sábado, 15 de mayo de 2010
Nuevo derrumbe bursátil en Europa
15 de mayo de 2010
Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
PARIS.- En terapia intensiva desde hace varias semanas, la eurozona sufrió ayer un nuevo golpe después de registrar un derrumbe simultáneo de las bolsas, una marcada caída del euro y un récord del oro. La conjunción de esos tres fenómenos generó un "viernes negro" y parece indicar que el megaplán de 750.000 millones de euros anunciado el lunes a la madrugada y las medidas de austeridad adoptadas en Europa tuvieron un reducido impacto sobre los mercados.
La moneda europea, que prosiguió el vertiginoso descenso a los infiernos que había iniciado el 14 de abril cuando estaba a 1,3615 dólares, se hundió hasta llegar a 1,2359 dólares, su nivel más bajo desde la quiebra del banco Lehman Brothers, en septiembre de 2008.
La inquietud provocada por el euro obligó a los ministros de Finanzas de los siete países más industrializados (G-7) a improvisar una teleconferencia para analizar la situación: "Hemos sido informados de los esfuerzos que se realizan en Europa para estabilizar el euro", se limitó a declarar el ministro japonés Naoto Kan.
El G-7 adoptó algunas medidas para una eventual coordinación en caso de nuevos ataques especulativos sobre el euro.
El movimiento de repliegue del euro se agudizó después de los comentarios pesimistas sobre el futuro de la moneda europea, formulados anteayer por el ex presidente de la Fed, Paul Volcker: "Se puede decir que el euro fracasó", sostuvo durante una conferencia en Londres.
Volcker, que ahora integra el equipo de asesores económicos del presidente norteamericano, Barack Obama, evocó incluso la hipótesis de una "desintegración" del euro.
Ayer, Alemania negó una información del diario español El País, que señalaba que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, había amenazado con sacar a su país del euro durante las negociaciones del paquete de ayuda para Grecia, para presionar al gobierno de Angela Merkel, que se resistía al rescate a Atenas.
En ese clima de extrema tensión, todos los grandes mercados de Asia y Europa culminaron la semana con notas fuertemente depresivas.
Después de Tokio, que cedió 1,49% debido a la inquietud de los exportadores japoneses por la situación del euro, Atenas cerró en repliegue de 3,41%, y Madrid perdió 6,64% (la mayor caída desde 2008) como consecuencia de la persistente inquietud que suscita la situación financiera de España y las turbulencias que agitan a la eurozona. Milán cayó 5,26%; Fráncfort, 3,12%; París, 4,59%, y Londres cerró con un retroceso de 3,14 por ciento.
Del otro lado del Atlántico, las plazas financieras también respondieron en baja. En Wall Street, el promedio industrial Dow Jones perdió 1,51% y el tecnológico compuesto Nasdaq profundizó la baja a 1,98 por ciento.
En forma paralela, el oro marcó un nuevo récord histórico con un precio de 1249,40 dólares la onza.
Esta nueva estampida del metal amarillo refleja la incertidumbre que provoca la crisis europea: "Los mercados dudan de la capacidad y la voluntad política [de los países europeos] de poner orden en sus finanzas", comentó Andrey Kryuchenkov, analista de la firma británica VTB Capital.
En esa atmósfera de extrema volatilidad, el oro recuperó su cualidad de tradicional valor refugio en períodos de crisis. Los inversores buscan atesorar activos líquidos y seguros para protegerse contra un nuevo incremento de la masa monetaria en Europa, que podría alentar un repunte inflacionario.
"La inquietud gana terreno", reconoció Hideaki Inoue, operador de Mitsubishi UFJ Trust & Banking Corp. Buena parte de esa fiebre forma parte de una acción de los operadores y especuladores, destinada a testar la determinación de las autoridades políticas y monetarias de la UE de defender el euro al precio que sea necesario.
Corto optimismo
El comportamiento de los mercados parece demostrar que se agotó el efecto disuasivo que debía tener el megaplán de 750.000 millones de euros anunciado en la madrugada del lunes por la Unión Europea (UE) para sostener a los países en dificultades de la eurozona y, al mismo tiempo, para desalentar la especulación.
"Se extinguió el entusiasmo", admitió Ian Williams, estratega de Altium Securities, de Londres, en una nota dirigida a sus clientes.
Los inversores, según Williams, creen que no será fácil erradicar los déficits y el alto endeudamiento que hipoteca la economía europea. Tampoco tienen demasiada confianza en los planes de austeridad adoptados por los países más frágiles para restablecer los equilibrios financieros. Por lo demás, esas medidas de rigor amenazan con frenar la débil recuperación después de la prolongada recesión de 2008-2009. Los expertos creen que la UE deberá realizar rápidamente un nuevo esfuerzo para reforzar la estructura del euro y mejorar la convergencia económica de los países de la eurozona, que presentan profundas diferencias entre ellos.
"Habrá que ver si en ese momento los mercados recuperan confianza en la moneda europea", estimó Neil Mellor, analista de BNY Mellon.
El problema es que esa reforma llevará semanas y acaso meses, un lujo casi inconcebible en momentos en que los desafíos lanzados por los mercados para testar la resolución de la UE y la estabilidad de la eurozona se presentan minuto a minuto. En ese sentido, pasado mañana puede ser una jornada crucial para el futuro del euro.
-6,64%
Ibex-35
* La caída de la Bolsa de Madrid fue la mayor desde 2008, y ocurrió dos días después del plan de ajuste anunciado por Rodríguez Zapatero.
-5,26%
FTSE Mib
* La caída de la Bolsa de Milán reflejó la incertidumbre del mercado sobre la recuperación de la eurozona.
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