miércoles, 7 de octubre de 2009

Manta: “Los barcos hundidos, las personas desaparecidas, el abuso a mujeres ha sido el triste legado de la base imperial en nuestro territorio"


6 de octubre de 2009
Gabriel Conte (MDZOL)

El pasado 18 de septiembre, los Estados Unidos se retiraron de la base de Manta, en Ecuador, a 260 kilómetros al Suroeste de Quito, la capital. Todo indica que sus hombre y sus máquinas fueron a parar (o irán hacia allí, en definitiva) a Palanquero, en Colombia, unas de las siete bases estadounidenses que se instalarán allí.

El gobierno del presidente Rafael Correa presentó el hecho como "histórico" y desde los amplios sectores sociales y políticos que apoyaron la salida de los norteamericanos de su territorio festejaron el hecho con gran magnitud.

Correa había prometido que esta sería una de las acciones de gobierno en caso de ganar, en 2006. No le renovó a los Estados Unidos el convenio de 10 años que le permitió a los militares de aquel país tener asiento en Ecuador desde 1999, hasta septiembre último.


Una de las organizaciones que trabaja en Ecuador por la desmilitarización es el Servicio de Paz y Justicia, Serpaj, entidad liderada por el argentino y premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel.


Con uno de sus directivos, Gualdemar Jiménez, MDZ pudo dialogar para conocer más sobre lo que pasó en Manta y en torno al destino de los militares estadounidenses en Sudamérica.


Aquí, nuestro diálogo:


- ¿Qué significó para Ecuador tener en su territorio la base de Manta?


La entrega de la base miliar a los Estados Unidos se dio en el Gobierno de Jamil Mahuad presidente demócrata Cristino, quien demostró un entreguismo total a los intereses del norte. Esto significaba para el Ecuador el involucramiento en un conflicto que no era el nuestro y donde Ecuador siempre había abogado por la salida política al mismo.La presencia Estadounidense demostraba el interés de este país en la región y en la posibilidad de neutralizar a la insurgencia del país vecino.Por otra parte la población que recibe a la base se le vende la idea que llegaría progreso para la zona, lo cual no solo que no se cumplió sino que esta ciudad se convirtieron en una de las más peligrosas del país.


La instalación de la base militar fue de la mano con la implementación del Plan Colombia el mismo que tiene una carga guerrerista que solo ha traído mayor desplazamiento a la población Cclombiana.


- ¿Hubo alguna oposición para su instalación? ¿Cuándo ocurrió y en qué circunstancias?


Desde el momento mismo que la sociedad civil tuvo información sobre el tema, se comenzaron a realizar acciones de resistencia, que fueron desde marchas, acciones directas hasta procesos jurídicos.


Se presentaron demandas de inconstitucionalidad por la falta de aprobación del acuerdo por parte del pleno, y solo se dio un visto bueno por parte de una de las comisiones legislativas que fue manejada por gente de la misma tendencia política del presidente.


Los proceso de resistencia no pararon durante estos 10 años, los jóvenes jugaron un papel muy importante en este proceso igual que los campesinos los mismo que realizaron movilizaciones permanentes que no dejaron que el tema se borre de la memoria de los ecuatorianos.


- ¿Cómo se gestó la salida de la base de su país?


Las acciones de resistencia era importante pero uno paso fundamental fue el poder incidir en la agenda política de los partidos y agentes de opinión, fue en las elecciones del 2006 donde el ahora presidente asume la bandera de los movimientos sociales y manifiesta abiertamente que en su gobierno saldrán los Estados Unidos de la base de Manta.


Ecuador constituyó la coalición no bases como un espacio de afluencia de todas o la mayoría de organizaciones que resistían a la presencia militar gringa y desde este espacio se comenzó a cabildear con gente de Gobierno, especialmente de cancillería con el único objetivo de la no renovación del convenio, ya sabíamos que los Estados Unidos no iba a salir antes de que se cumpliera el plazo es por ello que la estrategia fue la no renovación.


En Ecuador se logró ligar la presencia militar con el interés económico, por lo decir "no a la base militar" era decir "no a los tratados de libre comercio", por lo que uno de los lemas era "no a las imposiciones militares ni comerciales".


- ¿Qué rol cumplió Serpaj en esta tarea?


Serpaj (el Servicio de Paz y Justicia) fue una de las primeras organizaciones que puso en alerta a la sociedad civil sobre el interés de entregar a los Estados Unidos la base de Manta, junto con otras organizaciones presentamos la demanda de inconstitucionalidad.


Junto con el grupo de objeción de conciencia, se realizaron un sin número de acciones para que la gente conozca la problemática.


Formamos parte de la coalición no bases y del Observatorio Internacional por la paz que vigilaba la situación de la zona de frontera a partir de la implementación del plan Colombia.


- ¿Cuál es el balance, ya sea positivo o negativo, de la presencia estadounidense en territorio ecuatoriano?


Creo que lo negativo marco la agenda. Los militares Estados Unidos se dedicaron hacer una especie de aduana, donde requisaban a embarcaciones que ellos creían que tenían droga, hundiendo a más de 10 barcos. Se detenía a inmigrantes que deseaban salir del país por vía marina.


Por otra la presencia de la base significo que la ciudad de Manta se convierta en una zona cotizada por la bandas de narcotraficantes, esto es algo paradójico pero si una embarcación lograba salir en su camino iba a recibir menos chequeos porque salía de un “puerto seguro”.


Los barcos hundidos, las personas desaparecidas, el abuso a mujeres ha sido el triste legado de la base imperial en nuestro territorio.


- ¿Qué piensa sobre la instalación de las bases estadounidenses en Colombia?


Lastimosamente Colombia se ha convertido en la mano de los Estados Unidos en América Latina, la instalación de siete bases en Colombia solo significa el interés tanto del Gobierno colombiano como el de los EEUU de una salida militar al conflicto colombiano.


Por otra parte para Ecuador es muy complicada esta situación ya que la invasión que hizo Colombia a territorio Ecuatoriano en Marzo del 2008, se tiene serias dudas que la inteligencia y el apoyo logístico se lo hicieron desde Manta los militares Estados Unidos, tanto con aviones como con radares.


Quien puede garantizar que esta situación no se repita si el Gobierno de Uribe se ha negado a dar algún tipo de garantía que garantice la no intervención a sus vecinos, es claro manifestar que solamente Estados Unidos y Colombia mantienen la tesis de extraterritorialidad, es decir que pueden ocupar, bombardear a sus vecinos si esto significa garantiza “la seguridad de su país”.


- ¿Cómo tomó la sociedad ecuatoriana la salida de la base de Manta?


Creo que si hay un punto que tiene el apoyo de la mayoría de la población es este, la salida de la Base militar significaba el ratificar la soberanía sobre nuestro suelo y la posibilidad de distanciarnos del conflicto colombiano. Lo cual esperamos que también se manifieste en la reducción de personal militar en la zona fronteriza y el mayor apoyo a programas sociales.


Ahora es una tarea tanto de la sociedad como del Gobierno el crear una comisión que pueda evaluar los sucedido en Manta y si presentar las demandas correspondientes por la violación de derechos, no se puede dejar en el olvido.

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