh, que ha sido jefe del Estado durante más de treinta años, primero como presidente de Yemen del Norte hasta 1990 y después, tras la unificación posterior a la Guerra Fría, como presidente del país unificado.

Con 23,8 millones de habitantes, Yemen es el país más pobre del mundo árabe. Más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza. Más del 40% de los yemeníes están en paro y el 54% son analfabetos.

Además del movimiento huzí en el noroeste del país, el régimen de Saleh se enfrenta a un movimiento separatista en el sur. Ha tratado de sofocar estos movimientos de oposición con extrema brutalidad. Además de llevar a cabo operaciones militares de castigo colectivo que han costado las vidas de miles de civiles y convertido a otras decenas de miles más en refugiados, ha suprimido sistemáticamente a la disidencia política.

El mes pasado el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura publicó un punzante informe sobre las condiciones de Yemen en el que se mencionaba “la toma de rehenes e informes de que miembros de una familia fueron secuestrados y detenidos para garantizar que las personas a las que se estaba buscando se entregarían, así como detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas”.
Según el informe eran comunes “los secuestros y los asesinatos extrajudiciales”, incluido contra menores.
El informe señala que “se ha encarcelado a niños de siete u ocho años, que permanecen con los adultos y con frecuencia sufren abusos”. “También se ha condenado a muerte y ejecutado a niños”.

El informe señala que las fuerzas de seguridad y las autoridades de las cárceles ejercen la tortura con impunidad. Un documento presentado ante el Comité de Naciones Unidas por un grupo de organizaciones de derechos humanos yemení establecía una lista de varios activistas de la oposición que han sido torturados hasta la muerte, al tiempo que describía cómo a los detenidos (niños incluidos) se les golpea con cables, se les quema, se les cuelga de las manos y brazos, se les viola y amenaza con violación.

Éste es el carácter del régimen con el que, según el Times, “la Casa Blanca de Obama está tratando de estrechar lazos duraderos”. El despliegue de comandos de Operaciones Especiales y operativos de la CIA no hará sino intensificar esta represión atroz.

Como dejaba claro el Times, cuanto más ayude Washington en esta represión, más intensa y letal será la represión. “El problema es que la implicación de Estados Unidos crea simpatía por al-Qaeda”, declaró al periódico un funcionario yemení. “La cooperación es necesaria, pero no cabe duda de que tiene un efecto sobre el hombre de la calle. Simpatiza con al-Qaeda”.

De forma similar, Associated Press citó las palabras de Gregory Johnsen, un experto en Yemen de la universidad de Princeton, quien afirmaba que la creciente intervención militar estadounidense en el país “probablemente era contraproducente”. Afirmó que los ataques aéreos y los subsiguientes vídeos y fotografías de mujeres y niños masacrados por los misiles estadounidenses proporcionaban “un campo de reclutamiento a al-Qaeda”.

Estas preocupaciones parecen tener poco peso en Washington o en los medios de comunicación estadounidenses, ya que la administración Obama sigue forjando una tercera guerra de Estados Unidos en las regiones ricas en petróleo que se extienden desde Oriente Medio a Asia Central.
El incidente de Northwest Airlines ha provocado llamamientos a una acción militar más directa por parte tanto de los políticos republicanos como de los demócratas.

El senator Joseph Lieberman, el denominado “demócrata independiente” que dirige el Comité de Seguridad Nacional del Senado, pidió el domingo una intervención militar “preventiva” en Yemen.
“Alguien de nuestro gobierno me dijo ayer en Sana’a, la capital de Yemen, que la guerra de Iraq era una guerra de ayer”, dijo Lieberman en una entrevista para Fox News. “Afganistán es la guerra de hoy. Si no actuamos preventivamente, Yemen será la guerra de mañana. Éste es el peligro al que nos enfrentamos”.
El senador Arlen Specter, un demócrata de Pennsylvania que intervino en el mismo programa, estaba de acuerdo y afirmó que un ataque militare a Yemen es “algo que deberíamos considerar”.

“Yemen es el nuevo FATA, o lo será”, dijo la diputada Jane Harman, una demócrata de California Democrat que pertence al Subcomité de Seguridad Nacional sobre inteligencia. Se refería a las Áreas Tribales Administradas Federalmente (FATA en sus siglas en inglés), en las que la CIA y el ejército estadounidense han estado llevando a cabo cada vez más frecuentes ataques con misiles y las tropas de Operaciones Especiales incursiones terrestres.

Como ocurre en cada campaña a favor de la guerra, los medios de comunicación estadounidenses han acatado esta línea. El Washington Post publicó un artículo en portada con el titular “Un grupo de al-Qaeda en Yemen está ganando importancia”.
A pesar de que el artículo del Washington Post reconocía que todavía había que demostrar la afirmación de que al-Qaeda había organizado el atentado fallido, continuaba: “De ser cierta la afirmación, representa ... la aparición de una nueva amenaza importante para Estados Unidos, Oriente Medio y el Cuerno de África”.

Como es habitual, los informativos por cable fueron aún más categóricos y belicosos. “¿Entonces estamos perdiendo el barco ahí?”, preguntó el lunes por la tarde la presentadora de CNN Kyra Philips a un “experto” en contraterrorismo. “Estamos en guerra en Afganistán, estamos en guerra en Iraq. ¿Deberíamos estar en guerra en Yemen?”.

Si Estados Unidos está preparando otra guerra más, esta vez en Yemen, no es para erradicar el terrorismo o proteger a estadounidenses. La afirmación de que estos métodos pueden lograr estos supuestos objetivos se puede usar para justificar la intervención militar estadounidense prácticamente en todas partes desde Pakistán a Somalia, Indonesia, Filipinas y todo Oriente Medio.

El verdadero objetivo del imperialismo estadounidense es imponer su control hegemónico sobre los suministros energéticos estratégicos y los oleoductos y rutas de transporte por barco que lo transportan a las principales potencias del mundo. Yemen controla el estrecho de Bab-el-Mandeb que comunica el Golfo de Adán y el Mar Rojo, y proporciona acceso a la Canal de Suez Canal, un punto de paso vital a través del cual los buques cisterna transportan unos tres millones de barriles de petróleo al día.

La administración Obama llegó al poder con la consigna del “cambio” gracias en gran parte a la hostilidad del pueblo estadounidense hacia las dos guerras emprendidas bajo la presidencia de George W. Bush. Ahora, en vez de acabar estas guerras, la Casa Blanca de Obama continúa la ocupación de Iraq, envía al menos 30.000 soldados estadounidenses más a Afganistán e incluso inicia otra intervención militar estadounidense en Yemen.

Estas acciones militares significarán aumentar la muerte y la destrucción de estos países, un número cada vez mayor de soldados estadounidense muertos y heridos, y la creciente posibilidad de un conflicto mucho mayor y potencialmente global.
La creciente amenaza de una guerra estadounidense en Yemen demuestra la imposibilidad de oponerse al militarismo estadounidense dentro del marco del sistema capitalista de dos partidos. Esta lucha exige una movilización política independiente de la clase trabajadora contra la administración Obama sobre la base de un programa socialista para acabar con el sistema del beneficio que es la fuerza motriz de la guerra imperialista.

Enlace con el original: http://www.wsws.org/articles/2009/dec2009/yemn-d29.shtml

Leer más...

Las causas de la crisis mundial actual


31-12-2009
Vicenç Navarro
Sistema Digital

Gran parte de los análisis que se han realizado de las causas de la crisis se han centrado en la crisis financiera. Y de los miles de trabajos y artículos que han atribuido la crisis actual a la situación financiera, destacan los trabajos de Hyman Minsky, uno de los pocos economistas que predijo el colapso del sistema financiero. De ahí que se le considere como el analista que mejor ha definido la causa de la crisis, centrándola en el comportamiento del capital financiero.

Tal como escribió Martin Wolf en el Finantial Times de Septiembre de 2008, “La respuesta a la pregunta del por qué de la crisis, ya la tenemos. Minsky ya nos la dio. Y llevaba razón”.

Paul Krugman ha añadido su voz a este reconocimiento en otro artículo en el The New York Times (04.05.09), en el que subraya la necesidad de releer de nuevo el trabajo de Minsky.
Se ha desarrollado así una bibliografía larga y extensa sobre las causas de la crisis financiera y cómo ésta ha generado la crisis económica. De ahí la gran cantidad de artículos –tanto en la literatura científica, como en la prensa en general- sobre las consecuencias de la desregulación de los mercados financieros e introducción de nuevos productos de alto riesgo, que originaron la crisis financiera y, como resultado, la crisis económica.

La consecuencia de este enfoque ha sido que la mayoría de propuestas para resolver la crisis han tenido como objetivo salir de la crisis financiera mediante ayudas a la banca y medidas (muy moderadas) dirigidas a su regulación, junto con políticas encaminadas a desincentivar los comportamientos especulativos por parte de los gestores bancarios, además de acciones (también muy moderadas) sancionadoras de tales comportamientos, con el objetivo de paliar el enorme descontento general hacia la banca por parte de la población.

El problema de tales intervenciones es que, aunque necesarias muchas de ellas, son insuficientes, porque no es la crisis financiera la que determinó la crisis económica, sino al revés: fue la situación económica la que creó la crisis financiera. De ahí que, aunque se resolviera la crisis financiera, el problema económico de base permanecería.

Tom Palley, en su artículo “The limits of Minsky’s Finantial Inestability Hypothesis as an explanation of the crisis” (New American Foundation, Washington D.C. Nov.18, 2009) subraya lo que también otros autores (como Kotz, Foster and McChesney, y otros) han mencionado, y es que Minsky y sus seguidores ignoran la causa de que el capital financiero adquiriera una enorme importancia (tanto en su tamaño como en su poder) a partir de los años setenta y ochenta. En otras palabras, la crisis financiera es el síntoma de un problema mayor, que los trabajos de Minsky y sus seguidores parecen desconocer.

¿Qué pasó antes de que se iniciara la crisis financiera? La respuesta es que las relaciones de poder (y muy primordialmente, las relaciones de poder de clase) cambiaron en aquel periodo. El Pacto Social Capital-Trabajo que había existido después de la II Guerra Mundial se rompió, debido al poder del mundo empresarial de las grandes compañías que en EEUU se conoce como la Corporate Class (la clase empresarial de las grandes compañías).

El Pacto Social había posibilitado el elevado crecimiento económico desde 1945 hasta mediados de los años setenta. En el sector industrial, el Pacto daba lugar a convenios colectivos de cinco años, inicialmente firmados por el Sindicato del Automóvil (United Autoworkers Union, UAW) y las tres compañías de automóviles de EEUU, y que se convertían en el punto de referencia para el resto de convenios colectivos en tal sector. En ellos, los salarios estaban ligados a la productividad, de manera que el crecimiento de la última determinaba el crecimiento correspondiente de los salarios.
Durante aquel periodo, la riqueza creada por el aumento de la productividad se distribuyó a todos los sectores, beneficiándolos a todos ellos. Desde 1949 a 1979, el incremento de la renta de la decila inferior fue de un 116% y el de la decila superior fue de un 99%.

Esta situación cambió durante la Administración Carter, cuando el Gobernador del Banco Central Estadounidense, el Sr. Paul Wolcker, creó una recesión, aumentando los intereses bancarios, a fin de crear un elevado desempleo y reducir los salarios. El argumento utilizado es que había que reducirlos a fin de controlar la inflación. En realidad, significaba un cambio en las relaciones de poder de clase que dio origen a unas políticas fiscales y económicas que claramente beneficiaron a las rentas de capital y a las rentas superiores.


Fue el fin del Pacto Social, y ello determinó que a partir de entonces los crecimientos de la productividad no se tradujeran en un crecimiento paralelo de los salarios.
La riqueza creada por el aumento de la productividad pasó a beneficiar primordialmente a las rentas del capital y a las rentas superiores. Del periodo 1970 a 2005, el 5% de la población de renta superior incrementó su renta un 81%, el 20% de la población de renta superior un 53%, mientras que las rentas medias e inferiores vieron disminuir sus rentas (el 20% de la población con menor renta vio descender su renta un 1%) o la vieron crecer muy lentamente (el siguiente 20% por encima del anterior 20% vio crecer sus rentas un 9%).
Y ello fue consecuencia de que los salarios descendieran o se estancaran durante aquel periodo, tal como han documentado los informes The State of Working America del Economic Policy Institute.
Es este descenso el que determinó el gran endeudamiento de las familias, que originó el enorme crecimiento de la banca.

La financialización de la economía (es decir, la gran extensión del sector financiero en la economía) se explica precisamente por el gran endeudamiento de la población, endeudamiento que era posible por el elevado precio de la vivienda, el mayor aval de tal endeudamiento. La práctica agresiva de promoción del endeudamiento por parte de la Banca llegó también al fenómeno de las hipotecas basura que se supone que son el origen de la crisis financiera.

Por otra parte, la escasa demanda hizo disminuir el crecimiento económico, lo que forzó al Banco Central del gobierno federal a bajar los intereses, facilitando la aparición de las sucesivas burbujas, siendo la última la burbuja hipotecaria.

De nuevo, la crisis financiera se originaba por la escasa demanda, resultado del descenso de las rentas del trabajo. De ahí que, a no ser que se resuelva el enorme endeudamiento de las familias, recuperando las rentas del trabajo existentes antes de la rotura del Pacto Social, no se resolverá la crisis.

(Para una ampliación de este tema, leer mi artículo “Para entender la crisis. Así empezó todo en Estados Unidos”, en Le Monde Diplomatique, junio de 2004, en http://www.vnavarro.org/, sección EEUU.).

De ahí se deriva el hecho de que, aún cuando se hayan evitado los colapsos de la gran banca, la crisis no se está resolviendo, pues el problema de fondo no se está resolviendo.
La escasa capacidad de consumo por parte de la población se traduce en un problema de demanda de dimensiones enormes y que no se puede resolver sin solucionarse el enorme problema del endeudamiento privado.

La única manera inmediata de resolver esta situación es aumentando la demanda pública a costa, en parte, de un elevado endeudamiento público.
De ahí la necesidad de mantener un elevado déficit público. Reducirlo es retrasar todavía más la recuperación económica y la creación de empleo.

Tal como he indicado repetidamente, el estado debiera mantener un déficit elevado, a fin de permitir una inversión sobre todo en empleo público, que permita no sólo resolver el enorme problema de falta de creación de empleo sino también solucionar el retraso en la recuperación económica.

Vemos que, por desgracia, la Unión Europea está todavía estancada en el pensamiento liberal, que toma el Pacto de Estabilidad como su dogma, Pacto que ha sido responsable de que la Unión Europea haya crecido menos y haya creado menos empleo que EE.UU. donde tal Pacto ni existe ni se espera.

Vicenç Navarro es catedrático de Políticas Públicas. Universidad Pompeu Fabra, y Profesor de Public Policy. The Johns Hopkins University (http://www.vnavarro.org/)

Leer más...

miércoles, 30 de diciembre de 2009

El dilema de Krugman


30-12-2009
España
Pedro Montes
Rebelión

Una gran confusión prevalece sobre el futuro de la economía española, una vez que para algunos países parece haber pasado el peor momento de la crisis financiera y la recesión posterior, y una vez que el presidente Zapatero ha osado dar por iniciada oficialmente la recuperación. Dejemos de lado la economía internacional, en una situación mucho más problemática, compleja y peligrosa de lo que se cree, y centrémonos en lo que ocurre en nuestro país.

Zapatero fue el último en enterarse de la crisis económica y ha sido el primero en anunciar la recuperación. No sabe por qué ha comenzado, no puede calibrar su fuerza, no está en condiciones de asegurar su continuidad, no se atreve a pronosticar cuándo la mejora se traducirá en el empleo, pero para él la recuperación está en marcha. No hay que perder ni dos líneas en resaltar la insolvencia del presidente del Gobierno, ni su afición a actuar como un prestidigitador sacando conejos de la chistera (el último, la patraña del proyecto de ley de economía sostenible).
El presidente del PP, siempre al acecho en su triste papel de buitre para aprovechar los desastres, no tiene inconveniente en decir que la crisis se ha detenido pero que la recuperación es imposible con este Gobierno. Los dirigentes de CCOO y UGT, extraviados en una crisis que se les ha venido encima sin preverla, han puesto en marcha una estrategia de apaciguamiento pensando que, con algunas concesiones, en varios años se recuperará la normalidad y con ella el papel institucional reformista relevante que ellos tienen. Podría decirse, pues, que al margen de matices y precisiones temporales, se da por supuesto que la recuperación es el horizonte de la economía española.
Frente a esta previsión, hay razones para sostener que no sólo no hay recuperación a la vista, lo cual elimina el debate sobre los años que durará la crisis, sino que la economía se adentrará en el futuro en un proceso de degradación continuo, al que no se puede por el momento vaticinar fin. A partir del difícil estado actual, el deterioro de la economía llevará a una situación con extremas tensiones políticas y sociales, que traspasará el ámbito electoral en el que por ahora se piensa que están los forcejeos sobre la salida de la crisis. Se comprende bien que los dos partidos mayoritarios vivan y se preparen para mantener la competencia electoral con la crisis como tema estrella, pero se entiende mal que los sindicatos no se dediquen a preparar a los trabajadores para los conflictos inexorables que hay por delante.

Una economía en quiebra
Hay que partir de caracterizar a la economía española como una economía en quiebra. Arrastra un déficit exterior extremadamente agudo, que lo ha convertido en uno de los países con una deuda exterior neta más grave del mundo, y tiene un nivel de paro desolador. Con estos datos, se puede concluir que esta economía no ha encontrado su sitio en el puzle de la globalización, y más concretamente, que no ha logrado un equilibrio razonable en el marco de la unión monetaria europea.
El vaticinio de la no recuperación surge de la imposibilidad de financiarla. Una economía en expansión daría lugar a unas necesidades de financiación exterior que son muy difíciles de cubrir. En primer lugar, por el montante exigido. En el 2008, el déficit de la balanza por cuenta corriente, lo que se requería financiar, fue un impresionante 10% del PIB. Se reducirá acusadamente en este año, por el hundimiento de la demanda y la actividad, pero aún representará más de un nada desdeñable 5% del PIB, y un relanzamiento lo dispararía de nuevo.
En segundo lugar, por el enorme volumen de deuda exterior acumulada, que debe refinanciarse cuando la solvencia del país anda en tela de juicio en los mercados financieros internacionales. Esa deuda se ha canalizado fundamentalmente por las entidades de crédito y ha atrapado a todos los sectores económicos, incluido ya el sector público, que será incapaz durante bastante tiempo de practicar una política fiscal expansiva. En tercer lugar, la crisis financiera se dejará sentir durante mucho tiempo: se mantendrán los circuitos del crédito obturados y la desconfianza y la inseguridad como clima general. La falta de crédito y liquidez en la economía española, las restricciones financieras actuales no se disiparán, si no se agravan con la crisis latente del sistema crediticio español. En esas condiciones, no es posible la recuperación.
Las miserias de la política
Pero el problema del desajuste estructural que sufre el país es más complicado. La situación insostenible, bloqueada, sin salidas visibles, la han puesto de manifiesto muchos prestigiosos analistas, paradójicamente más los extranjeros que los españoles, quizás por estar menos sometidos a las miserias de la política y a al conflicto de intereses que la crisis ha exacerbado. Pueden tomarse las declaraciones del premio Nobel Krugman como un buen exponente de las opciones existentes. Este ha dicho, en lo que podría denominarse como su dilema: la economía española ha de reequilibrar su situación en la economía internacional por medio de una mejora de su competitividad, que sólo puede venir por dos caminos: una devaluación de la moneda, cosa imposible por la pertenencia al euro, o un drástico ajuste interno de precios y costes.
La magnitud de ese ajuste es discutible, pero se ha manejado una cifra entre el 15 y el 20%. Esta salida tiene muy serios inconvenientes y su aplicación es casi imposible. No se puede descartar que la crisis promueva un ajuste interno progresivo, como de hecho se está produciendo ya. Pero no cabe esperar que por un acuerdo social se reduzcan los costes, es decir los salarios, en una proporción tan intensa como la situación reclama, y mucho menos los precios, de por sí incontrolables. Hay que tener en cuenta, además, que un ajuste depresivo de esta naturaleza hundiría la economía, lo que a partir de los niveles de paro existentes crea un panorama tan estremecedor como inquietante.
Y el problema se complica porque si llegara a producirse el ajuste y a remediarse el desequilibrio exterior, la economía española no podría adentrarse en una fase de recuperación sostenida digna de tal calificación, porque desde el mismo momento en que esto empezara a suceder se reproduciría la pérdida de competitividad y con ello reaparecerían los problemas de financiación exterior. Así pues, la salida posible que nos marca Krugman es un hundimiento inmediato de la economía, con más millones de parados, y la condena a permanecer en el fondo estancada, pues las aventuras de recuperación son poco menos que imposibles. Esta es por lo demás la que se considera la opción realista, la única, pues se ha logrado un pensamiento común generalizado entre los políticos y economistas de que la pertenencia al euro es algo irreversible.
Cabría empezar rebatiendo esta opinión, pues no hay en la política nada irreversible. Descolgarse del euro es verdad que está fuera de todos los proyectos para remontar la crisis. Entre los políticos es imposible encontrar alguno que apueste por la salida del euro. Entre los economistas y analistas la posición no es tan cerrada, pero abiertamente nadie ha puesto la cuestión sobre el tapete. Pero con realismo es necesario replantearse la pertenencia a la moneda única pues, como se ha visto, la salida que propone Krugman es lanzarse a un precipicio, y las sociedades no son proclives al suicidio.
Una catástrofe financiera
Después de más de una década de pertenencia al euro y los fuertes compromisos en dicha moneda que tienen adquiridos todos los agentes sociales, salir del euro y restablecer una moneda propia fuertemente devaluada conduciría, entre otros males y conmociones, a una catástrofe financiera, al tenerse que pagar en euros la deuda descomunal exterior existente. Que el país tendría que declararse en bancarrota es más que probable, pero, y esto es lo que da dramatismo a la situación de la economía española, es que posiblemente no hay otra alternativa. Esta implicaría hacer tabla rasa del pasado y tener que empezar de nuevo a construir una economía con una moneda mucho más débil, con una relación de intercambio más acorde con los fundamentos económicos, más protegida y menos abierta al exterior, pero al mismo tiempo con más posibilidades internas de ser dirigida y controlada. De nuevo se dispondría de una moneda para equilibrar los flujos económicos con el exterior y se ganaría un instrumento esencial para intervenir en la economía como es la política monetaria propia, a la que se renunció con el euro.
En fin, lo que se ha presentado como el dilema de Krugman es realmente una aporía, esto es, como dice el diccionario: dificultad lógica insuperable de un problema especulativo. Ninguna de las dos alternativas es razonable, las dos encierran problemas gravísimos de aplicación y las dos implican consecuencias pavorosas. De ahí la opinión de que la salida de la crisis no se resolverá en claves económicas sino como resultado de los conflictos sociales y políticos que promoverá una situación económica insostenible. Y de ahí a decir que la lucha de clases será la que determine el futuro de la economía sólo queda un paso lógico, si bien abrirá un proceso social largo y muy complejo, donde por el momento nada está escrito si bien constituirá un escenario propicio para la aparición de demagogos.
Parece claro que el futuro de la economía y de la sociedad española será convulso, está lleno de interrogantes y en modo alguno se encuentra despejado, como quieren hacer creer los que divulgan que la recuperación está a la vuelta de la esquina o la fijan ya como telón de fondo para el porvenir inmediato. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que las dos alternativas existentes comentadas, que contradicen esa perspectiva, determinan escenarios muy diferentes, con implicaciones que van mucho más allá del problema complejo de la salida de la crisis económica.
La opción del ajuste interno supone en definitiva un ajuste permanente de la economía en el marco conceptualmente ultra neoliberal de la Europa de Maastricht, que tendrá que ser muy duro en un primer momento y sostenido después. Crea las condiciones para un continuo acoso a las condiciones de vida de la mayoría de la población, en sus salarios, en las pensiones, en los servicios sociales básicos, en los derechos laborales, en la fiscalidad. Es la continuación endurecida de lo que ha ocurrido desde que se aprobó el tratado de Maastricht para crear la moneda única, sin las ventajas ya de una expansión económica y los fuegos artificiales del bienestar. Es el peor escenario que cabe imaginar para los trabajadores, capas sociales modestas y sectores amplios de la pequeña y mediana burguesía, pues estarán sometidos a una ofensiva perenne contra sus condiciones de vida e intereses, por la presión constante que ejercerá el objetivo de no perder competitividad, contando además con que tienen una posición de fuerza política débil y en continuo desgaste.
No cabe edulcorar las consecuencias de la opción de salirse del euro. Los desbarajustes y excesos pasados amparados por el euro tienen que pasar factura. Como habrán de quedar desautorizados todos aquellos que apostaron por el euro, muchos de los cuales creyeron descubrir en la moneda única un maravilloso taumaturgo para poder cometer impunemente todo tipo de barbaridades y desmanes, llegando incluso a pensar que con el euro las crisis se habían acabado. La conmoción de una salida del euro sería terrible, o con más precisión, será terrible, porque todo hace pensar que será algo irremediable. Pero dicho esto, la sociedad española estará en mejores condiciones para dominar su futuro al hacerse con los resortes básicos para diseñar una economía diferente que, en la medida en que la izquierda imponga sus criterios, será lo mismo que decir que la economía podrá ponerse al servicio de las personas, y no como sucede ahora con el neoliberalismo, en que las fuerzas ciegas del mercado se imponen y domestican a la sociedad.
Por no olvidar a Krugman: cabría decir que su dilema es correcto, pero se equivoca en la elección desde el punto de vista económico y, contando con que es un progresista, desde el punto de vista político.
* Pedro Montes es economista.

Leer más...

“Incremento” de EEUU en AfPak = Incremento de los ataques con aviones teledirigidos y de los asesinatos de civiles


30-12-2009
Bill Van Auken
World Socialist Web Site
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

El pasado fin de semana, los misiles de los aviones robot Predator estadounidenses atacaron un pueblo en Pakistán matando al menos a trece personas. El ataque coincidió con diversas informaciones que aseguran que los escuadrones de la muerte de las Fuerzas Especiales de EEUU están intensificando sus operaciones en el lado afgano de la frontera.

Esa modalidad de guerra, junto con los asesinatos selectivos, constituyen el rasgo más evidente de las primeras etapas del “incremento” ordenado por el Presidente Barack Obama a primeros de mes, en función del cual está enviando al menos 30.000 soldados más a Afganistán.

Esos métodos son un exponente de la guerra sucia de estilo colonial que intenta suprimir la resistencia ante una ocupación que tiene como objetivo establecer el dominio de Washington en Asia Central, una región estratégicamente vital y muy rica en energías.

Citando a funcionarios pakistaníes, el diario The Nation, con sede en Lahore, informó el pasado domingo que la cifra de víctimas en un ataque con aviones robot contra un pueblo en el norte de Waziristán había alcanzado la cifra de trece muertos. Al parecer, dos misiles impactaron en unas instalaciones del pueblo de Saidgi, a unos seis kilómetros al norte de la principal ciudad de Waziristán, Miranshah.

Los aviones teledirigidos continuaron cerniéndose sobre la zona a la vez que un bombardero estadounidense B-52 se unía a los sobrevuelos aterrorizando a la población local, según informaciones de los medios pakistaníes.

Ese ataque con misiles era el tercero de ese tipo desencadenado contra el norte de Waziristán desde el 17 de diciembre. La zona forma parte de la región tribal noroccidental de Pakistán utilizada por los elementos de la resistencia afgana, con apoyo de sus compañeros de las tribus pastunes de Pakistán, para lanzar ataques en Afganistán contra las fuerzas ocupantes dirigidas por EEUU.

Ha sido la Agencia Central de Inteligencia de EEUU quien ha dirigido la letal campaña con aviones teledirigidos, utilizando para ello un campo aéreo clandestino situado en la provincia pakistaní de Baluchistán, con los operativos de la CIA sentados frente a las pantallas de vídeo en Langley, Virginia, dirigiendo los misiles hacia sus objetivos. Se ha informado que el Pentágono está también llevando a cabo sus propios ataques con aviones robot.

La administración Obama ha incrementado en extremo los ataques con aviones teledirigidos, lanzando el doble de los que llevó a cabo la administración Bush en su último año en el poder. La naturaleza clandestina del programa de la CIA está en gran parte diseñado para esconder la horrenda cifra de muertos civiles infligida en los pueblos pakistaníes como consecuencia del lanzamiento de misiles Hellfire.

Al igual que en todos los ataques de ese tipo, los medios estadounidenses repitieron como papagayos las proclamas de funcionarios de inteligencia no identificados en el sentido de que las víctimas del último ataque con misiles eran todos “combatientes”, sin llegar a corroborar en absoluto quiénes eran los muertos.

El periódico de Lahore The News, citando cifras suministradas por funcionarios pakistaníes, informó en abril que habían muerto asesinados 687 civiles en los aproximadamente 60 ataques con aviones teledirigidos lanzados desde enero de 2008. Partiendo de esa tasa de mortalidad, y considerando los ataques casi diarios con aviones robot lanzados desde entonces, los civiles pakistaníes masacrados de esta forma podrían fácilmente haber superado la cifra de mil.

Durante los últimos dos años, el gobierno pakistaní –tanto el del dictador militar Pervez Musharraf como el de su sucesor, el Presidente del Partido Popular de Pakistán Asif Ali Zardari- había desarrollado un modus operandi con Washington en función del cual Pakistán protestaba públicamente por los ataques con aviones robot y exigía que cesaran, mientras por detrás daba luz verde para que prosiguieran.

Los oficiales estadounidenses han venido tratando de hacer pasar los ataques con misiles como un intento de matar a los dirigentes de Al Qaida. Sin embargo, las últimas series de bombardeos se han lanzado específicamente contra elementos de la resistencia afgana a los que las agencias de inteligencia y el ejército de EEUU se refieren como la red Haqqani, llamada así por su dirigente Jalaluddin Haqqani, quien a lo largo de la década de 1980 estuvo operando fuera de ese mismo santuario del norte de Waziristán. Entonces fue uno de los principales receptores de las armas y de la ayuda estadounidense durante la guerra contra el régimen de Kabul alineado con los soviéticos que la CIA apoyó.

Desde que Washington anunció el incremento de tropas en Afganistán, no ha dejado de presionar al gobierno pakistaní para que envíe sus tropas contra el grupo Haqqani y otras fuerzas alineadas con los talibanes afganos que actúan fuera del norte de Waziristán, justo al otro lado de la frontera de Afganistán. Sin embargo, Islamabad se ha negado justificándose en su actual campaña militar en el Sur de Waziristán, que forma parte de las Áreas Tribales Administradas de forma Federal (FATA, por sus siglas en inglés).

La campaña desplegada en el Sur de Waziristán va dirigida contra los insurgentes islamistas pakistaníes a los que se responsabiliza de toda una serie de ataques por el noroeste del país.

Como señalaba el Washington Post, el gobierno pakistaní acordó una tregua con Hafiz Gul Bahadur, señor de la guerra local del norte de Waziristán, a cambio de que mantuviera a sus fuerzas fuera de los combates del Sur.

“Los ataques con misiles sobre su territorio podrían hacer peligrar ese acuerdo”, según el Post, que añadió: “Sin embargo, EEUU indicó ya en el pasado que no vacilaría en lanzar misiles desde aviones robot si llegara a detectar un objetivo importante”.

En las últimas semanas, los comandantes militares y los funcionarios estadounidenses han incrementado las presiones sobre el gobierno pakistaní, advirtiéndole de que si no actuaba en el norte de Waziristán, el ejército estadounidense y la CIA intervendrían unilateralmente.

El New York Times informaba el lunes que el ejército estadounidense estaba haciendo un uso reforzado de sus unidades de Operaciones Especiales clandestinas como elemento clave del “incremento” de Obama en Afganistán. Estas fuerzas –entre ellas la Fuerza Delta del Ejército y los Focas de la Marina- se están dedicando a encontrar y asesinar afganos identificados como dirigentes o simpatizantes de la lucha contra la ocupación de su país que EEUU encabeza.

Los ataques de las fuerzas de Operaciones Especiales cesaron el pasado febrero por orden del jefe del Mando de Operaciones Especiales Conjuntas (JSOC, por sus siglas en inglés), el Vicealmirante William McRaven. Los ataques estaban provocando tantas víctimas civiles que estaban fomentando un gran apoyo popular hacia los insurgentes que superaba en importancia militar al hecho de matar a esos supuestos dirigentes de la resistencia. La suspensión de esas operaciones duró tan sólo dos semanas.

Ahora, el General Stanley McCrystal, el alto comandante estadounidense en Afganistán, ha ordenado que los ataques de esas tropas de Operaciones Especiales se extiendan en la mayor medida posible. Antes de asumir el mando en Afganistán, McChrystal había sido el predecesor de McRaven como jefe del JSOC, donde las unidades bajo su mando estuvieron implicadas en las torturas a los civiles detenidos en Iraq.

El lanzamiento de esas unidades clandestinas contra supuestos dirigentes de la resistencia afgana acarreará sin duda otro aumento notable de las masacres de hombres, mujeres y niños civiles.

El Times informaba también que al otro lado de la frontera con Pakistán, y bajo la dirección de la CIA, se estaban incrementando similares actuaciones de los escuadrones de la muerte.

Citando a un funcionario no identificado de la agencia de inteligencia militar de Pakistán (ISI), el Times informó que durante el pasado año se habían producido “más de sesenta operaciones conjuntas entre el ISI y la CIA en las Áreas Tribales Administradas de forma Federal y en Baluchistán”.

Según el periódico, “esas misiones incluían abducciones -el secuestro de destacados combatientes- y el asesinato de dirigentes”.

El incremento ordenado por Obama implicará una gran escalada de la violencia a ambos lados de la frontera entre Pakistán y Afganistán, así como la intensificación de la crisis social y política que asola a toda la región como consecuencia de la guerra emprendida por Estados Unidos.

Tanto Afganistán como Pakistán estaban incluidos entre los países que se enfrentan a las diez peores crisis humanitarias del mundo en una relación publicada por el grupo de ayuda sanitaria Médicos sin Fronteras, con sede en Francia:

“Durante el pasado año, los civiles afganos tuvieron que soportar niveles cada vez más graves de violencia por todo el país” informó el grupo. “Los combates han puesto al sistema de atención sanitaria del país al borde del colapso y los afganos que necesitan cuidados médicos tienen que enfrentarse ahora a una elección imposible: arriesgarse a viajar cientos de kilómetros a través de una zona en guerra en busca de cuidados médicos o arriesgarse a que su situación empeore hasta que su vida peligre antes de intentar llegar a una estructura sanitaria que sólo cuenta con servicios en un estado de precariedad total”.

“Las fuerzas ocupantes dirigidas por EEUU, en función de ‘sus iniciativas para ganarse los corazones y las mentes’ han cooptado la asistencia médica, ocupado hospitales y arrestado a los pacientes en sus camas” decía el informe.

“Pakistán ha vivido convulsionado a lo largo de todo el año a causa de la intensa violencia” afirmaba el informe, “agravando una situación de por sí desesperada. Por todo el país, la gente carece de atención sanitaria y uno de los rasgos de Pakistán es la alta tasa de mortalidad materna e infantil”.

Según Médicos sin Fronteras, las campañas desplegadas por el ejército pakistaní, azuzado por Washington, han creado más de dos millones de refugiados procedentes del valle de Swat y otros 300.000 del norte de Waziristán. La ofensiva militar obligó al grupo a tener que interrumpir su asistencia médica en el valle de Swat, donde trabajaban apoyando al hospital local y proporcionaban servicios de ambulancia.

Los hospitales y clínicas levantadas en los campos de desplazados de los distritos vecinos estaban “desbordados”, informó el grupo, de pacientes que sufrían “graves heridas como consecuencia de la guerra, entre ellos bastantes niños con heridas ocasionadas por disparos y explosivos”.

El año pasado fue también testigo de un aumento precipitado en la cifra de soldados estadounidenses muertos y heridos. Los muertos en Afganistán entre las fuerzas ocupantes estadounidenses han alcanzado la cifra de 310 desde el comienzo de 2009, el doble que el año anterior. Aproximadamente unos 2.500 soldados estadounidenses resultaron heridos durante el mismo período, muchos de ellos con amputaciones y graves quemaduras y heridas en la cabeza a causa de los atentados con bombas colocadas a los lados de las carreteras.

Como bien saben los comandantes del ejército de EEUU, la llegada a Afganistán de 30.000 soldados estadounidenses y decenas de miles de contratistas militares privados más va a traducirse en un espectacular aumento de las muertes producidas por la guerra emprendida por EEUU que ya dura ocho años.

http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=16675

Leer más...

Paraguay: La insostenible liviandad del ser


29 de diciembre de 2009
Carlos Amir González

Sociedad – Historia En un intemporal dialogo de obra teatral, válido para todas las épocas, los protagonistas dicen:

Uno – Que suerte que nuestra nación tiene una historia constitutiva, para ser una “gran patria”, porque ha sido regada “con la sangre y el heroísmo del martirologio de muchos de sus hombres”.

Dos - ¡Desgraciada la nación que para “ser grande” requiere de regar sus tierras con la sangre de sus hijos, en lugar de que esto sea un proceso de paz y civilización!!


En la guerra de 1865-1870, llamada de la Triple Alianza, en la cual Argentina, Brasil y Uruguay destruyen un proceso de desarrollo autónomo, independiente y nacionalista del Paraguay, el mismo pierde a las ¾ partes de su población masculina.
Ya pasadas tres décadas del siglo XX, en la guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay, el mismo pierde 100.000 hombres. Y en el mismo siglo XX, por más de treinta y cinco años una de las mas terribles dictaduras del Partido Colorado, las Fuerzas Armadas paraguayas, encabezada por el general Alfredo Stroessner, dejó mediante la represión, torturas, muerte, exilios, y la desaparición física de miles, huellas imborrables y hasta indescifrables en el cuerpo de la sociedad y en la dermis cultural de la misma.
Como si lo descripto anteriormente fuera poco, un año antes de finalizar el siglo XX, en marzo de 1999 para ser más preciso, en el contexto de una mentida transición democrática encabezada por los cómplices y mujeres y hombres escombro de la dictadura, se asesinó al vicepresidente de la República, a ocho jóvenes y se hirió con armas de fuego a más de cuatrocientas personas en las plazas del Congreso, donde miles defendían a brazo partido y pecho gentil las limitadas libertades democráticas alcanzadas.
Harto de estar ya harto, ya me cansé…(Serrat).
Con el triunfo de Fernando Lugo en abril del 2008, más que de la frágil y efímera unión electoral de la Alianza Patriótica para el Cambio, el pueblo paraguayo hacía una apuesta a un liderazgo venido de fuera de los partidos políticos, del cual esperaba mucho en lo personal para alcanzar los esperados y tan ansiados cambios de Democracia con un contenido económico, social y de justicia, que finalmente alcanzase a los sectores populares tradicionalmente excluidos de los mismos. Con estas esperanzas depositadas en el liderazgo de Lugo el pueblo volvía a apostar a la persona y no al inicio de un “proceso precedido por una organización política”, esto ya fue así con Filizzola, Laíno, Caballero Vargas, pero el fenómeno responde a causas o razones existentes dentro de la realidad política paraguaya.
De los más de 750 mil votos con los que ganó la alianza, 550 mil reclaman los liberales y los 200 mil restantes se los dividen los fragmentados grupos socialdemócratas o de izquierda que acompañaron el proyecto. Sin embargo hay muchos “colorados” que reivindican haber votado la APC por la puerta de su partido más conservador, o sea el PRLA (liberal). Cuestión esta bastante probable, además de que la conducta política de este partido, con escasas excepciones, ha sido decepcionante en cuanto a sus políticas de derecha, de ponerse al servicio de los sectores oligárquicos, y de continuar siendo funcionales a la oposición colorada y a su vieja alianza con el sector político del general fascista Lino Oviedo.
En lo que hace al Poder Legislativo el gobierno de Lugo es la NADA. En lo que hace al Poder Judicial y de la Justicia Electoral, lo mismo que el Ministerio Público presidido por un hombre de la G.A.A (Grupo de Acción Anticomunista) Rubén Candia Amarilla de la “tierna podredumbre stronista”, estos poderes del estado siguen en manos de hombres y mujeres del “anciano régimen” y las estructuras de funcionamiento de los mismos manejadas por “mafias” articuladamente enquistadas. Hace no mucho, se denunció la existencia de 5.000 “funcionarios fantasmas” en la justicia electoral, para finalmente concluir que los mismos eran operadores de distintas bancadas parlamentarias ¡!!!
El único poder desde donde Lugo podría hacer o poner en funcionamiento un nebuloso plan de gobierno del cual se enumeran seis ejes temáticos, es el Poder Ejecutivo entendido el mismo, que no siempre es así, con su gabinete de ministerios y secretarías con rango de tales. Desde esta perspectiva se pueden notar o anotar algunos logros importantes, el de la Salud Pública que cuenta a su frente con la doctora Esperanza Martínez, que brilla con luz propia y que asumió el cargo con una planificación preconcebida de lo que tenía que hacer y a que colaboradores recurrir, en un área de servicio social de tanta sensibilidad para la ciudadanía. La Secretaría de Acción Social con el sacerdote Pablino Cáceres a su frente también muestra un trabajo responsable y dedicado, pero se tiene que enfrentar a un 2010 de grandes recortes de su presupuesto de parte del congreso, recortes en los cuales los “aliados liberales” jugaron un gran papel. El ministerio de Relaciones Exteriores al mando del doctor Lacognata ha tomado una nueva y buena dinámica. El ministro del Interior, Rafael Filizzola, que funge muchas veces de vocero del presidente Lugo, muy aplaudido por la derecha paraguaya, navega a mi modo de ver bajo las orientaciones del Plan Colombia, y por coqueteos ambientales se habla ya de una futura fórmula Federico Franco (actual vicepresidente) y Rafael Filizzola, en el Paraguay no se gobierna pensando en las futuras generaciones, como corresponde a estadistas, sino que en función de las futuras elecciones.
En lo que hace a un Ministerio de Hacienda, Dionisio Borda ex ministro del colorado Nicanor Duarte Frutos en la misma cartera, no parece querer administrar el “sistema económico” con grandes novedades o rectificaciones siquiera, y apuesta a que todo desarrollismo de futuro esté en dependencia y equilibrio con los “organismos multilaterales de crédito”, no estableciendo ninguna ruptura de “plan económico de cambios” que atente contra las estructuras de la distribución estatuidas durante el reinado del anciano régimen.
El abogado Alberto Alderete del Indert (Instituto Nacional del Desarrollo Rural y de la Tierra) ha expresado…” tomé el cargo queriendo liderar un consenso de los distintos sectores involucrados en el ámbito rural, el parlamento, poder judicial…para iniciar una reforma agraria…la cual entiendo como VIABLE – POSIBLE y NECESARIA…”. Este es el momento en que circulan fuertes rumores en el sentido de que Alderete estaría solicitando su renuncia, o fuertes grupos de presión, la estarían pidiendo. Y Lugo ya demostró su debilidad frente a los gremios empresariales rurales, desistiendo de un compendio y reglamentación de leyes enviadas y rechazadas por el parlamento, sobre cuestiones medioambientales de usos de químicos y formas de la producción agrícola, renunciando a su potestad de aplicarlas por decreto. Los mismos habían amenazado con una forma de manifestación que han aplicado en anteriores oportunidades, llamada el tractorazo, en este caso ni siquiera tuvieron que realizarla, alcanzó con anunciarla, para que Lugo desistiese de aplicar el decreto, en estos momentos se discute en el Congreso una ley que con seguridad, contemplará integralmente los intereses de la gente del “agronegocio”. Uno de los ejes temáticos de la APC, la Reforma Agraria Integral, en un país de modelo Agroexportador, donde la sociedad rural tiene un 50 % de desocupación, donde la agricultura mecanizada ha desplazado a más de 300 mil familias campesinas de la tierra, donde la expansión de la “frontera verde” de Brasil ha exportado 300 mil colonos que con sus familias ya conforman un fenómeno social de 600 mil personas, donde el campesinado pobre y sin tierra ya cumple el anuncio de Barret…”una tierra sin hombres, y los hombres sin tierra”, campesinos pobres e indígenas famélicos deambulan como sombras sobre la tierra por las zonas marginales de los cascos urbanos o pidiendo una moneda o mendrugo en algún semáforo o rejas indiferentes de alguna mansión. Seiscientos empresarios son dueños, explotan doce millones de hectáreas, dentro de las mismas existen siete millones de hectáreas adquiridas en forma “irregular e ilegal” – tal vez cabría el término “delincuencial”. La gente encargada de administrar el catastro territorial, dice que en función de los títulos de tierras existentes, el Paraguay tendría que ser TRES VECES MAS GRANDE. Los esfuerzos del Indert para recuperar tan siquiera 10 hectáreas de estas “tierras malhabidas” han sido infructuosos hasta el momento, encuentran a los propietarios rurales pintados a guerra, con sus ejércitos privados, prohibiéndoles hacer mensuras en sus establecimientos sospechados de tener tierras fiscales, por titulaciones apócrifas o por haber avanzado sus marcas sobre las mismas. El presidente de la Asociación Rural del Paraguay convocó a sus asociados a no permitir estas mensuras.
“Que la ignorancia no te ciegue, que no trafique el mercader con lo que un pueblo quiere ser” (Serrat)
A dieciséis meses de la administración del gobierno de Fernando Lugo, el mismo puede mostrar avances en tres terrenos: el de la universalización y gratuidad de la Salud Pública, triplicación de los royalties provenientes de la hidroeléctrica Itaipú binacional (cuenta con el visto bueno de Lula, requiere de la aprobación del parlamento brasileño) alrededor de 600 millones de dólares anuales, ayuda monetaria a 120.000 familias (de no haberse dado los recortes) a través de la Secretaría de Acción Social…el Instituto de Previsión Social cubre apenas el l5 % de la masa trabajadora, en estos meses han ingresado al mismo 20.000 trabajadores…
A 60 años de haber secuestrado el Estado Paraguayo para los pervertidos intereses políticos, sociales y económicos del Partido Colorado y cómplices de diversos colores y condición social, la labor del actual gobierno parece ímproba y titánica. Con poderes de este Estado absolutamente penetrados y embebidos de corrupción, mafias, mercenarios, como el Poder Legislativo, Judicial, Electoral…con empresarios industriales, comerciales, de las finanzas, del agro acostumbrados a “hacer los que le parece y como les plazca” en materia de evasión impositiva, pago de salarios, cumplimiento de leyes sociales, ambientales…que piensan y actúan todos los días en como incrementan sus fortunas y no en como se desarrolla la nación. Alguien dijo alguna vez que el Paraguay es una nación llena de “piratas sin mar y sin barcos”, estos empresarios lo demuestran consecuentemente.
Existe hoy día una intencionalidad de sectores cooperativos, de trabajadores urbanos y rurales, de intelectuales y técnicos afines a los sectores populares de izquierda, en ir conformando un Espacio Unitario Social y Político que le marque un rumbo más claro y estratégico a las luchas populares y un respaldo más activo, claro y concurrente al actual gobierno. Esta intención está precedida de una génesis de división, caudillismos, electoralismos, infantilismo político, aventurerismos, vanguardismos mal entrazados, desviaciones obreristas, campesinistas, que han ido postergando la aparición de una organización social y política que le dé musculatura y pensamiento teórico al campo popular paraguayo, que hace tiempo está en el escenario de la construcción de su propio destino. Sin embargo quienes hoy determinan la agenda de la historia del presente y futuro del Paraguay son los lúmpenes y mercenarios del poder político y económico del Paraguay, apuntando a un juicio político a Fernando Lugo, como primera parte de un acto que haga retroceder al país sesenta años.
Carlos Amir González es periodista uruguayo residente en Asunción-Paraguay.

Leer más...

Afganistán: Las bajas militares estadounidenses se duplican en un año


29 de diciembre de 2009

Las bajas del Ejército estadounidense en Afganistán se doblaron al cierre de 2009 en relación al año anterior, informó el portal independiente icasualties.org.
Según datos del portal, que se dedica a calcular bajas militares de EEUU y otros países en Irak y Afganistán, para el domingo pasado, 310 soldados estadounidenses perdieron la vida en la República Islámica, mientras al cierre de 2008 esta cifra se situó en 155 militares.
El portal destaca un aumento considerable de bajas de la OTAN y la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán (ISAF). Durante 2009, en el país asiático murieron 506 efectivos extranjeros, frente a los 295 del año anterior.
Las bajas del contingente militar británico, el segundo más importante en el suelo afgano, se incrementaron en 2009 más de doble al alcanzar 106 soldados muertos frente a 51 el año 2008.
Según observadores locales, el recrudecimiento de acciones militares al sur de Afganistán conlleva un aumento de bajas por ambas partes.
A lo largo de 2009, militares extranjeros en Afganistán fueron objeto de 437 ataques armados, de los que 269 correspondieron a explosiones y atentados terroristas.
Las operaciones militares en el país islámico son llevadas a cabo por una coalición internacional bajo el mando de Estados Unidos, así como por la ISAF, bajo el mando de la OTAN. El próximo año 2010, con la llegada de un refuerzo de 30.000 efectivos estadounidenses, el contingente militar extranjero en Afganistán sumará unos 150.000 soldados.
Según icasualties.org, desde 2001 un total de 1553 militares extranjeros perdieron la vida en el suelo afgano.

Leer más...

¿Un monstruo fuera de control?


30-12-2009
Alan Hart
alanhart.net
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

En el primer aniversario del comienzo de la guerra de Israel contra la Franja de Gaza –a mi juicio fue una demostración del terrorismo de Estado israelí en su forma más descarada– no basta con decir que los gobiernos de las potencias occidentales (y otras) son cómplices del continuo castigo colectivo por parte de Israel de 1,5 millones de palestinos, un 53% niños.


Lo que sucede realmente en la Franja de Gaza bloqueada, y de modo menos obvio en Cisjordania ocupada, es la continuación furtiva de la limpieza étnica de Palestina por el sionismo. Mi amigo, el profesor Ilan Pappe, destacado historiador “revisionista” (es decir honesto) y autor de La limpieza étnica de Palestina*, lo diría y lo dice de otra manera. Lo que estamos presenciando es, en sus palabras, “un genocidio a cámara lenta”. Y en eso, realmente, son cómplices los gobiernos de las potencias occidentales (y otros).

La pregunta que provoca en mi mente es: ¿Por qué, realmente, las principales potencias (y otras) permiten que eso suceda?

La única respuesta que tiene algo de sentido es la siguiente. Han llegado a la conclusión, pero no lo pueden decir, de que Israel con armas nucleares, con la ayuda del lobby sionista en todas sus manifestaciones, es un monstruo fuera de control.

En mi análisis es posible identificar el momento histórico en el cual las principales potencias abandonaron toda esperanza que podrían albergar de contener las ambiciones coloniales del sionismo.

Llegó, ese momento, en la secuela inmediata de la guerra de 1967.

Contrariamente a la versión sionista de la historia, fue una guerra de agresión israelí, no de autodefensa. Como documento en detalle en mi libro Zionism: The Real Enemy of the Jews, los dirigentes militares y políticos de Israel sabían que los árabes no tenían la intención de atacar.

Al ser así, lo que las principales potencias deberían haber dicho a Israel (en el lenguaje diplomático de una Resolución del Consejo de Seguridad y más explícitamente tras puertas cerradas) es algo como: “No se puede premiar una agresión. Los agresores no pueden conservar territorio conquistado en una guerra. Ahora se les exige que se retiren de inmediato sin poner condiciones para su retirada”.

Para enfatizar ese punto, podían y debían haber recordado a Israel lo que el presidente Eisenhower dijo al pueblo de EE.UU. cuando exigió la retirada incondicional de Israel del territorio egipcio después de su colusión con Gran Bretaña y Francia en 1956. Eisenhower, el primer y último presidente estadounidense que contuvo al sionismo, dijo lo siguiente: “Si aceptamos que el ataque armado puede lograr adecuadamente los propósitos del atacante, temo que habremos retrasado el reloj del orden internacional. Habremos aprobado el uso de la fuerza como medio para resolver diferencias internacionales y obtener ventajas nacionales… Si la ONU admite una vez que las disputas internacionales pueden resolverse mediante el uso de la fuerza, habremos destruido el fundamento mismo de la organización y nuestra mejor esperanza de establecer un verdadero orden mundial”.

Lo que pasa es que las principales potencias no pudieron decir eso a Israel en 1967 porque el gobierno de Johnson se había coludido con Israel hasta el punto de darle luz verde para la destrucción de las fuerzas armadas de Egipto, con la esperanza de que una humillante derrota llevara al derrocamiento del presidente Nasser.

Pero también es verdad que el presidente Johnson buscó y obtuvo una garantía de que Israel no aprovecharía la situación en la guerra para apoderarse de territorio jordano y sirio. Debido a que algunos en el gobierno de Johnson (probablemente el secretario de defensa McNamara y el Estado Mayor Conjunto) no confiaban en que Israel cumpliría su palabra, el barco espía estadounidense, el Liberty, se situó frente a la cosa de Israel y Gaza para escuchar las órdenes de movimiento del ejército israelí. Y el ministro israelí de defensa Dayan ordenó el ataque contra el Liberty porque no quería que Johnson supiera que se proponía apoderarse de Cisjordania y los Altos del Golán. (La historia completa de ese ataque y del encubrimiento de Johnson del mismo también está en mi libro, en un capítulo titulado “The Liberty Affair – ‘Pure Murder’ on a ‘Great Day’”).

A pesar de eso, las principales potencias, incluyendo a EE.UU. y bajo su dirección, podrían haber actuado firmemente para contener las ambiciones coloniales del sionismo. Podrían haber dicho a Israel algo como: “Podemos apenas tolerar el hecho de que retendréis los territorios árabes recién ocupados como una carta de cambio, para cambiarla por paz con vuestros vecinos árabes, pero no permitiremos que os asentéis en esos territorios. Ni un edificio. Si nos desafiáis en este punto, el Consejo de Seguridad autorizará la acción necesaria para obligaros a cumplir con el derecho internacional”.

Lo que se convirtió en la Resolución 242 del Consejo de Seguridad, fue que las principales potencias no lograron impedir la acción ilegal de Israel de asentarse en los territorios recién ocupados, lo que marca el momento en el que las principales potencias se resignaron al hecho de que el Estado sionista, con la ayuda de su pavorosamente poderoso lobby global, era un monstruo al que no podían controlar. (Podían darle un tirón de orejas de vez en cuando, pero no controlarlo.)

La lección del ataque a sangre fría contra el Liberty fue que no hay nada que el Estado sionista no pueda hacer, a sus amigos así como a sus enemigos, a fin de salirse con la suya. (En mi libro explico, sobre la base de una conversación con Dayan, la verdadera razón de la decisión de Israel de adquirir un arsenal nuclear. Fue para tener la capacidad de amenaza disuasiva de decirles a sus amigos: “No nos presionéis más allá de donde estamos dispuestos a ir o utilizaremos estas cosas”.)

De modo que a la luz de la verdad histórica, en lo que tiene que ver con la generación y la sustentación del conflicto en Palestina, que se convirtió en Israel, no sorprende que las principales potencias (y otras) sean actualmente cómplices, más por omisión que por intención, en los crímenes del sionismo.

* Traducción de Luis A. Noriega, ed. Crítica, 2008.


Alan Hart ha sido corresponsal extranjero de ITN y de Panorama de la BBC. Ha cubierto guerras y conflictos dondequiera que ocurrían en el mundo y se especializó en Oriente Próximo. Autor de: Zionism: The Real Enemy of the Jews: The False Messiah. Tiene su blog en www.alanhart.net



Fuente: http://www.alanhart.net/a-monster-beyond-control/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+AlanHart+%28AlanHart+%28Recent+Posts%29%29

Leer más...

Israel planea construir 700 viviendas más en Cisjordania


29 de diciembre de 2009
RIA NOVOSTI

Israel anunció su plan de construir unas 700 "unidades de vivienda" en Cisjordania, iniciativa que suscitó crítica de la comunidad internacional por dificultar tales acciones la reactivación del proceso de paz en la región.

La ampliación de asentamientos judíos en los territorios palestinos ocupados se considera el mayor obstáculo para reanudar las negociaciones palestino-israelíes, suspendidas hace un año.
El plan supone construcción de apartamentos y casas en las localidades de Pisgat Zeev, Neve Yaakov y Har Homa. Israel considera que son barrios de Jerusalén a los que no se extiende la moratoria de diez meses sobre la construcción, declarada anteriormente.
Los gobiernos de EEUU y Suecia, país que preside ahora la Unión Europea, ya condenaron las acciones de Israel.
"Ninguna de las partes debe emprender acciones que anticipen unilateralmente el resultado de las negociaciones. Ambas partes deben volver a la mesa de negociaciones lo más pronto posible y sin condiciones previas", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs.
A su vez, el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) también reprochó por inactividad a la comunidad internacional.
"El gobierno de Israel de día en día demuestra que no está preparado para la paz. Condenamos la ampliación de asentamientos y esperamos que lo sucedido impulsará acciones por parte de EEUU y otros miembros de la comunidad internacional", dijo el portavoz de la ANP, Nabil Abú Rdainah, citado por la prensa local.

Leer más...

Honduras: El golpe de Estado agrava los efectos de la recesión global


29 de diciembre de 2009

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) indicó hoy que la crisis política de Honduras -que cumple seis meses sin alcanzar un acuerdo antes de la toma de posesión del mandatario electo bajo el gobierno golpista- "amplificó" los efectos de la recesión global en ese país.
Señaló que el golpe de Estado, que derrocó al presidente Manuel Zelaya el pasado 28 de junio, generó también un impacto en la economía del pequeño país centroamericano, altamente dependiente de la ayuda exterior.

El nuevo gobierno deberá enfrentar una situación sumamente difícil, afirmó el organismo de Naciones Unidas, con sede en Santiago.
"Honduras está sumida en una profunda polarización política, y se observan fuertes restricciones a su crecimiento económico, que derivan tanto de los acontecimientos ocurridos en 2009 como de factores estructurales de más largo alcance", aseguró el balance preliminar sobre su economía.
Porfirio Lobo, ganador de las elecciones del 29 de noviembre pasado, efectuadas bajo el gobierno de facto, no es reconocido por la comunidad internacional, pero tomará posesión como presidente en enero, en el contexto de una grave crisis económica.
Según la CEPAL, el Producto Interno Bruto de Honduras culminará el año 2009 en un retroceso de 3 por ciento, contrario a las estimaciones realizadas en julio, que les pronosticaban un decrecimiento de 2,5 por ciento.
El cálculo es más pesimista al elaborado por el Banco Central de Honduras (BCH), que prevé un dato negativo ubicado entre 1 y 2 por ciento.
El BCH ya ha reportado los efectos en la actividad económica en el período enero septiembre, y destaca una contracción de 34,7 por ciento en la construcción, "afectada por falta de financiamiento y la disminución de entradas de capital a través de la inversión extranjera directa", que registra una caída de 40 por ciento.
En general, la actividad económica hondureña se ha contraído 3,2 por ciento hasta septiembre, lo que según el BCH "refleja los efectos negativos ocasionados por la recesión mundial, así como la incertidumbre generada por la crisis política interna".
El derrocamiento de Zelaya provocó el cese casi inmediato de la entrega de millones de dólares en ayuda internacional que llegaban al país desde la Unión Europea, Estados Unidos, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, entre otros.
"Ante la caída de los ingresos y la imposibilidad de conseguir financiamiento externo, se incrementó la deuda flotante y el endeudamiento interno", concluyó la CEPAL, y apuntó que la deuda interna creció casi 80 por ciento, al pasar de 3,5 por ciento del PIB en 2008 a 5,9 por ciento en 2009.
La falta de ingresos desde el exterior, con una baja de 11 por ciento en las remesas, empujó un mayor déficit gubernamental que pasó de 2,4 por ciento a 4,5 por ciento del PIB.
El G-16, grupo de países y organismos cooperantes con Honduras, pidió "a todas las partes involucradas" redoblar esfuerzos para resolver la crisis política y emprender un proceso de reconciliación nacional tras el derrocamiento de Manuel Zelaya el 28 de junio pasado.
Este grupo reconoció, en un comunicado, los "gestos de buena voluntad" hechos en busca de solución a la crisis, y subrayó su interés en que se normalicen las relaciones de Honduras con la comunidad internacional, que no reconoce al gobierno de facto ni las elecciones efectuadas fuera del sistema democrático.

Leer más...

25 Muertos en un Atentado en Pakistán contra una Procesión Shií


Al-Manar
29/12/2009

25 personas fueron martirizadas y otras 50 resultaron heridas cuando un coche bomba alcanzó una procesión de fieles que conmemoraban el día de Ashura en la ciudad pakistaní el lunes, dijo un alto responsable pakistaní.

“Al menos 25 personas han muerto y otras 50 han resultado heridas, según la información que hemos recibido,” dijo el ministro del Interior, Rehman Malik, al canal de televisión privado Geo.

Pakistán desplegó a decenas de miles de policías y paramilitares y puso al Ejército en estado de alerta para proteger a las procesiones masivas de fieles que comemoraban la muerte del Imam Hussein (la Paz sea sobre él) en el s. VII.

El primer ministro de Pakistán, Yusuf Raza Gilani, condenó rápidamente la explosión e hizo un llamamiento a la calma.
Éste fue el segundo atentado con bomba que marcó las celebraciones de Ashura en Pakistán después de que un atacante suicida de hiciera volar a sí mismo en el exterior de una mezquita shií en la Cachemira administrada por Pakistán matando a siete personas el domingo.

Leer más...

Qardawi: el Muro de Egipto es un Crimen y un Acto Prohibido por el Islam


Al-Manar
28/12/2009

El presidente de la Unión Internacional de Sabios Musulmanes, Sheij Yusuf al Qardawi, criticó el polémico muro que Egipto ha estado construyendo a lo largo de su frontera con Gaza y lo calificó de “crimen injustificable” y de “acto prohibido por el Islam.”

Sheij Qaradawi dijo, en una declaración, que el Muro de hierro que Egipto está construyendo intenta “presionar a los palestinos de Gaza para que se rindan a Israel.”
“Lo que Egipto está construyendo estos días en su frontera con Gaza es un acto prohibido desde una perspectiva islámica,” dijo el prominente sabio islámico. “Este acto busca aislar por completo Gaza y reforzar el bloqueo impuesto contra su pueblo para que ceda ante las demandas israelíes,” dijo Sheij Qardawi.

“Cuando las noticias de la existencia de este Muro fueron por primera vez transmitidas, yo no las creí. Pensé que era sólo un intento de crear un foso entre Egipto y los palestinos. Pero, más tarde, se vieron confirmadas y esto supuso un trágico shock para mí,” enfatizó Sheij al Qardawi.

Sheij al Qardawi llamó también al gobierno egipcio a abrir su punto de cruce en la frontera con Gaza señalando que la apertura de la frontera era “un deber religioso y legal” de Egipto hacia el pueblo de Gaza. “Rafah es la única línea de vida para el pueblo de Gaza. Egipto debe abrirlo en lugar de buscar asfixiar a los palestinos y colaborar con otros para matarlos.”

El sabio pidió tanto a la Liga Árabe como a la Organización de la Conferencia Islámica (OCI) que presionen a Egipto para detener la construcción del Muro. “El Muro es una medida ciento por ciento en contra de los palestinos y juega al ciento por ciento a favor del enemigo israelí,” concluyó.

Leer más...

Líbano: Abren fuego contra aviones de combate israelíes



29 de diciembre de 2009

El Ejército libanés abrió el martes fuego contra cuatro aviones de combate israelíes Phantom que volaban a una baja altitud sobre el sur del Líbano, según informó la agencia Nacional de noticias de este país.
El reporte señaló que el Ejército libanés abrió fuego el martes por la mañana contra los aviones de combate, los cuales volaban sobre la ciudad de Hasbaya, en el sur del país, forzando a los aeroplanos israelíes a abandonar el espacio aéreo libanés.

Los aviones de guerra israelíes entraron al espacio aéreo libanés sobre Arkoub, Hasbaya y el occidente de Bekaa, en medio de vastas actividades terrestres por parte del Ejército del Estado hebreo en las Granjas de Shebaa, agregó la fuente.

El Líbano acusa a Israel de ingresar ilegalmente en su espacio aéreo diariamente, señalando que es una violación de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la cual puso fin a la guerra de Israel contra el grupo armado libanés chiíta de Hezbolá en 2006, estableciendo un grupo de mantenimiento de la paz para vigilar el armisticio a lo largo de la frontera.

El mes pasado, el Líbano abrió fuego contra un avión de reconocimiento no tripulado de Israel, el cual viajaba sobre su territorio, lo que lo forzó a abandonar el territorio aéreo libanés.

Leer más...

Yemen en la mira de EE.UU


30-12-2009
Gary Leupp
CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

El intento de atentado del día de Navidad del nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab renueva la atención por Yemen como base del terrorismo internacional. Incluso si resulta que la historia del joven, no corroborada hasta ahora, sobre su visita a Yemen y la obtención de productos químicos explosivos resulta una fantasía; al Qaeda en Yemen y la reacción del gobierno de Sana’a (incluidos los ataques aéreos contra “bastiones de al Qaeda” del 17 y del 24 de diciembre, en los que murieron supuestamente 60 ‘militantes’) están ahora en las primeras planas.

El New York Times presenta a Yemen como un “Estado inestable con múltiples retos a la seguridad y un compromiso incierto de combatir a extremistas que ven sus principales enemigos en Occidente” lo que causa “desasosiego” a los responsables en EE.UU. Según Middle East News el jefe nacional de seguridad de Yemen, Mohamed al-Anisi, ha declarado que sus fuerzas cooperan con Washington en ataques contra presuntos campos de al Qaeda en el sur del país. (Un movimiento secesionista local, no relacionado con al Qaeda, limita particularmente el poder del Estado.)
El ataque más reciente en la provincia Abyan se proponía, entre otras cosas, matar a Anwar al-Awlaki, el clérigo nacido en EE.UU. quien, según se informa, correspondía por correo electrónico con el pistolero de Fort Hood, mayor Nidal Malik Hasan, y lo elogió posteriormente en su sitio en Internet. Pero amigos y parientes dicen que al-Awlaki, a quien funcionarios de EE.UU. califican de importante agente de al Qaeda, está libre y bien.
“Se piensa que el ataque aéreo también mató a Naser Abdel-Karim al-Wahishi, líder de las operaciones de al Qaeda en Arabia Saudí,” según Times Online. También parece que mató a algunos niños, provocando un gran mitin en el cual miembros de al Qaeda hablaron abiertamente. Este vídeo de al Jazeera muestra la escena.
El Times informa de que mientras “Yemen ha sido siempre un caldo de cultivo de sentimientos antioccidentales… hace algunos años un grupo de insurgentes musulmanes de la línea dura en Yemen, de los que se dice que fueron responsables de los ataques contra el USS Cole en 2000 y el secuestro y muerte de turistas occidentales dos años antes, parecía haberse extinguido después de una violenta acción del gobierno. Sin embargo, este año apareció en Yemen un grupo que se llama Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP por sus siglas en inglés). Unió a yihadistas de Arabia Saudí con activistas locales y ha sido responsable, o ha influido en múltiples ataques en Oriente Próximo y más allá.”
Esto sugiere que las acciones del gobierno yemení emprendidas por orden de EE.UU. han producido una al Qaeda que no existía antes. No hay nada mejor que bombardeos aéreos o ataques con misiles para producir el odio radical y la cólera, que alimentan a al Qaeda.
Al Qaeda es un concepto así como una organización y parece concebida para alentar organizaciones que la imitan, como “Al Qaeda en Mesopotamia” otrora dirigida por el misterioso Abu Musab al-Zarqaui, Al Qaeda en el Magreb Islámico, y tal vez la difunta Ansar al-Islam en el Kurdistán iraquí. No tienen que tener contacto con un comando central, Osama bin Laden o el líder número dos de al Qaeda Ayman al-Zawahiri. Bin Laden ha comprendido hace tiempo que al atacar a EE.UU. en 2001 provocó una reacción estadounidense que refleja por completo la historia de violencia y racismo del país, que probablemente provocó más resentimiento musulmán, debilitó la seguridad de EE.UU. y validó su proyecto ante millones de personas.
Todos sabemos que el ataque a Iraq, basado en mentiras, no sólo produjo indignación global (no sólo entre musulmanes) sino que creó al Qaeda de al-Zarqaui. Hizo que al-Zarqaui, quien realmente tenía diferencias con al Qaeda, se le uniera y se proclamara al servicio de bin Laden. Semejantes noticias deben haber provocado un profundo placer al líder fugitivo, lejos, en su caverna. Aunque EE.UU. logró abrir una brecha entre los militantes suníes que se le oponen y al Qaeda, explotando el resentimiento popular contra el puritanismo de mano dura de esta última y sobornando a los primeros, está involucrado en una guerra impopular que ha matado a 4.371 soldados.
Ahora está enmarañado en una segunda guerra impopular, más dura que la primera. Afganistán ha sido una brillante historia de éxito para bin Laden. Sus aliados, los talibanes, resurgen, y afirman que controlan un 80% del país, y su vástago Tehreek al-Islam en Pakistán está causando dolores de cabeza a ese Estado laico.
En ese contexto apareció AQAP para desafiar al régimen yemení, explotar las divisiones étnicas en el país, provocar la sangrienta reacción de EE.UU. que por su parte provocará la cólera que se ve en el vídeo de al Jazeera. Todo tiene que ver con el ciclo de violencia: utilizar la tendencia a la fuerza de los estadounidenses para dividir el mundo entre musulmanes por un lado y fuerzas pro estadounidenses por el otro. Es la estrategia de al Qaeda por la resurrección del Califato y la destrucción de la nación responsable de tanto sufrimiento musulmán.
(Como muchos han observado, la cólera podría disminuir si se reduce el apoyo a Israel y su ocupación de tierra palestina, pero Obama ha mostrado que no le apetece tener una querella pública con los israelíes.)
Hay que considerar la historia de las relaciones de EE.UU. con Yemen posteriores al 11-S. El presidente Ali Abdullah Saleh, cuando le ordenaron estar “con nosotros o contra nosotros” cumplió una exigencia de EE.UU. y envió fuerzas gubernamentales a la aldea al-Hosun el 18 de diciembre de 2001 para intentar la captura del presunto miembro de al Qaeda Mohammad Hamdi al-Ahdal y otros veinte individuos. El intento fue un desastre; 18 soldados del gobierno murieron a manos de fuerzas locales, y murieron cuatro aldeanos, pero no capturaron ni eliminaron a ningún miembro de al Qaeda.
EE.UU. luego pasó a exigir que Yemen aceptara 200 entrenadores para el ejército yemení, cuyo despliegue se anunció el 3 de enero de 2002. Dick Cheney, después de reunirse con Saleh en marzo declaró que iban como respuesta a una solicitud del gobierno de Yemen. Pero el 11 de abril Saleh declaró a al-Jazeera: “En cuanto a los expertos estadounidenses en seguridad contra el terror y el equipamiento técnico, no somos nosotros los que los hemos solicitado. Es el gobierno de EE.UU. que dijo ‘demuestren su sinceridad y dejen entrar a los expertos’ así que los dejamos entrar.”
Mientras tanto el embajador de EE.UU. se comportaba como un administrador colonial, y planteaba más exigencias. Sólo días antes de la conversación de Cheney con Saleh el gobernante General People's Congress (GPC) acusó al embajador de EE.UU., Edmond Hull, de “interferir” en los asuntos internos y amenazó con expulsarlo. “Desde que fue nombrado (septiembre de 2001), el embajador Edmond Hull se ha comportado como un alto comisionado, no como un diplomático en un país que se opone a toda forma de interferencia” por un Estado extranjero, dijo el semanario Al-Mithaq.
“Edmond Hull adopta una conducta muy altanera, muy alejada de sus deberes diplomáticos, cuando habla con ciertos responsables yemeníes,” agregó el periódico. Al-Mithaq instó a Hull a “respetar a Yemen para no convertirse en persona non grata.”
Podría haber agregado, y para no convertirse en un reclutador para al Qaeda. Un grupo llamado “Simpatizantes de Al Qaeda” apareció, por lo visto espontáneamente en abril de 2002 y comenzó a realizar atentados con bombas que habían disminuido unos años antes. Pero en cierta forma al Qaeda ha vuelto de verdad. Muchos de sus militantes son de Arabia Saudí y hay informes de que centroasiáticos son enviados a Yemen, pero tienen que trabajar con simpatizantes locales. ¿Qué crea más simpatizantes que asesinar con misiles a niños?
Ocho años después de que Bush-Cheney exigieron y recibieron cooperación yemení en la “Guerra contra el Terror” Yemen y la vecina Somalia se están convirtiendo en un centro de al Qaeda. Algo funciona mal.
O más bien, las cosas funcionan bastante bien para bin Laden y su causa.
………
Gary Leupp es profesor de historia en la Universidad Tufts, y profesor adjunto de Religión Comparativa. Es autor de “Servants, Shophands and Laborers in the Cities of Tokugawa Japan”; “Male Colors: The Construction of Homosexuality in Tokugawa Japan”; e “Interracial Intimacy in Japan: Western Men and Japanese Women, 1543-1900”. También colaboró con la despiadada crónica de CounterPunch sobre las guerras en Iraq, Afganistán y Yugoslavia: “Imperial Crusades.” Para contactos escriba a: gleupp@granite.tufts.edu
Fuente: http://www.counterpunch.org/leupp12282009.html

Leer más...

Venezuela: El presidente Hugo Chávez denuncia una eventual agresión de Colombia y Estados Unidos


29 de diciembre de 2009

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó ayer a los gobiernos de Colombia y Estados Unidos de preparar una agresión contra el territorio venezolano con el objetivo de desestabilizar a su gobierno.
La afirmación la hizo el jefe de Estado durante el acto de salutación de fin de año a las unidades militares del Fuerte Mara, en el estado Zulia (noroeste).

Durante la ceremonia el mandatario inauguró dos nuevas unidades militares y mostró fusiles rusos para francotiradores, tras lo cual denunció los planes de Colombia y Estados Unidos de agredir al territorio venezolano.

Chávez aseguró que Colombia comenzó una guerra verbal al denunciar que en territorio venezolano se escoden líderes de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), instalados en campamentos que son protegidos por el ejército y Guardia Nacional de Venezuela.

El presidente venezolano negó tal afirmación y afirmó que su gobierno no acepta en su territorio a ninguna fuerza militar extraña, ni tampoco grupos guerrilleros.

Sostuvo que Colombia pretende desestabilizar a Venezuela y prepara un "falso positivo", en alusión a los civiles que son asesinados y presentados como guerrilleros caídos en combate ante los medios de comunicación.

Explicó que es costumbre que fuerzas militares colombianas secuestren a grupos de jóvenes que luego de ser asesinados en las montañas los visten y les ponen fusiles en las manos, para después presentar el caso como un gran éxito del gobierno colombiano.

Chávez afirmó que Colombia, con la ayuda de Estados Unidos, prepara una trampa similar para lanzar un ataque en territorio venezolano.

"No queremos guerra con nadie", agregó el mandatario, quien en el acto estuvo acompañado por el vicepresidente y ministro de la Defensa, Ramón Carrizález, además de varios miembros del gabinete Ejecutivo y diputados de la Asamblea Nacional.

Chávez repudió que el gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe haya entregado el territorio colombiano a Estados Unidos, al permitir la instalación de bases militares norteamericanas e insistió que "Colombia es enemiga de Venezuela".

El presidente Hugo Chávez se pronunció por la paz, al tiempo que anunció la llegada de tanques rusos a Venezuela para el próximo año

Leer más...