jueves, 29 de abril de 2010
El Tribunal Constitucional pide respeto
28-04-2010
Rebelión
María Emilia Casas, la presidenta del Tribunal Constitucional, se ha puesto seria. En una conferencia en el Club Siglo XXI, ha denunciado la "desproporcionada e intolerable campaña de desprestigio emprendida desde ciertos sectores políticos y mediáticos" hacia el Tribunal que preside. Ha calificado las críticas de interesadas e incluso irracionales, y ha acabado pidiendo respeto.
La verdad es que no doy crédito a mis ojos. ¿La Presidenta del Tribunal Constitucional pide respeto? Y me pregunto: Respeto ¿de quién? ¿De quién el Tribunal Constitucional no respeta?
Respeto ¿por qué? ¿Porque en vez de comportarse como una institución seria se juegan con dados marcados el resultado de una ponencia?
Respeto ¿para quién? ¿Para unos magistrados cuyo cargo expiró hace años y siguen aferrados a sus sillones musicales? (si no se objetan o recusan, con gran falta de respeto por parte de quienes deberían dar ejemplo)
Respeto ¿para qué? ¿Para hacer un favor a los amigos de las gaviotas o de los talantes esquivos? ¿O es que todavía alguien se cree que el Tribunal Constitucional no está "bipartidizado" hasta las cachas?
El respeto no se impone ni por jerarquía ni por mandato constitucional. El respeto lo recibe quien es mínimamente respetable. No se puede jugar durante años con lo que aprueban dos Parlamentos (DOS, el catalán y el español), con lo que vota el pueblo de Catalunya, no se puede ir deshojando una margarita emponzoñada, y en la última fase de la farsa, cuando ya nadie se cree su rigor y competencia, pedir respeto.
Respeto deberían tener ellos por la división de poderes que es fundamental en democracia. Respeto deberían tener ellos por la historia. Respeto deberían tener por la soberanía popular. ¡Venga ya, y que dimitan todos de una vez!
Porque motivos no faltan: el pasado 16 de abril, el Tribunal Constitucional rechazaba por seis votos a cuatro el quinto borrador de resolución sobre la inconstitucionalidad del Estatut presentado por la magistrada Elisa Pérez Vera. En este borrador, tan "blando" que no fue aprobado, se anulaban una quincena de artículos y se condicionaba la constitucionalidad de otros veinte a la interpretación que se les de en las leyes que desarrollen el texto estatutario. A mi, mucha anulación me parece. Sin embargo, si el insaciable empeño anti-Estatut de los guerreros sin antifaz del Constitucional hubiera cedido un ápice, en estos momentos ya tendríamos en Catalunya un Estatut recortado, condicionado... y un problema político importante. Pero mientras no haya decisión por mayoría, la mayor parte del problema lo tienen ellos. Y este problema mina su credibilidad, y su respetabilidad... si es que queda algo. Por lo que a mi se refiere, la dignidad de las señoras y señores del Tribunal Constitucional sólo se me manifiesta en sus salarios.
Y para que vean hasta dónde llega el esperpento, lo repito para que quede bien claro: quien es ahora el encargado de redactar el enésimo intento de ponencia se llama Guillermo Jiménez, es catedrático de Derecho Mercantil, (lo han leído bien, de Derecho Mercantil). Y aunque no por mercantilista no puede saber mucho o poco de Derecho Constitucional (que poder, puede, aunque no deja de ser curioso) su mandato expiró a finales de 2007. Sí, también lo han leído bien. En el 2007.
Y el Partido Popular que inició toda esa "commedia buffa", debería llevarse a sí mismo, a sus octavillas xenófobas de ayer de Badalona de las que hoy reniega, a sus Gürtels, a sus privatizaciones y a su guerra de Irak ante Tribunales de verdad, y no de atrezzo... A ver cuanto tiempo les dura seguir emponzoñando la política.
Lo que les decía: el respeto empieza respetando a los demás y respetándose a uno mismo. Por no hablar ya de que quien es respetable de verdad no precisa ni siquiera pedir respeto.
http://angelsmcastells.nireblog.com
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