jueves, 29 de abril de 2010
Embajador de EEUU en Moscú se inquieta de la venta de armas de Rusia a Venezuela pero no dice nada de las bases militares que implanta su país en Colo
John Beyrle embajador de EEUU en Rusia y militares de EEUU en una base en Colombia.
EUU reconoce «el derecho de Rusia a tener relaciones con Venezuela y venderle armas» pero le preocupa que Caracas compre material bélico «en cantidades superiores a las de sus vecinos latinoamericanos» [aviones pero también fusiles y carros blindados], manifestó el embajador estadounidense en Moscú, John Beyrle, en una entrevista publicada hoy por el diario Moskovski Komsomolets.
Beyrle rehusó comparar la cooperación técnica militar ruso-venezolana con el suministro de armas estadounidenses a Georgia al recordar que esta nación caucásica «participa de forma muy sustancial en nuestra lucha común contra el terrorismo en Irak y Afganistán».
Al mismo tiempo, señaló que la relación entre Moscú y Washington «sería mucho más fuerte, si ciertos elementos en ambos países se preocuparan menos por la cantidad de armas y ejercicios militares en Venezuela o por el número de los políticos estadounidenses que visitaron Tbilisi», la capital de Georgia.
La relación entre EEUU y Rusia, a su juicio, tiene «una dimensión infinitamente mayor«» y «algunas cosas deben enfocarse en perspectiva».
Sin embargo el embajador estadounidense John Beyrle no dice nada acerca del verdadero problema [que los EEUU han] generado en Latinoamérica y especialmente en Colombia, el derecho a armarse para defenderse proviene de la actitud norteamericana de implantar bases militares a gran escala en Colombia.
Por otro lado la alianza entre Washington con el régimen de Bogotá —un gobierno que desde hace años no respeta los derechos humanos— y lleva una política de terrorismo estatal, de paramilitarismo e incluso de genocidio.
Además está comprobado que el dinero del narcotráfico generado por la cocaína colombiana se invierte en los EEUU [Miami] y que su principal socio político [o títere], es decir el actual presidente colombiano Álvaro Uribe, fue fichado por los mismos servicios norteamericanos como implicado en el narcotráfico.
Colombia conoce actualmente varios escándalos que están sacudiendo al país.
Está claro para los analistas militares latinoamericanos que EEUU utiliza a Colombia como un portaviones para el control de América Latina, e incluso Brasil y Chile están preocupados de la actitud de la administración Obama y como respuesta a esta intromisión anacrónica han creado el UNASUR, un sistema de defensa colectivo latinoamericano, cosa nunca antes vista en la región.
La ceguera estadounidense les impide ver la realidad que América Latina quiere progresar y desarrollarse y para ello necesita soberanía. Los tiempos has cambiado. Latinoamérica no soporta más los Pinochet. Las mentalidades y aspiraciones de los pueblos han cambiado.
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