lunes, 14 de diciembre de 2009

Comentario de Cuarenta hadices -XLVIII


Sharhe Chehel Hadiz
Imam Jomeiní


Traducción de Raúl González Bórnez

Octavo hadíz
Chovinismo (Asabiya)III
El aspecto celestial de la asabíyah


En algunos de los hadices anteriores se mencionaba que la balanza para sopesar las formas que tendremos en la otra vida, en el mundo intermedio y en el Día del Juicio son las cualidades que hayamos adquirido y la fuerza con que estén arraigadas en nosotros y que el otro mundo es el lugar en el que se manifiesta la preeminencia del alma y el sometimiento del cuerpo a ella y que es posible que en ese mundo el ser humano sea levantado de la tumba con forma de animal o de demonio.




Y, en el noble hadíz que hemos comentado que dice: Quien tenga en su corazón un sentimiento chovinista del tamaño de un grano de mostaza será resucitado por Dios junto con los beduinos de los tiempos de la ignorancia anteriores a la llegada del Islam, tuvimos la oportunidad de señalar lo que ello significaba.
Cuando la persona que posee ese defecto es llevada de este mundo puede que se vea como uno de esos beduinos que no tenían fe en Dios Altísimo ni en el mensaje divino y tome la forma que ese grupo adopte.
Puede que no comprenda cómo es posible le ha podido suceder tal cosa cuando en este mundo era un seguidor de la fe verdadera y de la senda del Sello de los Profetas, las bendiciones de Dios sean con él y con su familia.
Se recoge en un hadíz que la gente destinada al Infierno olvidarán el nombre del Mensajero de Dios y no le reconocerán a no ser que la voluntad de Dios Altísimo decida perdonarles. Y puede que, según vemos en algunos hadices, como el chovinismo se considera uno de los atributos de Satanás, los beduinos de los tiempos de la ignorancia y quienes fueron chovinistas sean resucitados con forma de demonios.
En Al-Káfí se recoge un hadíz autentico en el que Abu Abdel lah, la paz sea con él, dice:
Ciertamente, los ángeles consideraban a Iblís como uno de ellos pero Dios sabía que no era uno de ellos y cuando salió lo que en él había de partidismo y envidia dijo: A mi me creaste de fuego y a él le creaste de barro.
Por tanto ¡Oh querido! Debes saber que ese feo atributo es de Satanás y que el error de ese maldito y su falsa analogía fue la consecuencia de ese espeso velo que es la asabíyah, que obnubila todos los argumentos de la razón y que hace ver todos los defectos como virtudes y todas las virtudes como defectos. Y, es evidente dónde termina la persona que ve todas las cosas al revés de como son en realidad. Además de que ese defecto es causa de la destrucción de la persona, es la fuente de muchísimos otros defectos del alma, vicios morales y prácticos cuya mención no produce más que tristeza.
Por tanto, la persona lúcida e inteligente que comprende las fatales consecuencias de este defecto del carácter y que, conforme al testimonio del verídico y digno de crédito noble Profeta y de la Gente de la Casa Purificada, las bendiciones de Dios sean con todos ellos, acepta que este comportamiento lleva a la destrucción a la persona y le condena a ser de la gente del Fuego, deberá preocuparse seriamente por curar su alma de ese vicio y si, Dios no lo quiera, encuentra en ella tan sólo un poco de él, aunque sea del tamaño de un grano de mostaza, deberá limpiarla y purificarla para que cuando llegue el momento de emigrar de este mundo y pasar al otro y llegue la muerte, lo haga puro y con un alma limpia. Y la persona debe saber que el plazo es breve y el tiempo que tiene para hacerlo es escasísimo ya que nadie sabe en que momento habrá de partir de este mundo.
¡Oh alma impura del que esto escribe! Puede que mientras te encuentra escribiendo esto llegue tu plazo decretado y con todos esos vicios morales partas de aquí al mundo del que no se regresa.
¡Oh querido! ¡Oh lector de estas páginas! Saca la lección del estado del que esto escribe que está a punto de irse bajo tierra y al otro mundo y se verá obligado a padecer las consecuencias de sus malas acciones y de su grosera moral y que malgastó su vida en vanidades y pasiones, desperdiciando el valioso tiempo que Dios le había concedido. Presta atención para que tú no te encuentres un día como yo, ya que no sabes cuándo te ocurrirá, podría ser mientras te encuentras leyendo esto. No desperdicies tu oportunidad.
¡Oh hermano mío! Éste no es un asunto que se pueda posponer. Cuántas personas buenas y sanas han muerto repentinamente y no sabemos cuál habrá sido el destino que les estará esperando. Por ello, no dejes pasar la ocasión y considera que cada instante de tu vida es precioso, que cada acción que realizas posee una gran importancia y que el viaje está lleno de peligros. Si tus obras en este mundo, que es el campo de cultivo de la otra vida, fueran insuficientes, después ya no tendrás oportunidad de compensarlas, ya no podrás corregir los defectos de tu alma y el resultado será únicamente arrepentimiento, confusión, castigo y humillación.
Los amigos de Dios no tuvieron un instante de reposo y no dejaron de pensar en ese viaje lleno de temores y peligros. Observa los sorprendentes estados de Ali ibn Al-Huseyn, la paz sea con él, que era un Imam purificado; los lamentos de Emir al-Muminín, la paz sea con él, un santo perfecto, aturden. ¿Cómo podemos estar tan descuidados? ¿Quién excepto Satanás nos puede ofrecer seguridades de que lo que hoy dejamos sin hacer lo podremos realizar mañana? Él quiere incrementar el número de sus compañeros y seguidores y que pasemos a contarnos entre aquellos que participan de su moral, su carácter y atributos. Él siempre nos presenta los asuntos que tienen que ver con nuestra otra vida como algo fácil de realizar e intenta que nos despreocupemos del recuerdo de Dios y de la obediencia que le debemos con el pretexto de que Dios es misericordioso y que quienes pueden interceder ante Dios intercederán por nuestros pecados. Pero tales tentaciones no responden a la verdad y forman parte de las innumerables trampas y mentiras de ese maldito.
En estos momentos te encuentras sumergido en y rodeado de la misericordia divina: la misericordia de la salud y el bienestar, de la vida y la seguridad, de la guía y el intelecto y de la oportunidad y la orientación necesarias para corregir los defectos de tu alma y en lugar de aprovechar la oportunidad que te brindan los miles de favores divinos de que dispones sigues los mandatos de Satanás. Debes saber que si en este mundo no aprovechas todas esos favores y dones, en el otro mundo no podrás disfrutar de la ilimitada misericordia divina ni de la intercesión de los intercesores. Su guía es la manera en que se manifiesta la intercesión de los intercesores en este mundo y el significado interior de esa guía que ellos te trajeron es su intercesión en el otro mundo. Si no aprovechas la guía que ellos te trajeron tampoco en el otro mundo podrás aprovecharte de su intercesión y en la misma medida en que aquí te guíes recibirás allá su intercesión.
La intercesión del Mensajero de Dios, las bendiciones de Dios sean con él y con su familia, es absoluta igual que la misericordia de la Verdad Altísima, eres tú quién debe aprovecharse de ella. Si, Dios no lo quiera, Satanás te arrebata la fe con sus trampas, perderás tu capacidad de beneficiarte de la misericordia divina y de la intercesión.
Sí, la Verdad Altísima desborda misericordia en ambos mundos. Si buscas Su misericordia por qué no aprovechas la misericordia ilimitada que te otorga es este mundo, que es la semilla de Sus favores en los mundos posteriores.
Todos los enviados divinos y los santos te han invitado a participar de los favores divinos y de Su banquete y tú no has aceptado y con un simple susurro del maldito, con una simple insinuación demoníaca, los has apartado a un lado. Has sacrificado los claros versículos coránicos y los mensajes verdaderos de los profetas y los Imames recogidos en los hadices, los contundentes argumentos de los sabios y las terminantes demostraciones de los filósofos a las fantasías sin fundamento de Satanás y a las pasiones de tu ego.
¡Ay de ti y de mí por tanto descuido, ceguera, sordera e ignorancia!

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