viernes, 9 de octubre de 2009

Proyecto Censurado (Capítulo V): Emergencia por la Verdad: Adentro del imperio militar-industrial-mediático (Parte I)


7 de octubre de 2009
Peter Phillips - Mickey Huff
Traducción de Ernesto Carmona (especial para ARGENPRESS.info)

Cuando aparecen las noticias, la visión corporativa es “objetiva”, todo lo demás es “propaganda”.
Studs Terkel

(Primera parte del Capítulo 5 de “Censored 2010”, puesto a la venta en las librerías de EEUU el 30 de septiembre de 2009).

Entre las más importantes historias periodísticas del Proyecto Censurado durante la última década, se encuentra el hecho ocultado de la muerte de más de un millón de personas en Iraq a causa de la invasión y ocupación militar de EEUU.

Esta cifra, por supuesto, no incluye el número de muertes de la primera Guerra del Golfo, ni las consecuencias de las sanciones económicas aplicadas a Iraq como nación, que combinadas causaron la muerte de cerca de otros dos millones de iraquíes. En la actual guerra en Iraq, iniciada en marzo de 2003, más de un millón de personas murió violentamente sobre todo por los bombardeos de EEUU y la incursión de patrullas en los vecindarios. Éstas fueron muertes superiores al índice normal de mortalidad civil bajo el gobierno anterior. Los líderes militares y las élites políticas de EEUU abandonaron el recuento de los muertos incluso antes que comenzara la invasión iraquí.


En una entrevista con reporteros a fines de marzo de 2002, cuando la guerra antiterrorista estaba en su infancia, el general Tommy Franks de EEUU indicaba: “Ustedes saben que no hacemos recuentos de víctimas” (1). Afortunadamente, otros lo hicieron para conocer los costos humanitarios de la guerra del imperio.


En un informe de enero de 2008, la encuestadora británica Opinion Research Business (ORB) divulgó que su “investigación confirma nuestra estimación anterior que ha muerto más de 1.000.000 ciudadanos iraquíes como resultado del conflicto que comenzó en marzo de 2003. Ahora estimamos que el número de víctimas mortales entre marzo de 2003 y agosto de 2007 es probable que haya llegado al orden de 1.033.000. Si se toma en cuenta el margen de error asociado a los datos de encuestas de esta naturaleza, entonces la gama estimada se encuentra entre 946.000 y 1.120.000”. (2)


El informe de ORB apareció en los talones de dos estudios anteriores conducidos por la Universidad Johns Hopkins, publicados en el diario médico The Lancet, que confirmó las cifras de sobre continuación de muertes masivas en Iraq. Un estudio hecho por el Dr. Les Roberts entre el 1 de enero de 2002 y el 18 de marzo de 2003 puso en 100.000 las muertes civiles en aquel período. Un segundo estudio publicado en The Lancet documentaba en octubre de 2006 la muertes de 650.000 civiles en Iraq a partir del comienzo de la invasión de EEUU. El estudio de 2006 confirma que el bombardeo aéreo estadounidense sobre vecindarios civiles causó más de un tercio de estas muertes y más de la mitad de tales crímenes de guerra son atribuibles directamente a las fuerzas de EEUU.


Es innegable la magnitud de más de un millón de muertes y la explosión de una extensa crisis de refugiados. La continua ocupación de las fuerzas de EEUU ha garantizado un índice de mortalidad total mensual de miles de personas, en una carnicería tan severa y concentrada que se compara con las matanzas más atroces de la historia de mundo. Además, sobre Iraq se han arrojado más toneladas de bombas que en toda la II Guerra Mundial (3).


El pueblo estadounidense hace frente a un serio dilema moral. Las muertes y crímenes de guerra se han conducido en nombre de EEUU de América. Con todo, la mayoría de los norteamericanos no tienen ninguna idea sobre la magnitud de las muertes y tienden a creer que las víctimas son apenas unos pocos miles y, sobre todo, de iraquíes que matan a otros iraquíes. Los grandes medios corporativos tienen gran parte de la responsabilidad.


Las preguntas que surgen entonces son ¿cómo en Estados Unidos de América puede existir tal ignorancia total y darse ese tremendo engaño de los medios corporativos? y ¿qué impacto provocan en los movimientos por la paz y la justicia social en el país? (4)


Emergencia por la verdad y reforma de los medios


En EEUU hoy alcanzó su extremo la grieta entre la realidad y la información. No sólo hay un simple hueco de credibilidad, sino una emergencia real por conocer la verdad. Los norteamericanos no pueden tener acceso a la verdad sobre los problemas que más afectan a sus vidas por confiar en los grandes medios corporativos. La emergencia por la verdad es la culminación de los fracasos del cuarto poder del estado para actuar verdaderamente como prensa libre.


Esta emergencia por la verdad existe no sólo como resultado de elecciones fraudulentas, pseudo investigaciones de los atentados del 11 de septiembre, guerras preventivas ilegales, campos de tortura e inteligencia médica, sino también alrededor de los problemas más íntimos que a diario afectan a los estadounidenses. Pese a su gravedad, estos problemas raramente se divulgan en los medios de comunicación corporativos, donde la gran mayoría de la gente norteamericana continúa buscando noticias e información.


Considerando que la mayoría de los trabajadores de EEUU con treinta y cinco años sufre disminuciones en sus salarios reales, en contraste con un escaso porcentaje que disfruta de una riqueza incomparable, con llamativas reducciones de impuesto, en la distribución de la riqueza se ha creado una brecha sumamente dispar y en crecimiento. Además, EEUU tiene la tasa de mortalidad infantil más alta entre las naciones industrializadas, cayó detrás de Europa y Asia en investigación científica y educación, enfrenta el cierre de fábricas y escuelas, con miles de profesores despedidos, un índice de desempleo real del 15%, deudas nacionales estratosféricas por más de una decena de billones de dólares, una infraestructura que se despedaza y graves deficiencias en la entrega y calidad de atención de salud. De hecho, más de 50 millones de americanos hoy carecen de cobertura de atención en salud, dando por resultado las muertes de 18.000 personas al año. EEUU de América ha entrado en otra Edad Dorada. Alguien debe poner en alerta a los medios (5).


Este Movimiento de Emergencia por la Verdad celebró su primera cumbre estratégica nacional en Santa Cruz, California, entre el 25 y el 27 de enero de 2008. Los organizadores recolectaron los medios dominantes de sus distritos para idear modelos descentralizados coherentes destinados a la distribución de noticias suprimidas, sinergias para contar la verdad y estrategias colaborativas para divulgar, legitimar y popularizar narrativas periodístico-históricas más profundas sobre el poder y la desigualdad en EEUU. En suma, este movimiento por la verdad está intentando descubrir en este momento de crisis constitucional, peligro ecológico y guerra creciente las maneras en que los periodistas, los denunciantes llamados “whistleblowers” y los activistas e investigadores de medios independientes pueden transformar la manera en que los norteamericanos perciben y defienden su mundo.


Existe otro movimiento nacional cada vez mayor que enfoca los fracasos de los grandes medios y las políticas del gobierno: Prensa Libre o Movimiento por la Reforma de los Medios. Sin embargo, este movimiento falla en abordar muchos aspectos reales de la Emergencia por la Verdad. Durante la Conferencia Nacional para la Reforma de los Medios (NCMR, por su sigla en inglés) en 2008, en Minneapolis (Minnesota) los colaboradores y académicos del Proyecto Censurado realizaron una encuesta sociológica diseñada para calibrar el pensamientos de los participantes del encuentro sobre el status quo de los medios de noticias, así como también respecto a la verdad de las noticias de los medios corporativos y la eficacia del movimiento de reforma de los medios. La encuesta también buscó determinar el nivel de creencia y apoyo a una Emergencia por la Verdad en EEUU y los diferentes grados de apoyo a las cuestiones clave de la verdad, independientemente de su tratamiento en la conferencia de la NCMR.


La encuesta consultó a 376 asistentes seleccionados al azar entre las 3.500 personas registradas en la conferencia de la NCMR. La encuesta tiene una precisión estadística de más o menos 5%, con un intervalo de confianza de 95%, en que todos participantes de la NCMR observaron las mismas convicciones. La premisa de una Emergencia por la Verdad en EEUU mostró un fuerte apoyo. La encuesta preguntaba: ¿Han fracasado los medios corporativos en mantener informada a la gente estadounidense sobre los problemas importantes a que hace frente la nación? ¿Existe una Emergencia por la Verdad en Estados Unidos?


La respuesta fue asombrosa. El 99% estuvo fuertemente de acuerdo, o estuvo de acuerdo con la primera pregunta, y solamente 7% de los encuestados discrepó con la caracterización de los eventos en curso como Emergencia por la Verdad en EEUU. Con todo, pocos paneles, eventos o discursos de la conferencia reflejaron estas preocupaciones.


Para minar el baluarte corrupto de los medios corporativos se requiere continuar pensando y esforzándose en descubrir modos más eficaces. Nuestra encuesta dejó claro que los activistas por la democracia de los medios apoyan con fuerza continuar el desarrollo de medios independientes, en combinación con agresivos esfuerzos por la reforma y políticas de cambio como parte de un amplio movimiento por la democratización de los medios.


Los activistas también creen que la reforma y los esfuerzos por medios populares independientes tienen cabida dentro del tema planteado de una Emergencia de la Verdad que conduzca a investigar profundamente los problemas críticos de la justicia social. Un activista dijo: “No podemos tener miedo, la democracia está en el equilibrio”.


Mientras se reconocía que esta encuesta fue hecha en una conferencia de activistas de medios independientes por la “reforma”, contando completamente con grandes acuerdos frente a los problemas, todavía sorprendió que casi hubo unanimidad por los esfuerzos de los medios populares, además del trabajo por la reforma (dado, especialmente, en que la mayor parte del énfasis de la conferencia estuvo bastante centrado en la reforma de los grandes medios existentes, más que en la acción directa y el acercamiento a un movimiento popular independiente y público focalizado en el esfuerzo periodístico). En otras palabras, tranquilizó observar el apoyo a un movimiento de medios del pueblo, por el pueblo y para el pueblo (6).


La pregunta de la encuesta acerca de la existencia de un complejo militar-industrial-mediático que promueve la dominación militar mundial de EEUU, recibió en la muestra un grado de aprobación de 87%. Este resultado mostró que los participantes de la NCMR coincidieron con la investigación hecha por el Proyecto Censurado sobre el crecimiento del poderoso grupo de dominación global que existe dentro del gobierno de EEUU, los medios y la estructura política nacional (7).


Los participantes de la NCMR también creen de manera aplastante que la clase que dirige EEUU ahora está dominada por un grupo neo-conservador de unos pocos cientos de miembros que comparten la meta de afirmar la potencia militar estadounidense en todo el mundo. Este Grupo Global de Dominación, se ha convertido en una poderosa fuerza a largo plazo en unilateralismo militar y procesos políticos de EEUU, en cooperación con los grandes contratistas militares, los medios corporativos y las fundaciones conservadoras.


El grupo de dominación global y el control de la información


Un hilo largo de investigación sociológica documenta la existencia de una clase dirigente dominante en EEUU, que fija políticas y determina las prioridades políticas nacionales. C. Wright Mills, en su libro “La elite del poder”, documentó en 1956 cómo la Segunda Guerra Mundial solidificó una trinidad de poder en EEUU, en que las corporaciones, el aparato militar y el gobierno integraban una estructura centralizada que trabaja al unísono a través de los “más altos círculos” de contacto y decisiones (8). Este poder creció con la Guerra Fría y, después del 11 de septiembre, con la Guerra Global al Terrorismo.


Los expansionistas militares prestaron sólidamente su apoyo al incremento del gasto militar a través de las administraciones Reagan, George H.W. Bush, Clinton y G.W. Bush. El modelo de Clinton consistió en apoyar al complejo militar-industrial de EEUU aprobando gastos constantes de Defensa/Guerra y aumentando las ventas de armas al extranjero desde el 16% de las órdenes globales de compra a más del 63% al final de su administración. Después del 11/9, durante la presidencia de George W. Bush, los gastos de defensa y el déficit nacional subieron dramáticamente y la autoridad federal adquirió mayor concentración.


EEUU ahora gasta a discreción más de la mitad de su presupuesto en cuestiones militares. La administración de Barack Obama continúa con la agenda neo-conservadora de dominación militar mundial de EEUU, no obstante una cara quizás más buena, más apacible. Mientras la tortura ahora se prohíbe abiertamente para la CIA y el Pentágono, y están en prueba gestos simbólicos como el cierre de la prisión de Guantánamo, persiste una política militar unilateral de dominación, continúa la expansión del presupuesto militar y probablemente tampoco disminuirán las guerras de ocupación y de agresión. Ése ha sido el modelo histórico.


La elección de Obama trajo a muchos un momento de esperanza. Sin embargo, la nueva administración no está llamando a disminuir el gasto militar, o a una revocación de la dominación militar global de EEUU. En vez de eso, Obama conservó a Robert Gates [en el Pentágono], siendo así el primer presidente de EEUU que en la historia del país otorga el cargo de Secretario de Defensa/Guerra al partido de oposición saliente. Además, Obama está pidiendo ampliar la guerra en Afganistán y solamente proclama reducciones mínimas de las extensas tropas en Iraq.


Los principales contratistas del ministerio de Defensa estuvieron seriamente involucrados en las elecciones de 2008. Lockheed Martin entregó un total de 2.612.219 dólares en donaciones a la campaña política, con el 49% para los demócratas (US$ 1.285.493) y el 51% para los republicanos (US$ 1.325.159). Boeing dio US$ 2.225.947 en 2008, con 58% yendo a los demócratas, y General Dynamics proporcionó US$ 1.682.595 a ambas partes. En 2008 Northrop Grumman gastó más de US$ 20 millones en cabilderos de alquiler para influir al Congreso y Raytheon pasó US$ 6 millones a los lobbystas en el mismo período. En una demostración de la puerta giratoria [Pentágono-Corporaciones], Obama nombró a William Lynn, vicepresidente de Raytheon para operaciones y estrategia de gobierno, en el cargo número dos del Pentágono. Lynn fue interventor del departamento de Defensa durante la administración Clinton y adquirió reputación por no haber podido explicar más de 3 billones de dólares del gasto del Pentágono durante su gestión (9).


EEUU ahora gasta mucho más en defensa/guerra que el resto del mundo combinado. Al principio de 2009, la agenda del Grupo de Dominación Global estaba implantada dentro de los más altos círculos de dirección de la política y, astutamente, se hizo más operacional dentro del gobierno de EEUU, trabajando de común acuerdo con los contratistas del ministerio de Defensa que promueven el despliegue de las fuerzas de EEUU en más de 1.000 bases por todo el mundo.


Los medios corporativos de EEUU se dan el gusto de pensar en ellos mismos como la fuente de información más exacta para las noticias del día. El lema del New York Times “Se imprimen todas las noticias que caben” es un claro ejemplo de esta perspectiva, al igual que el slogan de CNN “El nombre confiable en noticias” y el de Fox News Channel “Nosotros informamos, ustedes deciden” o “Imparcialidad y equilibrio”. Sin embargo, la auto calificación ya no es válida en EEUU porque la oferta de “noticias” de los medios corporativos se centra cada vez más en una gama estrecha de novedades sobre celebridades, noticias “oficiales” de fuentes gubernamentales y crímenes y desastres sensacionalizados.


De hecho, varios estudios realizados por Diane Farsetta, del Centro para la Democracia de los Medios, mostraron la penetración de la propaganda del Pentágono en las noticias de los grandes medios corporativos bajo el pretexto de utilizar como “expertos” o “gurúes” a generales jubilados que resultaron ser nada más que pseudo analistas pagados para propagandear las políticas de guerra del gobierno. Mientras el Pentágono alegaba que esto era legal, la oficina del Inspector General del mismo ministerio de Defensa rescindió un informe de la investigación más reciente sobre propaganda e incluso retiró el reporte de su sitio web porque tal oficina concluyó que el estudio “no reunió las normas de calidad estándar para un producto del trabajo del Inspector General” (10).


La agenda de dominación global también incluye la penetración en las salas de directorio de los grandes medios corporativos en EEUU. En 2006 solamente 118 personas tenían la calidad de miembro de las juntas directivas de los diez mega grupos del “big media”, pero estos mismos 118 individuos al mismo tiempo se sentaban en los consejos de 288 corporaciones nacionales y transnacionales. Cuatro de las diez mayores corporaciones de medios tienen en sus juntas directivas a representantes de las mayores compañías contratistas del ministerio de Defensa:
William Kennard: New York Times, Carlyle Group
Douglas Warner III, GE (NBC), Bechtel
John Bryson: Disney (ABC), Boeing
Alwyn Lewis: Disney (ABC), Halliburton
Douglas McCorkindale: Gannett, Lockheed-Martin.


Debido a estos lazos de las redes de medios, es lícito decir que los grandes medios estadounidenses representan con eficacia los intereses corporativos de Estados Unidos de América. La elite de los medios, un componente clave de la Alta Elite de los Círculos de la Política de EEUU, es el perro guardián de mensajes ideológicos aceptables, el controlador de los contenidos de las noticias y la información, y quien toma decisiones respecto a los recursos de los medios.


Un caso importante de la influencia del Pentágono sobre los medios corporativos fue la retractación de CNN en la historia sobre el uso militar estadounidense del gas nervioso llamado sarín en Laos, en 1970, durante la guerra de Vietnam. Los productores de CNN April Oliver y Jack Smith, después de una investigación de ocho meses, divulgada por CNN el 7 de junio de 1998, y posteriormente por la revista Time, revelaron que el gas sarín fue usado en Laos en la Operación Tailwind, que dio muerte a desertores estadounidenses.


La historia estuvo basada en versiones de testigos y colaboración del alto mando militar. Bajo una enorme presión del Pentágono, de Henry Kissinger, Colin Powell y Richard Helms, CNN y Time se retractaron de la historia diciendo: “Los alegatos sobre el uso del gas nervioso y la matanza de desertores no fueron apoyados por pruebas”. Oliver y Smith, que más adelante fueron despedidos de CNN, defendieron con firmeza su historia original como exacta y verificada. CNN y Time, bajo la presión intensa del Pentágono, revirtieron rápidamente su posición después de haber aprobado completamente el lanzamiento de la historia sólo semanas antes. April Oliver siente que CNN y Time capitularon ante la amenaza del Pentágono de cerrarles el paso a futuras historias militares.


Incluso diez años más tarde, CNN tuvo dificultades con su propia complicidad con el Pentágono para crear propaganda, esta vez con el escándalo de sus “expertos” generales jubilados. El premio Pulitzer de periodismo de investigación, anunciado en abril de 2009, fue otorgado a David Barstow, del New York Times, por su información sobre este mismo tema, pero CNN, cuando dio a conocer la lista de ganadores del galardón no hizo ninguna mención al premio de Barstow o a su información sobre la conexión CNN/Pentágono (que en cambio fue divulgada por Diane Farsetta en PR Watch) (11).


Los medios corporativos no sólo están profundamente entrelazados con el complejo militar-industrial y la élite política de dominación global de EEUU, sino que son cada vez más dependientes de las fuentes noticiosas gubernamentales y corporativas. El mantenimiento de noticiarios continuos requiere una alimentación constante de noticias y una fuente siempre entretenida de acontecimientos y mordeduras estimulantes para las noticias de última hora. Los noticiarios de 24 horas en MSNBC, Fox y CNN están en contacto directo con la Casa Blanca, el Pentágono y las compañías de relaciones públicas que representan el gobierno y a las corporaciones privadas.


La distribución de noticias globales simbióticas es una tentativa consciente y deliberada del poder por controlar la información en la sociedad. La Sección 201(d)(5) del Título II de la Ley de Seguridad de la Patria recomienda específicamente a los consejos de dirección “desarrollar un plan exhaustivo para asegurar los recursos clave y la infraestructura crítica de Estados Unidos, incluyendo tecnología de la información y sistemas de telecomunicación (satélites incluidos) en preparación ante emergencias de los sistemas comunicación”.


El crítico de los medios e historiador Norman Solomon escribió en 2005: “De un modo u otro, ahora el complejo militar-industrial se extiende a muchos medios corporativos. En el proceso, las empresas con lazos militares rutinariamente hacen publicidad en los mercados de noticias. A menudo, los magnates de los medios y los miembros de directorios de corporaciones relacionadas con grandes medios gozan de vínculos estrechos -financieros y sociales- con la industria miliar y el círculo que decide la política exterior en Washington” (12).


Antes de la Guerra del Golfo de 1991, coroneles, generales y almirantes jubilados se convirtieron en un apoyo principal en los estudios de las redes de TV durante el tiempo que duró la guerra. Acuñaron un nuevo lenguaje, como por ejemplo el “daño colateral”, expresión que fluyó sin esfuerzo entre los periodistas y los militares que compartieron perspectivas y de vez en cuando, raramente, mencionaron que habían visto civiles muertos por el poder de fuego de EEUU (13).


A comienzos de los años 90, Chris Hedges cubría la Guerra del Golfo para el New York Times. Diez años más tarde escribió: “Es incorrecta la noción de que la prensa fue utilizada en la guerra. La prensa quiso ser utilizada. Se vio a sí misma como parte del esfuerzo de guerra. La independencia para buscar la verdad estuvo lejos de la agenda de los medios. La prensa estuvo tan ansiosa de servir al Estado durante la guerra como la mayoría de los demás. Tal docilidad de parte de la prensa hizo más fácil hacer lo que los gobiernos hacen en tiempos de guerra, y eso es mentir” (14). Por supuesto, esta crítica no es nueva. I.F. Stone, el periodista investigador iconoclasta, escribió una vez: "Todos los gobiernos mienten, pero cuando el desastre acecha a otros países los funcionarios aspiran el humo del hachís mismo que dan” (15).


El problema, entonces, resulta más complejo. ¿Qué le sucede a una sociedad que comienza a creer en tales mentiras como verdades? ¿Qué les sucede a los líderes que también comienzan a creerlo? ¿Y qué ocurre en la sociedad con quienes no creen en las mentiras porque encuentran que los hechos son más que una luz de guía? Un ejemplo magnífico está en las supuestas Armas de Destrucción Masiva (WMDs, por su sigla en inglés), aspecto clave de la actual guerra en Iraq. Ilustra el poder de la propaganda para crear no sólo el apoyo público a una guerra engendrada enferma, sino que promueve el languidecimiento, si no francamente la impotencia, de los movimientos por la paz, incluso cuando es aprovisionado de combustible por la verdad para detener una guerra basada en pretextos falsos.


La actual guerra en Iraq es la que ha recibido más protestas globales en la historia conocida, incluso desde antes que comenzara, y esto no hizo nada para detenerla y ha hecho poco para terminarla, incluso ahora bajo un presidente demócrata que así lo prometió en la campaña electoral. El candidato del cambio y la esperanza, que llevó en su remolque a muchos grupos progresistas y por la paz, ahora demuestra tener mucho más del mismo calibre de los líderes que pusieron en primer lugar conducir a EEUU a la guerra (16).


*) Peter Phillips es profesor de sociología en la Universidad Sonoma State y director de la Fundación de la Libertad de los Medios y del Proyecto Censurado.
Mickey Huff es profesor asociado de historia y de ciencias sociales en la Universidad Diablo Valley y director adjunto de la Fundación de la Libertad de los Medios y del Proyecto Censurado.


Notas:
1. US General Tommy Franks, quoted in The San Francisco Chronicle, March 23, 2002, online at http://www.globalsecurity.org/org/news/2002/020323-attack01.htm.
2. Peter Phillips and Andrew Roth, Censored 2009, (New York: Seven Stories, Press, 2008), pp. 19–25. This story is the number one censored story of the year at Project Censored for this year, archived online at http://www.projectcensored.org/top-stories/ articles/1-over-one-million-iraqi-deaths-caused-by-us-occupation/ and for the earlier casualty numbers see http://www.countercurrents.org/iraq-polya070207.htm.
3. Mass killings fromRwanda to Darfur, fromCambodia to Viet Nam, have ranged from the hundreds of thousands to severalmillions, with Iraq now an easy rival in between. Watch AlterNet.org columnist Joshua Holland’s speak at Project Censored’s “Modern Media Censorship Lecture Series” from September 25, 2008, at http://www.projectcensored.org/lectures/lecture092508/. His article about the over one million dead in Iraq can be seen at http://www.alternet.org/images/home/splash/6words_splash.php. For more on the refugees see Dahr Jamail’s “Iraq: Not Our Country to Return To” athttp://ipsnews.net/news.asp?idnews=41430.
4. Various theories exist on the problem of the subject, from historian Rick Shenkman’s Just How Stupid AreWe to historian and cultural critic Thomas Frank’sWhat’s theMatter with Kansas, but few examine its affects on the peace community. For more on the issue of American historical amnesia, see Gore Vidal on Democracy Now! At
http://www.democracynow.org/2004/5/21/gore_vidal_on_the_united_states. See also, In These Times, http://www.inthesetimes.com/article/3099/the_united_states_of _amnesia/ and for a broader academic look at the issue of how Americans have become arguably the least informed, most entertained people in the modern world,
reference the now classic work from the late New York University media scholar Neil Postman, Amusing Ourselves to Death: Public Discourse in the Age of Show Business, (New York: Viking Adult, 1985). This article hopes to shine more light on the impact of allof the aforementioned on the peace movement in general and what can be done about it. For another view of this written earlier, at the outset of the US invasion of Iraq in 2003, see Felix Kolb and Alicia Swords, “Do Peace Movements Matter?” Commondreams.org, May 12, 2003, online at http://www.commondreams.org/views03/0512-08.htm.
5. For the Institute of Medicine study on lack of healthcare related deaths see http://www.iom.edu/?id=19175; also see the study done by Peter Phillips at Sonoma State University at http://www.projectcensored.org/articles/story/practices-in-healthcare/ and cited in Michael Moore’s 2007 film, Sicko. For a broader look at the Truth Emergency movement and its many facets from election fraud to 9/11, from torture to the fiscal crisis, see http://truthemergency.us/ as well as the essay on Truth Emergency by Peter Phillips and David Kubiak at http://www.projectcensored.org/articles/story/truth-emergency-us/.
6. For more on the NCMR study, see Peter Phillips and Andy Roth, eds., Censored 2009, (New York: Seven Stories Press, 2008), chapter 11, “Truth Emergency Meets Media Reform” pp. 281-295. For more on the NCMR, see http://freepress.net.
7. In addition to the Media Reform study in chapter 11 of Censored 2009 cited above, see Peter Phillips, Censored 2007, (New York: Seven Stories Press, 2006), pp. 307-341. “The Global Dominance Group and US CorporateMedia” by Peter Phillips, Bridget Thornton, and Lew Brown, is online at http://www.projectcensored.org/articles/story/the-global-dominance-group/.
8. C. Wright Mills. The Power Elite, (New York: Oxford University Press, 2000, reissue).
9. Peter Phillips, “Barack Obama Administration Continues US Military Dominance,” http://www.projectcensored.org/articles/story/http-wwwprojectcensoredorg-articlesstory-barack-obama-administration-c/.
10. Diane Farsetta, Center forMedia Democracy, studies on Pentagon propaganda online at http://www.prwatch.org/pentagonpundits and http://www.prwatch.org/node/8180. Zachary Roth, Lawmaker OnWithdrawn IG Report: “The American People Have Been Misled” May 6, 2009, http://tpmmuckraker.talkingpointsmemo.com/2009/05/lawmaker_on_withdrawn_ig_report_the_american_peopl.php.
11. Peter Phillips, Censored 1999, (New York: Seven Stories Press, 1999). For Operation Tailwind and CNN, see chapter 5, pp. 158-163, and http://www.putnampit.com/ppeditorialjuly18-1998.html. Glenn Greenwald, “The Pulitzer-winning investigation that dare not be uttered on TV,” April 21, 2009, online at http://www.salon.com/opinion/greenwald/2009/04/21/pulitzer/. See previous endnote for the link to Diane
Farsetta’s piece.
12. Norman Soloman, “TheMilitary-Industrial-Media Complex:Why war is covered from the warriors’ perspective,” Extra! July/August 2005, published by Fairness and Accuracy in Reporting (FAIR), http://www.fair.org/index.php?page=2627.
13. Ibid.
14. Quoted by Norman Soloman at http://www.globalpolicy.org/empire/media/2005/07militarymedia.html. Originally published in Chris Hedges, War Is a Force That Gives Us Meaning, (Cambridge: Public Affairs, Perseus Group, 2002). This phenomenon goes back to journalist Louis O’Sullivan coining the phrase “Manifest Destiny’ in 1845 in the New York papers on the eve of the Mexican American War. The Hearst newspapers in New York on the run up to the Spanish AmericanWar also willingly spread false claims of the sinking of the U.S.S. Maine. Edward Bernays and George Creel further used a compliant press to rouse support for US entrance in WWI and the same happened after Pearl Harbor inWWII. Each time, each source, was not interested in independent, factual reporting, rather, they were interested in being use-full tools of the powerful to fulfill establishment policies. For an overview of propaganda history and US war policy as well as a deeper look at media myth making through the events of 9/11, seeMickey Huff and Paul Rea, chapter 14 in Censored 2009, “Deconstructing Deceit: 9/11, theMedia, andMyth Information,” pp. 341–364, or the expanded version online at http://www.projectcensored.org/articles/story/ deconstructing-deceit/.
15. I. F. Stone, In a Time of Torment: 1961–1967 (New York: RandomHouse, 1967), p. 317.
16. For an overview study of IraqWar propaganda, see John Stauber and Sheldon Rampton, Weapons of Mass Deception: The Uses of Propaganda in Bush’s War on Iraq (New York, Tarcher Penguin, 2003), and their follow up Best War Ever: Lies, Damned Lies, and the Mess in Iraq, (New York: Penguin, 2006). For reports on the continuation of war policy under President Barack Obama, see Center for Media Democracy’s John Stauber, “How Obama Took Over the Peace Movement,” http://www.prwatch.org/node/8297, and Peter Phillips, “Barack Obama Administration Continues US Military Dominance,” http://www.projectcensored.org/articles/story/, http://wwwprojectcensoredorg-articles-story-barack-obama-administration-c/.


Foto: Irak - Niño herido en un ataque de las fuerzas norteamericanas de ocupación.

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