sábado, 13 de junio de 2009
Ceremonia de conmemoración del XX aniversario del fallecimiento de Imam Jomeini
04-06-2009
El Líder Supremo de la Revolución Islámica, Ayatolá Seyyed Ali Jamenei, ante una gran congregación de personas provenientes de los diferentes estratos sociales de la nación de Irán, que acudieron para conmemorar el XX aniversario del fallecimiento de Imam Jomeini, dijo que «el Imam alzó dos banderas: la del renacimiento del Islam y la del renacimiento de la grandeza y orgullo de Irán y los iraníes» y agregó que «estas son dos dimensiones del movimiento histórico del Imam».
Asimismo, se refirió a «los esfuerzos de los enemigos por obstaculizar la continuidad del progreso y exaltación de la nación de Irán.»
Toda la gente y todos los amantes de la solidez del sistema islámico y de la nación de Irán, deben acudir con total entusiasmo a las urnas de votación, este próximo 22 de Jordad.
Durante la ceremonia realizada en el patio 'Seyyed Mustafa Jomeini' del santuario del Imam, Ayatolá Jamenei con pesadumbre -por el aniversario del deceso del grandioso padre de la nación de Irán- se refirió al sentido de genuina identidad de los musulmanes en el mundo como uno de los valiosos resultados de haber alzado la bandera del renacimiento del Islam, y agregó que «las consecuencias de este gran movimiento islámico del Imam le dieron nueva vida a la nación palestina después de decenas de años de frustración, igualmente, los países árabes sintieron esperanzas después de continuas derrotas y el régimen sionista -que como un tumor canceroso se había dado a la tarea de crear la imagen de que era 'indestructible'- recibió una bofetada de la mano de los jóvenes musulmanes.»
El Líder de la Revolución Islámica, refiriéndose a las distintas Intifadas del pueblo palestino y los repetidos golpes al régimen sionista señaló la retirada del régimen ocupante del territorio del Líbano, así como las consecutivas derrotas de su ejército, primero en la guerra de los 33 días en Líbano y después en la guerra de 22 días en Gaza. Todo esto debido a la bendición de que Imam Jomeini alzó la bandera del renacimiento del Islam, de modo que el régimen sionista se ha visto obligado a omitir su consigna «desde el Nilo hasta el Eufrates».
Ayatolá Jamenei continuó explicando los resultados de haber alzado la bandera del renacimiento del Islam y agregó: «El esfuerzo de los musulmanes por crear el sistema islámico, generar un espíritu de esperanza entre los intelectuales musulmanes, hacer que los occidentales bajasen el tono con que se dirigen a los musulmanes, también son parte de las bendiciones y resultados del despertar general y la resistencia del Mundo Islámico.
Asimismo, su eminencia enfatizó: «Los musulmanes a lo largo y ancho del Mundo Islámico deben valorar esta exitosa y preciosa experiencia, y basándose en ella trazar su rumbo, porque es el único camino hacia el poder y la grandeza, y la resistencia es la exaltación de las naciones islámicas».
El Líder de la Revolución Islámica refiriéndose al hecho de que los occidentales bajasen el tono con que se dirigen a los musulmanes y el esfuerzo del gobierno estadounidense por mostrar un nuevo rostro, manifestó: «Os digo con toda certeza que el cambio o un rostro nuevo no se obtiene a través de discursos, palabras y consignas, sino que para ello se necesita la práctica y que Estados Unidos le restaure a la nación de Irán los abundantes derechos que le ha arrebatado»
Ayatolá Jamenei, señaló además que la anterior administración de Estados Unidos a través de medidas violentas, intervenciones militares, discriminaciones e intervenciones despóticas generó una imagen fea, odiada y violenta de su gobierno y las naciones islámicas detestan desde lo más profundo de sus corazones a dicho país.
Su eminencia explayándose sobre el tema del gobierno estadounidense agregó: «Habló de democracia y la fuerza del voto de las naciones, pero hizo caso omiso del voto del pueblo palestino en la elección de su legítimo gobierno y apoyó completamente al régimen sionista, presentando al oprimido pueblo palestino como un pueblo rebelde y malvado.»
El Líder de la Revolución Islámica recordó la práctica de Estados Unidos con respecto al tema nuclear de Irán, y agregó: «Los estadounidenses desean obstaculizar el derecho natural y legal del pueblo de Irán de acceder a la industria nuclear y al uso de la energía nuclear con fines pacíficos. Ocultando la verdad, han acusado a Irán de tener el objetivo de construir bombas atómicas, aunque la nación iraní y sus autoridades han anunciado reiteradas veces que no tenemos armas nucleares e incluso han aclarado que desde el punto de vista del Islam el uso de la bomba atómica es prohibido. Pero los occidentales, especialmente los estadounidenses en su propaganda dicen que Irán está buscando la bomba atómica: Esta conducta es una evidente injusticia.»
Ayatolá Jamenei se refirió a la decisión del necio ex presidente de Estados Unidos de invadir Afganistán e Irak con el pretexto de luchar contra el terrorismo. «La veracidad de los gobernantes estadounidenses se manifiesta cuando cambian en la práctica, y no se puede confiar en los cientos de discursos ni en la expresión de palabras rebuscadas dirigidas a las naciones islámicas: así no se realizará ningún cambio.», añadió
Su eminencia señaló que el saber revivir el espíritu de grandeza y orgullo de Irán y los iraníes es otra de las dimensiones del movimiento de Imam Jomeini, quien a través del continuo soplo del alma del autoestima y la confianza en sí mismo supo borrar del espíritu de la nación el sentimiento de inferioridad y dependencia de los gobiernos extranjeros que los dictadores e intelectuales occidentales habían inculcado. «El Imam Jomeini le afirmó al pueblo de Irán que podemos y somos poderos, y esta es el alma que os dio», agregó.
Por otra parte el Líder Supremo de la Revolución Islámica señaló que los recursos materiales para el progreso de todo país y base principal del desarrollo y poder son estos componentes espirituales. El sentimiento de autoestima y grandeza nacional puede brindarle rectitud y resistencia -frente a los opresores- a los sistemas electos por el pueblo y beneficiar a cualquier nación volviéndola influyente en las cuestiones y políticas internacionales.
Ayatolá Jamenei consideró fundamental la grandeza nacional y dijo que el apoyo al pueblo y los encargados de la administración del país, el autoabastecimiento y el poder de intercambio en la escena económica, la producción científica y tener gran parte en la construcción científica del mundo, el honor, la cultura y las tradiciones nacionales, le dan significado a la grandeza nacional.
Asimismo, dijo que el respeto a toda persona y a todos los seres humanos en general es el significado práctico de la grandeza nacional en el campo de la administración de la sociedad, y agregó: «La grandeza nacional en la política exterior significa obtener la independencia electoral, de forma que ningún poder le pueda imponer nada al país ni a su gente.»
El Líder de la Revolución Islámica criticó a quienes dicen que la nación de Irán ha sido humillada: «Se pueden evidenciar en las diferentes cuestiones mundiales los efectos de la grandeza de esta gran nación, por ello no son aceptables las palabras de aquellos que dicen que la nación de Irán no es estimada por la firmeza en sus principios.»
«Los enemigos intervencionistas y opresores de la República Islámica tratan de inculcar el menosprecio a la nación de Irán. Sin embargo, el respeto a la gran nación de Irán y a su grandioso Imam Jomeini tienen un gran peso incluso en lo más profundo de los corazones de los enemigos del sistema.», agregó.
Al final de su discurso, señaló algunos puntos importantes sobre las cruciales y determinantes elecciones del 22 de Jordad:
Por una parte se refirió al esfuerzo de los medios de comunicación extranjera por restarle importancia a las elecciones presidenciales: «Los enemigos de la nación suelen decir que las elecciones de Irán están previamente definidas y que la rivalidad entre candidatos es un juego controlado por del gobierno, y que con certeza las votaciones son fraudulentas.»
«Lógicamente el objetivo de todos estos esfuerzos es golpear a la democracia religiosa e impedir la masiva participación de la gente en las elecciones», agregó.
Ayatolá Jamenei se refirió a la nación islámica como una nación querida, inteligente, despierta y experimentada, y agregó: «El enemigo trata de quitarle al sistema el sólido respaldo que tiene -es decir: los votos del pueblo- inculcando la desesperanza entre la gente. Lamentablemente algunas personas dentro del país -por su descuido- repiten las palabras del enemigo y prácticamente ayudan a la concreción de los objetivos del enemigo, por lo que es de lamentar su estado».
Su eminencia señaló que la elección de las diferentes autoridades del sistema es uno de los orgullos de la nación de Irán y enfatizó que los extranjeros tratan de arrebatarle este honor y grandeza a la nación de Irán. No obstante, para quien ama la solidez del sistema, al Islam y a la nación de Irán, es una obligación tanto nacional como religiosa el participar en las elecciones.
Por otra parte, ayatolá Jamenei consideró la presencia de diferentes candidatos con distintos gustos y métodos de trabajo, y a los partidarios de éstos, como otro orgullo del sistema.
Su eminencia dijo: «Yo no tengo más que un voto -que nadie conoce- y no le recomiendo a nadie votar por un determinado candidato, esto es parte del derecho de la gente y de la nación.»
El Líder Supremo de la Revolución concluyó su discurso diciendo: «Lo que deseo del pueblo es que con todo el poder, fuerza y entusiasmo se dirijan a las urnas electorales este próximo 22 de Jordad.»
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