jueves, 31 de diciembre de 2009

Mucho más que buenos vecinos


EN RABAT. Jose Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Angel Moratinos y Mohammed VI.

Acuerdos económicos y geoestratégicos marcan las buenas relaciones de la UE y el Estado español con Marruecos. A cambio el reino alauita es una pieza clave para el control migratorio y la seguridad.
Ramón Couso,
Madrid
Miércoles 23 de diciembre de 2009.
El nuevo acuerdo comercial entre la UE y Marruecos en el ámbito agroalimentario y pesquero o la charla en Madrid, con el patrocinio de BT, Asisa y Red Eléctrica Española, del ministro de Asuntos Económicos alauí en el Nuevo Economía Forum muestran las estrechas relaciones entre los reinos español y marroquí. Ambos también coincidieron el día en que Haidar regresaba a El Aaiun. En el acuerdo, la Comisión Europea anunciaba la rebaja de los aranceles a productos marroquíes, mientras que Salaheddine Mezouar destacaba el impacto positivo que tendría para la economía española la inversión en su país. Sus mejores bazas: suelo a bajos precios para la construcción o subvenciones para la inversión en energías renovables.

En este aspecto, la balanza comercial es claramente favorable a España entre 1999 y 2008: España ha invertido 3.263 millones en Marruecos, frente a los 17,3 millones procedentes del reino marroquí en España en ese mismo periodo.

El pacto agrario es el último de una serie de acuerdos comerciales y de beneficios diplomáticos y políticos que conforman un trato privilegiado a Marruecos. Todo ello complementado con “un armazón de intereses, confesables e inconfesables, que van desde la venta de armas hasta los centros secretos de detención para presuntos terroristas (Haidar estuvo cuatro años desaparecida en la siniestra “cárcel negra”), pasando por el tráfico de drogas y los negocios inmobiliarios entre sus respectivas oligarquías”, denuncia el periodista Rafael Cid.

Como primer paso en la cimentación de esta relación, Rabat lleva décadas vendiendo el derecho de acceso a sus caladeros, incluidas las aguas del Sáhara Occidental, a los barcos españoles y europeos ver DIAGONAL nº 114. El Acuerdo de Cooperación sobre Pesca Marítima entre ambos reinos de 1983, sucesor del suscrito en 1977, es el primer peldaño de relevancia para el desarrollo de las relaciones económicas bilaterales.

En paralelo a estas relaciones comerciales, se han ido constituyendo pactos políticos para el acercamiento entre ambas riberas del Mediterráneo, como el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre ambos reinos firmado en 1991, año del alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario para celebrar un referéndum.

Gracias al recorte del principio de Justicia Universal aprobado recientemente, con el acuerdo de PSOE y PP, se han anulado las denuncias que desde hace años había en la Audiencia Nacional contra el régimen de Mohamed VI por las torturas y desapariciones en sus cárceles de saharauis; se ha impedido que la denuncia de Aminatou Haidar por su deportación fuera admitida; y tampoco Hosni Benslimán, jefe de la gendarmería marroquí responderá ante la Audiencia a pesar de que recientemente un juez de París dictara contra él una orden de detención internacional como presunto responsable en 1965 del asesinato en Francia de Ben Barka, líder de la oposición socialista. En cambio, Benslimán fue condecorado en España con la Gran Cruz de la Orden Isabel la Católica en 2005.También a nivel político destacan iniciativas posteriores como el Proceso de Barcelona (1995) o su heredera, la Unión por el Mediterráneo (2008), dirigidas en conjunto a los países de la ribera sur del Mediterráneo, pero que siempre han tenido en Marruecos uno de los referentes, puesto que el régimen alauí es una pieza clave de la UE para la externalización del control de fronteras y para la seguridad.

Aunque Marruecos ejerce de colchón ante el viaje hacia el norte de migrantes subsaharianos, no duda en facilitar su paso hacia Ceuta, Melilla y Canarias como medida de presión política.

Un trato preferencial

Otros acuerdos son el de asociación UE-Marruecos de 1996, que entró en vigor en el año 2000, o el Estatuto Avanzado de 2008. Estos textos serían únicamente acuerdos simbólicos de no ser por que abren la puerta a una profundización radical de las relaciones y a las compensaciones que obtendría Marruecos.

Por ejemplo, el Estatuto Avanzado recoge en su texto la futura firma de un Acuerdo de Libre Comercio e incluso fija la fecha de 2012 para su culminación. También establece el “acceso a los medios comunitarios de financiación apropiados” que podría traducirse en alguna fórmula para la concesión de fondos estructurales a Marruecos. Una de las opciones planteadas para presionar al reino de Mohamed VI es la eventual suspensión de este proceso abierto con el Estatuto Avanzado. En cualquier caso, “mandaría indudablemente un mensaje de insatisfacción de la UE con Marruecos”, explica Iván Martín, del Instituto Complutense de Estudios Internacionales.

Como contrapeso, Marruecos no cuenta con el apoyo unánime de los Estados de la Unión, ya que “por sí solo, Marruecos cuenta con muy pocos elementos de presión”, aseguró Martín. El Gobierno español ocupa la presidencia de turno de la UE en el primer semestre de 2010, durante la que se celebrará además la I Cumbre UE-Marruecos, así como la II Cumbre de la Unión por el Mediterráneo. Desde esta posición privilegiada, España tendrá, indicó Martín, la responsabilidad total de “impulsar, o no, estas vías abiertas que sin duda son de un interés estratégico para Marruecos”.

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El mercado lucrativo de los ‘call center’
R.C. Las empresas españolas también se han instalado en Marruecos aprovechando los menores costes laborales. Así Atento, una filial de Telefónica participada por el BBVA, está establecida en Marruecos desde 2000 y en sus centros de Casablanca, Tánger, Mequinez y Tetuán emplea a unos 3.000 trabajadores que cobran aproximadamente 3.500 dirhams al mes, es decir, unos 308 euros. Cada vez que llames a la DGT, a Transmediterránea o a cualquier número de información de Telefónica probablemente estés hablando con Marruecos, aunque Atento tiene también call centers en Colombia, Perú y Uruguay. BBVA y SCH también tienen presencia en Marruecos mediante la propiedad de participaciones en bancos locales, mientras que Inditex, El Corte Inglés o Cortefiel cuentan con plantas de producción de confección y electrónica. Otras grandes empresas como Endesa, Ferrovial, Iberdrola, FCC o Gas Natural también tienen intereses en Marruecos.

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