27/08/2009
Multitudes de iraníes se reunieron delante de la Embajada iraquí en Teherán el jueves para expresar su pesar por la muerte del líder shií iraní, Abdul Aziz al Hakim, que falleció a consecuencia de un cáncer de pulmón.
Sayyed Hakim murió el miércoles en un hospital de Teherán tras luchar contra el cáncer de pulmón durante 28 meses.
Se espera que su cuerpo sea trasladado desde la embajada iraquí a Qom, el centro teológico de Irán, antes de volar a Iraq a última hora del jueves para su entierro en la ciudad santa de Nayaf.
La multitud se concentró en el exterior de la embajada iraquí y se celebró una breve procesión de funeral. Hakim, que tenía 60 años, había luchado contra el régimen iraquí del ejecutado dictador Saddam Hussein y fue alabado por líderes políticos tanto en Iraq como en Irán.
El Líder Supremo iraní, Ayatollah Sayyed Ali Jamenei, alabó el jueves a Sayyed al Hakim como símbolo de la lucha contra el régimen de Saddam Hussein. “Su muerte es una gran pérdida para el gobierno y el pueblo iraquíes y un hecho doloroso para la República Islámica de Irán,” dijo Sayyed Jamenei en un mensaje dirigido a la ceremonia en honor a Hakim en Teherán.
“Él simbolizó la dureza que va implícita en el yihad en contra de la tiranía,” dijo Sayyed Jamenei. “Los esfuerzos de este diligente clérico son únicos e inolvidables tanto en Iraq como en Irán. Yo quiero expresar mis condolencias al gobierno iraquí, la familia de Hakim y en especial a Ammar Hakim,” añadió Su Eminencia, refiriéndose al hijo de Sayyed Hakim, que ha dicho que está preparado para continuar los esfuerzos de su padre.
Algunos altos responsables iraníes, tales como el presidente del Parlamento, Ali Lariyani, y el ministro de Exteriores, Manouchehr Mottaki, estuvieron también presentes en la ceremonia del funeral.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, calificó la muerte de Hakim de “una gran pérdida para el pueblo iraquí” y rindió un tributo especial a los miembros de su familia a los que describió como “revolucionarios”, dijo la agencia de noticias iraní IRNA el miércoles.
IRAQ LLORA A SAYYED AL HAKIM
Responsables iraquíes de todo el espectro político expresaron su pesar el miércoles por el fallecimiento de Sayyed al Hakim.
“El hombre fue la arteria vital de la Alianza Iraquí Unida y del gobierno iraquí,” dijo Muayid al Hakim, un miembro de su extensa familia. “Con su muerte, el escenario se ve privado de una notable figura. Él poseía unas hábiles artes negociadoras y una poderosa e imponente personalidad.”
Jalid al Mimani, miembro del Consejo Provincial de Nayaf, dijo que la muerte de Hakim supuso un fuerte revés para su partido. “Su muerte se produjo en un momento crucial, cuando nos aproximamos lentamente a la fecha de las elecciones generales y hay muchas alianzas que están siendo suscritas y coaliciones que están siendo construidas,” dijo Nimani.
La Oficina del Primer Ministro, Nuri al Maliki, emitió una declaración en la que llamó a Hakim “un gran hermano y un fuerte apoyo durante la lucha contra el antiguo régimen.”
FIGURAS LIBANESAS EXPRESAN SU PESAR
En una declaración dada a conocer el miércoles, el secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, expresó su “gran pesar” por el fallecimiento de Sayyed al Hakim y rindió un homenaje a su familia y el pueblo iraquí. Sayyed Nasrallah también alabó la historia de Sayyed Hakim, que estuvo llena de conocimiento y de un yihad (esfuerzo) en favor del Islam y el pueblo iraquí.
El vicepresidente del Consejo Supremo Islámico Shií de Líbano, Sheij Abdul Amir Qabalan, lamentó la muerte de Sayyid al Hakim y le describió como un gran muyahid (luchador de la resistencia) en contra de la tiranía y la injusticia.
El presidente del Parlamento, Nabih Berri, también envió una carta al hijo de Sayyed al Hakim, Ammar, en la que rindió tributo al líder fallecido, del que afirmó que fue un luchador contra la ocupación y la opresión.
BREVE BIOGRAFÍA DE SAYYED AL HAKIM
En 1982, Sayyed al Hakim ayudó a establecer un gobierno de oposición en el exilio en Irán para luchar contra el régimen de Saddam y volvió a Iraq tras la invasión estadounidense de 2003.
Su organización, el Consejo Supremo Islámico Iraquí (CSII), barrió en las áreas musulmanas shiíes en las primeras elecciones provinciales tras la invasión, pero en las recientes elecciones de este mes de enero el partido sufrió pérdidas importantes. Hakim fue una figura central en la política iraquí y en los pasados años logró mantener un hábil equilibrio de buenas relaciones con Washington y con Teherán.
Él fue uno de los arquitectos de la Alianza Iraquí Unida, la coalición shií que ganó la mayor parte de escaños en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2005.
La familia de Hakim surgió como una de las principales amenazas para el régimen de Saddam Hussein en los años setenta. Hakim fue encarcelado tras un levantamiento shií en 1977 y huyó a Irán tres años después. Él estuvo entre los fundadores del CSII en 1982. Hakim lideró la milicia del partido, la Organización Badr, que muchos años más tarde se convirtió uno de los pilares del nuevo Ejército y la nueva Policía iraquíes.
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